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En las últimas vacaciones de Semana Santa, Nuria disfrutó de una casa «de película» en un rascacielos. LP
Cambiar de casa para ahorrar en vacaciones

Cambiar de casa para ahorrar en vacaciones

Otra forma de viajar. Las plataformas de intercambio de viviendas crecen un 46 por ciento en la Comunitat tras la pandemia y ofrecen una alternativa económica para conocer mundo

Jueves, 17 de agosto 2023, 20:35

Nuria descuelga el teléfono mientras se despide de Palma de Mallorca. El barco en el que viaja acaba de poner rumbo a Valencia. Vuelta a casa. Esta conquense ha echado raíces en la capital del Turia, donde ha formado una familia y ejerce como profesora. Precisamente, una compañera de trabajo le descubrió un mundo que le ha atrapado. «Soy adicta», dice bromeando. Se refiere a la tendencia cada vez más extendida del intercambio de casas. Una forma de hacer turismo cimentada en la economía colaborativa y las redes sociales. Miles de propietarios ofrecen sus hogares durante unos días a cambio de poder disfrutar de vacaciones en la vivienda de otro usuario de la plataforma. Sólo se paga una cuota anual como gastos de gestión. Desde que lo probó a finales de 2021, ya ha cerrado 27 acuerdos. «Yo todavía estoy un poco incrédula. Siempre le digo a mi marido y mi hijo: '¿Os dais cuenta lo que hemos conseguido sin gastarnos dinero?'». Un sistema alternativo de conocer mundo que escapa de las leyes del mercado.

HomeExchange, plataforma líder a nivel mundial en este sector, nació hace 30 años en Estados Unidos. «Fueron un grupo de profesores americanos que querían sacar más partido a sus vacaciones y se les ocurrió esta idea de intercambiar casas. No había Internet, con lo cual la empresa se materializó en forma de un catálogo físico en que aparecían todas las casas y las familias interesadas se comunicaban por carta. Fue creciendo y con la llegada de Internet se facilitó muchísimo la comunicación», explica Pilar Manrique, portavoz de esta empresa en España. 2006 supuso un punto de inflexión por el estreno del film hollywoodense 'The Holiday'. «La película, protagonizada por Cameron Diaz y Jude Law, se basó en HomeExchange y fue un espaldarazo muy fuerte a nivel de marketing. Empezaron a aparecer las primeras empresas competidoras», añade. En 2018 se produjo la fusión con la compañía francesa GuesttoGuest, que introdujo en el mercado un innovador sistema de puntos que incrementó la flexibilidad para los usuarios.

«La tendencia había sido al alza hasta 2019. Con la pandemia y con las restricciones de movimiento todo se paró. Pero ahora estamos convencidos de que las circunstancias de la pandemia lo que han hecho es consolidar esta forma de viajar. En aquel momento las personas necesitaban formas seguras de viajar y el intercambio, por el hecho de ser en casas privadas y tener una comunicación fluida entre las familias, permitió viajar de forma local y muy económica. Estamos en una situación de inflación muy complicada», destaca Pilar, quien hace hincapié en los valores que definen a los anfitriones e invitados que hacen uso de este tipo de plataformas: «La emergencia climática es cada vez más real. Buscamos alternativas más responsables y sostenibles de viajar. El intercambio de casas es una forma responsable de viajar porque utilizamos recursos que ya existen, las casas ya están».

Manuel, leyendo en el salón de su vivienda habitual de Alicante. LP

Manuel, de 48 años, se metió en esta red en 2019. Antes de la pandemia. Y ya acumula 44 intercambios. «Nos gusta mucho viajar y cuando vimos esto supimos que era una oportunidad fantástica. Hemos estado en muchos sitios. Hemos estado en bastantes ciudades de España, en Andorra, Estocolmo, París.... Y ahora nos vamos a Ámsterdam y Polonia. Todos cuidamos las casas de los demás para que hagan lo mismo en la nuestra. Hasta ahora no hemos tenido ningún problema con nadie y estamos muy contentos. Nosotros, viajando con todos estos intercambios, nos hemos ahorrado entre 8.000 y 12.000 euros haciendo un cálculo estimativo», afirma con orgullo este alicantino.

LAS CIFRAS

2.120 usuarios

de la plataforma HomeExchange pertenecen a la Comunitat Valenciana. En España, hay 17.646.

69.078 pernoctaciones

se realizaron en la Comunitat en 2022. Supone un crecimiento del 46% respecto a 2019.

