Cañizares alerta de la persecución que sufren los cristianos por el yihadismo

El cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, destacó ayer que la Virgen María es «signo de consuelo y esperanza» y pidió que «proteja a la humanidad y vele por los cristianos para que prosigan confiados por la vía de la unidad, como fermento para la concordia mundial».

En la misa de la fiesta de la Asunción en la Catedral, el Arzobispo denunció el «martirio tan frecuente y cruel hoy en países que sufren la violencia del yihadismo islámico contra los cristianos, por ejemplo Nigeria» donde «se ataca a los cristianos por el hecho de serlo, con el silencio culpable de los países de Occidente».

Del mismo modo, pidió que la Iglesia «sea transparencia del Evangelio y auténtico hogar de comunión; que viva su misión de anunciar el Evangelio de la esperanza para la paz y la alegría de todos».

«Nuestra humanidad, en este valle de lágrimas en tiempo de pandemia, renace a la esperanza viva. Ésta es nuestra victoria: María es madre y esperanza en medio de tantas dificultades en que nos encontramos cada día», señaló.

La Iglesia ha padecido «muchas tribulaciones: la secularización generalizada, la interior propia de la Iglesia, la apostasía silenciosa, las deserciones de tantos cristianos». Existe «un ataque físico y moral, también en Occidente, donde se intenta que Dios y la Iglesia desaparezcan. Cuando la Iglesia defiende la vida humana; los cuidados paliativos; la familia asentada sobre el matrimonio único e indisoluble entre hombre y mujer; y una enseñanza sin adoctrinamiento ideológico, así da testimonio la Iglesia de Dios vivo».