Los casos de acoso escolar se duplican en las aulas valencianas

El conseller de Educación, José Antonio Rovira, ha participado en la clausura del encuentro, en la que ha facilitado datos oficiales que permiten hacerse una idea de la situación en las aulas valencianas. Según las cifras extraídas del Registro Central de Incidencias, en el último ejercicio cerrado, el 2022-2023, se notificaron 1.125 situaciones de acoso y ciberacoso, lo que supone casi duplicar los datos referidos al ejercicio 2018-2019 (610). De todas las incidencias comunicadas mediante esta herramienta, de uso obligatorio para los centros públicos y concertados, el 12,24% del total se correspondía con estas conductas.

Tras destacar que cada vez existe una mayor concienciación (lo que también influye en el crecimiento de la estadística, en el sentido de que los centros comunican más situaciones), Rovira ha considerado que se trata de «una cuestión de enorme complejidad y relevancia y ante la que nos tenemos que implicar todos: los alumnos, las familias, las administraciones, los centros educativos», pues contra el acoso la única posición válida es la tolerancia cero», ha señalado.

También ha recordado que la administración va a activar un nuevo programa con el ánimo de mejorar la prevención en el marco del Plan Valenciano de Salud Mental y Adicciones. Se aplicará en Primaria y la ESO y se centrará en la educación emocional del alumnado, el fomento de la empatía y el autoconocimiento, dando herramientas a los estudiantes para que sean más conscientes de las consecuencias de sus acciones o para mejorar su autoestima.

Por otro lado, se ha referido a la revisión de las normativas de convivencia y de los protocolos derivados, que ya está en marcha. En este sentido, una de las medidas que se manejan pasa por endurecer las sanciones a aquellos alumnos que hayan protagonizado hostigamiento hacia otros compañeros o docentes. No es que se vayan a aplicar tipologías más drásticas, sino que se estudia eliminar el procedimiento de conciliación, que entró en vigor con la última normativa aprobada, en 2022. Se debe ofrecer obligatoriamente al interesado, y en caso de aceptar la conducta dañina y el compromiso de no reiteración y de reparación puede evitar una consecuencia más grave de las previstas, como la expulsión, temporal o definitiva, del centro. Eso sí, no se permite este procedimiento en caso de reiteración.