52,47% de los viajes

pactados en la Comunitat han tenido como destino el extranjero.

Love Home Swap o HomeLink son otras de las diversas aplicaciones que ofrecen este tipo de servicio. «Cada vez más familias están optando por esta forma de viajar. Esta actividad es tendencia», subraya Pilar Manrique. HomeExchange luce unas cifras de récord utilizando el número de pernoctaciones como indicador. En España, en 2022 hubo un crecimiento del 37 por ciento respecto a 2019. En la Comunitat Valenciana, fue del 46%.

«En 2019 nuestra cifra récord era 445.000 pernoctaciones en España. En 2022 se produjeron 610.800. En la Comunitat en 2019 se produjeron 47.306, mientras que en 2022 fueron 69.078», comenta Pilar, encantada con el ritmo adoptado en 2023: «Este verano, el número de noches que tenemos registradas en la Comunitat son 41.641 y ya suponen casi un 17% más de las que se realizaron en el verano de 2022. Todavía queda mucho verano y agosto es muy fuerte».

La pandemia supuso una cortapisa, ya que afectó especialmente a los intercambios internacionales. Pero se han recuperado. Y tanto. En España, en lo que va de año, el 50,48 por ciento de los viajes pactados en HomeExchange han tenido como destino el extranjero. Y en la Comunitat, esta preferencia sube hasta el 52,47%. Cruzando fronteras sin renunciar al calor de un hogar.

«Nos hemos ahorrado entre 8.000 y 12.000 euros haciendo un cálculo estimativo», comenta con orgullo Manuel, de Alicante

El número de miembros se va multiplicando. La plataforma cuenta con unos 120.000 usuarios en todo el mundo. 17.646 son de España. En la Comunitat se concentran 2.120: «Las familias organizan sus intercambios entre ellas mandándose mensajes a través de la plataforma. No hay ningún tipo de transacción económica entre ellas. El modelo funciona con una cuota anual de 160 euros. Abonas esa tarifa plana y puedes realizar todos los intercambios que quieras y de la duración que quieras durante todo el año».

Hay tres modalidades. Por un lado, está el intercambio recíproco simultáneo, en el que dos usuarios se prestan sus respectivas casas durante el mismo período. Después está el acuerdo no simultáneo, en el que se pactan fechas diferentes. Y también existe la alternativa basada en puntos, que incrementa la flexibilidad a la hora de elegir destino. «Según las características de la casa y la ubicación, la plataforma te dice un tope de puntos que puedes pedir por noche. Los puntos que la gente te da puedes gastarlos luego en ir a otras viviendas. Yo recíprocos he hecho muy poquitos. Los hago más por puntos», recalca Nuria. En la misma sintonía se encuentra Manuel: «Es difícil coincidir en las fechas. Entonces, cuanto más dejes tu casa, más puntos tendrás para poder viajar».

Cuando un usuario se registra en la plataforma, debe construir su perfil mostrando fotografías de su casa, indicando las características de la vivienda y explicando el tipo de viajero que es. A partir de ahí, puede buscar intercambios y lanzar propuestas a otros miembros.

«Hay de todo tipo, puedes encontrarte familias, viajeros solos, parejas, jubilados... Pero hay un perfil dominante porque abarca más del 60 por ciento: las familias. Tanto familias con niños pequeños como familias con adolescentes. Aparte de ser una forma muy económica de viajar, es una forma muy cómoda porque llegas a una casa real de otra familia donde tienes todo lo que necesitas para pasar tus vacaciones. Y si eres una familia numerosas normalmente no vas a tener problemas de espacio. Y si tienes niños pequeños e intercambias con otra familia que tiene niños pequeños, vas a llegar a una casa con juguetes. Normalmente la familia te deja todas sus recomendaciones de restaurantes, actividades que puedes hacer con niños... Y es mucho más que la casa. Puedes intercambiar la bicicleta e incluso el coche», comenta Pilar.

«Los amigos siempre me dicen lo mismo: '¿Y vas a dejar tu casa?'. Por supuesto. La gente es súper respetuosa», afirma Nuria

Nuria, de 45 años, suele viajar con su marido y su hijo, de 13. Su residencia habitual está en Valencia, pero también cuenta con un apartamento en Gandia. «Al ser maestros los dos, tenemos muchas vacaciones y coincidimos. El pasado verano estuvimos todo el verano en Ibiza, Mallorca, la Costa Brava, Almería... Fuimos cada semana a un sitio. En dos meses, sólo dormí una noche en mi casa», afirma. Y este año, en Semana Santa, cruzó el charco para vivir una experiencia inolvidable: «Estuvimos once días en Nueva York, en un rascacielos espectacular. Era una casa de película total. Desde la cama, a través de un ventanal, veíamos todo Manhattan. Estábamos en Brooklyn. Desde nuestra casa se veía la Estatua de la Libertad y el Puente de Brooklyn. Era increíble».

