Bloque de viviendas de la calle San Isidro que van a ser derribadas esta semana. TXEMA RODRÍGUEZ

¿Quién se hace cargo de coste de la demolición de las casas afectadas por la dana?

Los propietarios son los que tienen que hacer frente al pago de la obra aunque el Ayuntamiento de Chiva va a ofrecer toda la ayuda y fórmulas posibles

Héctor Esteban

Valencia

Lunes, 17 de febrero 2025, 16:14

En Chiva hay 25 viviendas que se han derribado o se tienen que tirar abajo. En San Isidro, en el barrio de Bechinos, en ... las calles Buñol y Enseñanza... Al drama emocional, al de convertir en piedras años de recuerdos, se une el económico, el de asumir el gasto del derribo. La mayoría son familias humildes, trabajadoras, que en unas horas vieron como una catástrofe se llevó sus vidas y sus ahorros.

Publicidad

El problema de la ley es que carece de sentimientos, y los renglones de la norma son fríos sin distinción. El compromiso del Ayuntamiento, según reconoce el alcalde, Ernesto Navarro, es ayudar y facilitar al máximo ese trámite a los vecinos afectados por los derribos, por lo que se va a trabajar para que reciban todas las ayudas posibles.

De momento, el caso de estas personas es prioritario en el reparto de las ayudas de la Fundación Amancio Ortega, por lo que recibirán 10.000 euros, que es el máximo que reparten estas ayudas.

El Ayuntamiento además está mirando la posibilidad de comprar vivienda para ofrecer a la gente que no tiene casa una alternativa para vivir al menos durante un tiempo, mientras puedan encontrar una alternativa segura. Dorna, la empresa que gestiona el campeonato de Moto GP, ha donado 1,2 millones de euros a Chiva, una cantidad que va a gestionar el equipo de gobierno para poder comprar esa vivienda que será destinada a un usos social, en especial a aquella gente que ha visto como se ha quedado sin su primera vivienda. En un principio se pensó incluso con invertir en viviendas prefabricadas pero se ha descartado esta opción porque es muy compleja.

Uno de los grandes problema en Chiva es el alquiler. No hay pisos y aquellos que están libres suben los precios hasta el máximo –800 euros– de las ayudas que se aportan desde las administraciones públicas por la dana. Si antes se alquilaban por 500 euros, ahora se suben 300 euros más porque se pagan. La picaresca y la ingratitud también forman parte de las catástrofes.

Publicidad

Además, en las zonas donde se van a derribar las viviendas, con seguridad en el lecho del barranco, no se podrá volver a construir, por lo que cabe la posibilidad de que en un futuro se expropien esos solares para algún uso común y que los propietarios puedan recibir también un dinero que les permita acceder a una vivienda en el menor tiempo posible para volver a empezar de nuevo.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete a Las Provincias al mejor precio: 3 meses por 1€

Publicidad