«Mi casa se derrumbó y pasé la noche con mi hijo muerto»
Ana María Coll, una vecina de Sot de Chera que también perdió a su marido en la riada, declara ante la jueza: «No quiero perdón, quiero justicia y dimisiones»
Ana María Coll vivió una doble tragedia en la noche de la dana. Cuando llegó «el tsunami», como ella dice, su casa colapsó en Sot ... de Chera. Cayó la mitad de la estructura por la fuerza del agua y llegó el caos. Su marido se precipitó al vacío y fue arrastrado por la corriente, y al caer el edificio, una viga golpeó mortalmente a su hijo. «A mí hijo le pegó una viga y lo mató en el acto y mi hija sobrevivió conmigo entre los escombros. Pasamos la noche con mi hijo muerto al lado», relata la mujer, muy emocionada al recordarlo.
Ana María ha sido una de las víctimas que este jueves ha pasado por el juzgado de Catarroja, en la Ciudad de la Justicia de Valencia, para declarar ante la jueza que investiga la gestión del desastre. La mujer ha acudido con sendas fotos de su hijo y de su marido, que ha mostrado a los medios a las puertas de la sede judicial.
«Quiero justicia por ellos, que acaben todos donde tengan que acabar. Que dimita ese señor (en referencia a Mazón), que tenga dignidad y vergüenza por lo que ha hecho, que no estaba en su puesto de trabajo. No quiero ni que me pida perdón, eso no me los va a devolver», dice con rabia la mujer.
La fuerza del agua trasladó varios kilómetros a su marido, al que tardaron casi un mes en localizar. «Mi marido apareció el 25 de noviembre en el río en Vilamarxant y a mi hijo me lo entregaron el 15 de noviembre. Tuve que incinerarlo para poderlo enterrarlo con mi marido cuando lo encontraran», ha manifestado Ana María, emocionada al recordar a ambos familiares.
Por su parte, otro de los familiares de las víctimas es Fernando Ferrari, cuñado de Eva Canut, una de las fallecidas en la dana, vecina de Valencia que trabajaba en una empresa del polígono de La Reva. "He venido a acompañar a mi hermano y mi sobrina Andrea. Han expuesto ante la jueza lo que pasó. Eva salía de trabajar como un día más del polígono de La Reva de Riba-roja, en el coche. El agua les sorprendió, salieron del coche y se subieron al techo, y un golpe de agua las sacó despedidas a las dos. Mi cuñada falleció, y su compañera se salvó", explica.
Ferrari relata que su hermano, el marido de la fallecida, llegó a hacer "200 llamadas de teléfono al 112, y ninguna obtuvo respuesta" en la tarde de la dana en que la mujer estaba atrapada y más tarde desaparecida. La jueza, Nuria Ruz, ha insistido con preguntas a los familiares sobre las horas en las que perdieron el contacto con las víctimas y las llamadas que hicieron a Emergencias.
"Una de las aportaciones que han presentado tanto mi hermano como mi sobrina es que tienen casi 200 llamadas al 112, y ninguna con respuesta. El último contacto que tuvimos con mi cuñada fue a las 19:39 horas, antes de la recepción de la alerta. A partir de ahí, encontraron su cadáver al día siguiente y nosotros recibimos la comunicación oficial de la Guardia Civil de su identificación el 5 de noviembre", cuenta el hombre.
"La jueza ha incidido mucho en las horas, lo que más ha preguntado, y las llamadas al 112. Mi hermano ha presentado todas las comunicaciones que tuvo con su mujer, todos los horarios, tienen llamadas y vídeos que se intercambiaron aquel día y la jueza se ha guardado tanto las capturas de pantalla, como los vídeos y las horas", ha añadido Ferrari.
Incluso él también llamó desde Valencia, pero corrió la misma suerte, no hubo respuesta. "Yo me pregunto para qué sirve un 112 si en una emergencia no es capaz de albergar ese número de llamadas y no obtener respuesta. Se debería aumentar la capacidad del 112 para poder responder a otra emergencia, que seguramente vamos a tener por desgracia", indica.
Además, el familiar explica que "la Generalitat no ha indemnizado con ningún euro a las familias de las víctimas, sólo lo ha hecho el Gobierno de España, que ha pagado y ha llamado para preguntar", expresa. "A mi hermano le llamaron para ver si había recibido la indemnización y si estaba todo bien. La Generalitat ni ha llamado ni ha indemnizado a ninguna de las 228 víctimas, ni para preguntar ni para ofrecer ayuda", asegura el cuñado de la fallecida. "La impotencia que tenía mi hermano aquel día era enorme al ver que su mujer estaba allí y no podía hacer nada. Tampoco pudimos acercarnos al polígono de Riba-roja a buscarla porque estaba todo bloqueado, era imposible acceder", lamenta.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.