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Los cardenales Carlos Osoro y Antonio Cañizares. J. Monzo
Cañizares y Osoro trazan el perfil valenciano del cónclave

Cañizares y Osoro trazan el perfil valenciano del cónclave

El Arzobispo Emérito de Valencia y el Emérito de Madrid son papables I Los dos purpurados tienen derecho a votar porque el día de la muerte del Pontífice no habían cumplido ochenta años I La presencia del prelado de Sinarcas en las votaciones es una incógnita dado su estado de salud

Laura Garcés

Valencia

Martes, 22 de abril 2025, 00:59

Sede vacante en San Pedro del Vaticano. La muerte del papa Francisco abre la puerta a un cónclave en el que el colegio cardenalicio elegirá sucesor de Pedro, al pastor de una Iglesia con 1.400 millones de fieles. ¿Quién será el nuevo Papa? Puede ser elegido cualquier varón bautizado, pero lo propio -como así lo apunta la larga tradición eclesiástica- es que al anuncio 'habemus papam' en la plaza de San Pedro siga el nombre de uno de los miembros del colegio cardenalicio. Están abiertas las quinielas que apuestan por uno u otro purpurado entre una nómina con el perfil valenciano que trazan el cardenal valenciano Antonio Cañizares, Arzobispo Emérito de Valencia, y también del que fuera Arzobispo de esta diócesis, monseñor Carlos Osoro, quien aun no habiendo nacido en tierras de la Comunitat, sin duda aporta un marcado trazo valenciano al cónclave en tanto que en esta tierra escribió una de las páginas más visibles de su acción pastoral como obispo de la Iglesia antes de tomar las riendas de la diócesis de Madrid. Así las cosas, uno y otro podrían poner nombre a las papeletas de las que saldrá la fumata blanca. Los dos son papables. Junto a esa probabilidad, lo que sí es cierto ya es que sus votos pueden determinar la elección del sucesor de Francisco. Se da la circunstancia, además, de que ambos son miembros de la Conferencia Episcoal española (CEE).

Tanto Cañizares como Osoro nacieron en 1945, circunstancia a tener en cuenta en tanto que cumplidos los ochenta años los purpurados si bien pueden ser elegidos -la ley de la Iglesia no señala límites de edad para ser Pontífice- no pueden ser electores, no disponen de capacidad para votar en el cónclave. Pero, cuidado, ni uno ni otro han alcanzado esa edad. El purpurado valenciano cumplirá 80 años el 15 de octubre, y Osoro lo hará el 16 de mayo. El artículo 33 de la Constitución Apostólica Romano Pontífice Eligiendo dispone que el derecho a ser elector corresponde a los cardenales con excepción de que el día de la muerte del Sumo Pontífice o del día en el que quede vacante la sede de Pedro ya cuenten con esa edad. Queda claro, que el perfil valenciano mantiene su derecho en esta hora determinante para el futuro de la Iglesia.

Aun así, es altamente improbable que monseñor Cañizares pueda acudir al cónclave, dado su estado de salud. Esta mañana lo ha anunciado el presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Luis Argüello. No ha dado por cierta la participación del cardenal de Sinarcas en las votaciones, algo que desde hace unas semanas, cuando empeoró la salud del papa Francisco, ya se escuchaba en los pasillos del poder de la Iglesia valenciana. De hecho, monseñor Cañizares lleva bastante tiempo ausente de las celebraciones de la diócesis. Una de sus últimas apariciones en actos públicos de gran trascendencia para la vida de la Iglesia fue su participación en la misa del Centenario de la Coronación de la Virgen de los Desamparados celebrada en mayo de 2023.

En medio de estas circunstancias se desdibujan las opciones de ser Papa e incluso de elegir al Pontífice de Cañizares, un purpurado con amplia y notoria experiencia en el gobierno de la Iglesia, de palabra clara y mensajes que al ser pronunciados a nadie han dejado indiferente. Éste Príncipe de la Iglesia recibió el capelo cardenalicio de manos de Benedicto XVI, pontífice a cuyos planteamientos siempre se consideró muy cercano dada la inquietud de ambos por el diálogo entre la Fe y la Razón. Durante el pontificado del alemán fue prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Con anterioridad ya habían trabajado juntos. Pero aun cuando la vinculación intelectual de ambos era notoria y desde algunos sectores de la Iglesia se le considera con planteamientos más alejados de los postulados del recientemente fallecido papa Francisco dado que se le incluía en el sector 'conservador', también en los foros eclesiásticos se defiende que en Cañizares sólo se puede ver a un cardenal fiel a la Iglesia, y por tanto al Papa, lleve éste uno u otro nombre.

Cañizares ha sido siempre un hombre de Roma, un prelado con mucho peso y con una opinión muy escuchada. Ya antes incluso de ser cardenal estuvo cerca también de Juan Pablo II con quien compartía los planteamientos en torno a la Doctrina de la Fe. De hecho, el valenciano participó en la redacción del Catecismo de la Iglesia Católica que vio la luz bajo el pontificado del santo pontífice polaco. La trayectoria de monseñor Cañizares no deja espacio para la duda a la hora de poder afirmar que es un perfecto conocedor de la Iglesia y también de la sociedad, dos factores clave cuando se piensa en su condición de papable.

Monseñor Carlos Osoro, hoy Arzobispo emérito de Madrid, dejó profunda huella en la Iglesia valenciana. Fue el papa Benedicto XVI quien le puso al frente de la diócesis de Valencia como Arzobispo. Acercó un nuevo estilo de gobierno al universo católico valenciano desarrollando una acción pastoral que muy pronto fue identificada con el 'estilo Francisco', quien había sido el elegido Pontífice en marzo de 2013. En el prelado de origen cántabro se descubrieron numerosas iniciativas que coincidían con los planteamientos de la ruta que Francisco marcaba a los católicos.

Un año después, en agosto de 2014, Carlos Osoro fue nombrado Arzobispo de Madrid, una designación en la que las opiniones especializadas del momento veían clara la respuesta a la proximidad de Osoro con Bergoglio que parecía haber apostado por alguien que imprimiera nuevo estilo a la diócesis que había estado gobernada por el cardenal Rouco Varela, más próximo a Cañizares que a Osoro. Y sólo dos años después, el entonces Arzobispo de Madrid obtenía el capelo cardenalicio de manos del pontífice argentino en quien la opinión generalizada ha visto a un papa aperturista hacia una Iglesia más acorde con los tiempos del siglo XXI.

Mientras a Cañizares se le identifica con las posiciones que en algunos sectores siempre se han considerado 'conservadoras' a Osoro se le ha visto más cercano al ahora fallecido Francisco. Sea como fuere tanto uno como otro han estado muy cerca, en realidad forman parte del poder de la Iglesia, la misma potestad que ahora tiene que elegir al sucesor de Bergoglio. Uno y otro son miembros del que se conoce como el club más selecto del mundo concediéndole claro perfil valenciano. Su siembra en tierras de la Comunitat forma parte de la cosecha de la que saltará el nombre de quien dirija los pasos católicos en el próximo pontificado. En veinte días, plazo máximo para la convocatoria de un cónclave, que visto el calendario podría arrancar la víspera o el mismo día de la festividad de la patrona de los valencianos, la Virgen de los Desamparados, las incógnitas empezarán a despejarse en medio de un ambiente donde, además de otros, se respiran aires valencianos.

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