Nuria se muestra pletórica: «Las experiencias han sido todas positivas. Como anfitriones y como invitados. Valencia es un destino que gusta mucho y he recibido a franceses, irlandeses, argentinos, italianos… Es una mentalidad muy abierta y muy respetuosa. Siempre hay bastante comunicación. Me transmite mucha confianza. Y la casa se ha quedado en perfectas condiciones siempre. Cuando se lo comento a amigos, siempre me dicen lo mismo: «¿Y vas a dejar tu casa?». Por supuesto. La gente es súper respetuosa y, si hay cosas personales, no las va a tocar». En ocasiones, se crean vínculos que van más allá de la frialdad de un chat: «Hemos hecho lazos de amistad. Conoces culturas, conoces a las personas... A mí me aporta mucho. Y al ir a casas, ves cómo vive la gente. Es otra realidad. Sabes lo que tienen en su nevera, lo que comen... Es totalmente distinto».

Nuria, junto a su marido y su hijo, disfrutaron durante once días de la Gran Manzana. LP

Y hay amables acogidas. «Cuando vienen a Valencia, les recomiendo sitios donde yo voy a comer. No son sitios donde van los turistas. Les dejo instrucciones con los sitios, se lo explico… Y lo mismo hacen cuando yo voy a los sitios», afirma Nuria, quien sabe cuidar los detalles: «Cuando voy a una casa, nunca me presento con las manos vacías. Al fin y al cabo voy de invitada a una casa». Unas naranjas, un queso manchego… Y a la hora de abrir las puertas de su hogar, a veces recibe con una tortilla de patatas.

«Hay unos valores intrínsecos y todo se basa en la confianza y en el respeto. Todos queremos que cuiden nuestra casa. Y muchas veces la cuidas mejor que la tuya propia. Hay unos valores de hospitalidad, generosidad y agradecimiento. Te dan regalos, te dejan sus recomendaciones… Las familias se comunican mucho entre ellas y muchas veces detrás de un bonito intercambio surge una bonita amistad», apunta Pilar. En caso de imprevisto, la plataforma pone a disposición de los usuarios unas garantías. Pueden aplicarse cuando se produce una cancelación, un daño o una disconformidad. Por lo que respecta a la entrega de llaves, se puede producir personalmente en la vivienda, aunque en numerosas ocasiones los usuarios buscan alternativas como quedar en un punto intermedio o hacerla a través de un familiar, un vecino, un comercio… O incluso enviarlas por correo postal o dejarlas en una caja de seguridad.

Manuel y su pareja visitaron Ucrania en enero de 2022, apenas un mes antes de la invasión. LP

Manuel, hasta ahora, ofrece su segunda vivienda, que se encuentra junto a la costa alicantina. «En un principio no dejaba mi residencia habitual, pero ahora estamos dispuestos a hacerlo con gente que conocemos porque hemos ido a sus casas», avisa. Viaja de cuatro formas: «O voy solo con mi pareja para hacer una escapadita, o voy con mis hijos y los suyos porque los dos estamos separados, o voy con un amigo que tiene dos hijas, o voy solo con mis dos hijos».

Los usuarios, con su comportamiento, van ganando crédito dentro de la plataforma. «Una gran ventaja es que te puntúan como anfitrión y como huésped. Y eso es un filtro muy importante. Si a la gente le das ayuda, luego te valora bien», recalca Manuel. Los recuerdos le llevan al País Vasco: «Una vez estuvimos allí en un casoplón brutal en un pueblo y el chico nos dijo: 'Sólo os pido dos cosas, que me cuidéis los gatos y que cojáis los huevos de las gallinas todos los días'. Los niños, encantados».

Manuel se toca el bolsillo: «Te ahorras muchísimo dinero porque puedes encontrar viviendas que están en pleno centro de Madrid, Ámsterdam, París…». Algo que también valora Nuria: «Al viajar de esta manera, te puedes permitir ciertos caprichos porque no te gastas nada en alojamiento». La profesora va a exprimir lo que le queda de vacaciones: «Es como soñar despierta».

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