Tres calles y dos plazas recorridas en apenas cinco minutos han servido para que decenas de niños y niñas se hicieran una ligera idea de lo que es un festejo de bous al carrer gracias al encierro infantil celebrado este domingo en el centro ... de Valencia, organizado por el exvicepresidente del Consell y extorero Vicente Barrera. Con cuatro carretones y un toro hinchable gigante haciendo las veces de reses bravas, los protagonistas se han podido sumergir en una experiencia festiva con profundo arraigo en centenares de municipios valencianos.
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El acto ha empezado a las 12.15 horas y ha tenido todos los ingredientes de la fiesta: ruegos al santo (San Vicente Ferrer, en lugar de San Fermín), pañuelos rojos, revistas en mano (para 'conducir' a los carretones), algún capote de tamaño infantil, consejos a los participantes («siempre hay que correr hacia delante, sin girarse ni dar marcha atrás»), carreras rápidas -imposible para muchos padres seguir el ritmo-, recortes protagonizados por los más activos y refrigerio final a base de horchata y fartons para recuperar fuerzas. Porque la rapidez del encierro ha obligado a esforzarse. «El corazón me iba muy rápido», le confesaba Adrián a su padre una vez finalizado el trayecto, que se ha iniciado en la popular plaza de los Patos (de San Vicente Ferrer) y ha terminado en la de Sant Bult. En esta última se han organizado actividades relacionadas con la cultura del toro, con Barrera guiando el carretón, para todo aquel que quisiera lucir su destreza o aprender a coger o manejar una muleta. «Hay que rematar (el pase)», les animaba el organizador.
«Me gustan los toros, y mi abuela es de Xert, un pueblo donde se hacen muchos bous al carrer», explicaba Marcos, citando una de las tantas localidades del Baix Maestrat en las que el toro es protagonista en las fiestas patronales. Ha sido uno de los niños más participativos durante el encierro y además ha cogido la muleta en Sant Bult. «Me encanta torear», ha concluido.
También ha disfrutado de la experiencia Daniel, el hermano pequeño de Adrián, el niño del corazón a cien por hora: «Me gustan mucho los toros», señalaba este. Y Yago, que no se lo pensó dos veces cuando su padre le dijo el sábado de acercarse al encierro infantil. Su torero favorito es Paco Ureña, ha comentado el progenitor.
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El protagonismo ha sido para los niños (habrán participado entre treinta y cuarenta) y la plaza de San Vicente Ferrer se ha llenado parcialmente -la parte pegada a la iglesia- con familiares e integrantes de peñas taurinas que han querido apoyar el acto. Pancho y Paula, presentes con sus tres hijos, resumían bien el leitmotiv para asistir: «Es una manera de apoyar al mundo del toro, que los niños lo pasen bien y lo conozcan».
También ha habido una nutrida representación política, aunque de un solo color: el de Vox. Estaba el diputado en el Congreso Ignacio Gil Lázaro con sus dos nietos -«vale la pena que los niños pasen un buen rato y conozcan una faceta muy importante de la cultura española», ha dicho-; y su homólogo en Les Corts, José María Llanos, que también acompañaba al suyo. «Es una actividad lúdica y cultural, en la que pueden tomar contacto con una tradición, que es la tauromaquia, y luego decidir si les gusta con conocimiento de causa», ha terciado. Tampoco han faltado el exconseller José Luis Aguirre, el diputado por Castellón Jesús Albiol y el concejal de Valencia, José Gosálbez.
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Para el impulsor, el exvicepresidente Barrera, «la jornada cultural y familiar» ha servido para que niños y padres «jueguen al toro, que es lo que hemos hecho durante siglos en todas las plazas de España y se sigue haciendo en infinidad de pueblos de la Comunitat». El dirigente voxista ha tardado cinco años en conseguir la autorización, solicitada a título particular como vecino, ante la negativa reiterada de los anteriores gestores municipales. Respecto a esta cuestión, ha criticado que «la censura, la prohibición y la persecución ideológica de estos años por parte de Compromís, PSPV y Podemos impidiera el ejercicio en libertad de una actividad cultural más». A su juicio, tras el cambio de gobierno y la consiguiente aprobación del evento -en la Junta de Distrito, con los votos de PP y Vox-, «se ha impuesto la normalidad, la pluralidad cultural, la libertad y la democracia».
Por su parte, el portavoz socialista en el Ayuntamiento, Borja Sanjuán, se ha mostrado muy crítico con la iniciativa a través de un comunicado. Señalando a la alcaldesa, María José Catalá, ha dicho que Valencia pasa «de ser una ciudad que mostraba que era Capital Verde Europea a promocionar la cultura del maltrato hacia los animales», lo que ha calificado como «un retroceso en toda regla». Al respecto, ha recordado que el PSPV ha denunciado el encierro al Defensor del Menor porque entienden «que una administración no puede gastar dinero público en enseñar a los niños que es divertido maltratar a un animal».
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