El retraso de Patrimonio mantiene atascados siete proyectos de restauración de la catedral

La catedral tiene siete proyectos de restauración de diversas partes de la seo pendientes de que Patrimonio de la Generalitat Valenciana de el visto bueno para poner en marcha las actuaciones.

Uno de los proyectos pendientes es la restauración de la logia renacentista que recae a la plaza de la Virgen y que amenaza con derrumbarse. El retraso en este caso es de cerca de seis años. La situación ha sido provocada por las termitas en unas cuarenta vigas de madera situadas en la primera planta y que están apuntaladas. La plaga está controlada, pero un estudio con georradar ha señalado importantes daños en prácticamente todas.

Otro de los proyectos se refiere a una remodelación de la torres del Micalet. «Todos y cada uno de ellos son necesarios», ha aclarado José Verdeguer, canónigo encargado de Patrimonio de la catedral. En este sentido, ha pedido más atención para la catedral a la que ha considerado como una de las joyas de la ciudad. Tanto Verdeguer como Salvador Vila, arquitecto de la catedral, han echado en falta más celeridad en la tramitación.

Verdeguer también ha llamado la atención sobre la puerta románica, que es el único ejemplo de este estilo arquitectónico en la ciudad de Valencia. «No está iluminado por la noche y es una lástima», ha señalado el canónigo de la seo.

Por su parte, desde Patrimonio han señalado que se mantienen encuentros periódicos con la catedral. En este sentido, han destacado que en una reunión del 28 de enero de 2019 con el cabildo y Salvador Vila se estableció un orden de prioridades de los proyectos presentados. Allí se indicó que el más urgente era la impermeabilización de la capilla del Relicario y en segundo lugar, la logia renacentista. Cuando surgieron las humedades de los frescos de los ángeles músicos, el cabildo lo antepuso al de la logia.

Sobre el de la logia, en julio de 2019 la Dirección General emitió informe no autorizando una memoria valorada relativa al artesonado y forjado y solicitando al cabildo una nueva documentación sobre la actuación que se quería realizar. Ese nuevo proyecto nunca ha llegado a Patrimonio.

El proyecto del Relicario fue autorizado y en estos momentos se trabaja en el de los ángeles Músicos.

Este informe ha sido presentado hoy y en el que desvelan las causas de las humedades que están afectando a los frescos que datan del siglo XV. El arquitecto de la catedral, Salvador Vila, ha resaltado que los problemas proceden de la estructura exterior del edificio. «El origen está en la parte envolvente exterior del ábside, sus fachadas y las grietas que se han encontrado en el encuentro entre la plementería de ladrillo y los perímetros de la fachada», ha argumentado.

Ha destacado que las gárgolas no son las originales que están anuladas como fruto de las muchas intervenciones que ha tenido la catedral desde el inicio de su construcción en el siglo XIII.

José Verdeguer ha señalado que no hay humedades en las plementerías. «Teníamos miedo de que así fuera», ha explicado y ha señalado que algunas de las grietas proceden del siglo XIII, otras están provocadas por el terremoto de 1392 e incluso que la ampliación del cimborrio pudo provocar otras nuevas y dañar la estructura. En concreto, se ha referido a que algunos desagües no tienen pendiente o pueden estar taponados.

Los daños principales se encuentran en el segundo y tercer ángeles de los lados derecho e izquierdo que al parecer fueron dañados por unas lámparas de aceite colocadas para iluminar el interior. En cambio, los que están en primer lugar, como no tienen contacto con el exterior, no han sufrido desperfectos.

«Los daños están localizados y sólo afectan al perímetro», afirma el arquitecto de la seo que ha detallado que las gárgolas originales están anuladas y las que están ahora provienen de la reforma neoclásica.

En las catas que han realizado para conocer el estado de los frescos se han localizado gran cantidad de nitratos que proceden del agua de lluvia al arrastrar la materia orgánica procedente de los tejados donde anidan palomas y otras especies. Esta termina por filtrarse y también afecta a los frescos.

Vila ha reconocido que las lluvias torrenciales, cada vez más frecuentes, favorecen las filtraciones y dañan a los frescos. La idea ahora es recuperar las estructuras de mitad del siglo XIII. Se trata de una actuación que no se hizo en 2006, poco después de descubrirse los frescos, «porque no teníamos la información de la que ahora disponemos».

El coste de la reparación correrá a cargo de la propia catedral. Hasta el momento se han gastado 126.000 euros en la instalación y mantenimiento de los andamios y en la realización del estudio previo. Este ha sido el primer paso de la actuación. Todavía quedan dos fases. Una consistirá en el arreglo de las estructuras exteriores, el desmontaje de algunos elementos arquitectónicos, como las gárgolas para su buen funcionamiento . La otra, que se realizará en último lugar, será la restauración de los frescos dañados.

El estudio se ha realizado con la colaboración con la Universidad Politècnica de València, la del País Vasco así como un centro académico de Estados Unidos.

«Ahora hay que realizar un proyecto que se enviará a Patrimonio para que de luz verde a la actuación», ha explicado Vila que ha señalado que no hay fecha todavía para el inicio de las obras a la espera de que la Dirección General apruebe toda la reforma. Tampoco se podrá evaluar el coste total de la actuación hasta que no se ultimen los detalles.

Verdeguer, en esta línea, pidió a la ciudad que se implique en el mantenimiento de una de las joyas de la ciudad. En concreto pidió la colaboración de la Generalitat Valenciana como ha hecho en otras actuaciones en la catedral. También resaltó que se intentará buscar la colaboración de entidades privadas para sufragar las obras.

• Temas
• Arquitectura
• Catedral de Valencia
• Patrimonio histórico