Una campaña a medio gas

valenciA. Tras una Semana Santa inexistente en 2020 debido al confinamiento domiciliario, el sector turístico valenciano trata de sacar el máximo provecho a la campaña de este año en medio de un mar de restricciones a la movilidad y la actividad.

«Hay muy buena previsión del turismo de interior. Son muy pocas plazas y se pueden llenar sólo con el cliente de la Comunitat. Pero el turismo de sol y playa no tiene ni para empezar», explica Luis Martí, presidente de la Confederación de Empresarios Turísticos de la Comunitat (CET-CV), quien añade que casi el 80% de la ocupación en Valencia es internacional.

En ese sentido, contextualiza y recuerda que actualmente las visitas de alemanes e ingleses son nulas debido al régimen de multas y obligaciones decretados en sendos países. «Hay un poco de demagogia con los franceses, alemanes e ingleses que van a Baleares. Se obvia que todos ellos vienen con PCR negativa. Los controles se hacen y por ello esta falta de movilidad debe tener un punto y final. El confinamiento no puede ser siempre la solución», manifiesta Martí, que estima que la ocupación hotelera en la Comunitat no supere el 25 por ciento en estas fechas de Pascua.

Sin embargo, desde la patronal Hosbec prevén una ocupación de entre el 30% y 40% y recuerdan que actualmente sólo están abiertos tres de cada diez establecimientos en la región. Del mismo modo, la secretaria general de la patronal, Nuria Montes, coincide en el análisis de que los destinos de interior son los que tiran del carro en esta campaña a medio gas condicionada por la evolución del Covid-19.

«En años anteriores se llegaba al 100% sobre todo si hacía buen tiempo. Igual que en el puente de San José, funcionará mejor el interior que la costa, lo que pasa que la capacidad de interior es muy limitada y en la costa puede ser que haya reservas de última hora sobre todo en función del tiempo, que por lo pronto parece ser que habrá algo de lluvia», explica Montes, que añade que las reservas podrían incrementarse un 5% a última hora.

Por su parte, el presidente de la Federación de Ocio y Turismo (Fotur) de la Comunitat, Víctor Pérez, asegura que los alojamientos rurales «van como un cohete», sobre todo debido a su oferta de turismo en la naturaleza y en espacios abiertos donde la gente puede permitirse quitarse la mascarilla. «Es lo que la gente busca. Aunque no hay datos concretos aún, se sabe que el interior y el turismo rural van muy bien», señala.

Pero, ¿los establecimientos que deciden abrir sacan rentabilidad de estas fechas pese a las restricciones? La respuesta de Montes es un rotundo no. «Son establecimientos que han decidido perder dinero estando abiertos en lugar de cerrados, un poco movidos también por la necesidad de trabajar y que han decidido aventurarse, pero las pérdidas son para todos», señala.

Facturación a pique

La hostelería tampoco ostenta cifras muy esperanzadoras, aunque el hecho de poder abrir el 30% del interior de los locales les da un balón de oxígeno. Sin embargo, la comparativa con las cifras prepandemia son desoladoras. Según la Coordinadora de la Hostelería de la Comunitat, la facturación con respecto a 2019 sufrirá previsiblemente sufra una caída de hasta el 75%.

«Posiblemente, si tras la Semana Santa no se flexibilizan las medidas, ese 30% de los locales que está previsto que cierren definitivamente se incremente», advierte la asociación autonómica.