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Carmen. P. F

«De este calor no hay ventilador que te salve»

Los valencianos usan los centros comerciales como refugios climáticos: «Vienes, compras cualquier cosa y se te pasa la mañana»

Paula Franco

Viernes, 11 de agosto 2023, 00:55

Más de 40 grados en el día más caluroso de la historia en la Comunitat Valenciana. Las calles están casi vacías. Quien puede, evita ... salir de su casa o lugar de trabajo en las horas en las que el pico de calor es más elevado. Carmen tiene 56 años y confiesa que su marido y ella han salido pronto de casa «para no pillar las horas altas». Pasean por las calles del barrio de Ruzafa de Valencia y cuentan que en su casa «hace más calor que en la calle», sin saber aún que lo peor estaba por llegar. Buscan sitios para estar más frescos. «Llevamos bastante mal estas temperaturas», confiesan.

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Dolores tiene 73 años y combate la ola de calor visitando las zonas de tiendas, «porque en casa no se puede estar». Pasa el rato mirando escaparates. «Vienes, compras cualquier cosa y se te pasa la mañana», explica. Utiliza el aire acondicionado en su vivienda, pero admite que no lo puede tener todo el día encendido para evitar el gasto en electricidad. Como muchos otros valencianos, Dolores usa los centros comerciales a modo de refugio climático. Antonio es uno de ellos. Tiene 56 años y asegura que, cuando sale por la tarde con su mujer a pasear, aprovechan para meterse, de vez en cuando, en un área comercial «para ver ropa o tomar unas cervezas». Sus precauciones son refrescarse como pueden, beben agua, buscan la sombra y evitan salir a mediodía.

Carmen. P. F.

En la entrada de uno de los centros comerciales de la ciudad se encuentra Liberada. Esta mujer de 88 años confiesa que es muy calurosa. «Yo llevo el calor siempre muy mal. En invierno voy vestida como hoy -usa ropa ligera-, imagínate con esta ola de calor», explica. Asegura que sólo sale de casa para lo indispensable pero, aún así, lo pasa mal porque no dispone de aire acondicionado: «Nunca lo había necesitado, pero este año tengo tres ventiladores funcionando».

Es el aparato estrella del verano. Carmen, de 59 años, cuenta que bebe mucha agua, pero al momento se pone a sudar y sólo le queda «ponerse delante del ventilador». Reconoce que sufre muchísimo con el calor y lo lleva «fatal». «En la calle uso el abanico de toda la vida».

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Liberada. P. F.

Hay quien utiliza otros métodos para refrescarse. Dani, de 17 años, pasa por el interior del supermercado que hay debajo de su casa en vez de ir por la calle y así se ahorra un tramo. «El calor últimamente me agobia mucho», afirma.

Manuel tiene 62 años y explica que en su casa «se está fresquito», en el trabajo también tiene aire acondicionado y se desplaza a todas partes en coche. «Trabajo aquí al lado, todos los días vengo a comprar una botella de agua fría de litro y medio y me la bebo en la oficina», añade.

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Camila también es una de las afortunadas que trabaja en un lugar con aire acondicionado. Tiene 28 años y descansa sentada en un banco dentro de un centro comercial. «Intento tener siempre una botella de agua en la mochila, no exponerme al sol y usar protección solar», afirma. Explica que el calor estos días «es terrible» y que no se puede dormir: «Esta noche hemos tenido que dormir con el aire, pero no hay ventilador que te salve».

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