![Cavadas y Alí ayer en el Hospital Vithas 9 de Octubre.](https://s2.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/202012/18/media/cortadas/cavadasali-RTDQHwx1DTECr6kwdr90G0M-624x385@Las%20Provincias.jpg)
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Faltan pocos minutos para las doce de la mañana y la sala de conferencias del Hospital Vithas Valencia 9 de Octubre está repleta de periodistas y de algunos médicos.. La expectación es grande para ver la sorpresa que tiene preparada el doctor Pedro Cavadas. No defrauda. A los pocos momentos aparece ataviado con una bata blanca y un gorro quirúrgico. Pocos pasos por detrás entra Ali Amnad Rifi que al momento posan juntos e intercambian abrazos, saludos y sonrisas. No es para menos. Es el último milagro del facultativo valenciano.
Alí aterrizó en Valencia hace ahora un año con un tumor en la cara de 13 kilos. Su volumen era tal que se tenía que abrochar el cinturón por encima. «Ahora soy otra persona. Tengo otra vida», aseguró este joven de 30 años originario de una aldea marroquí cercana a Tetuán. Ya piensa en montar un pequeño negocio de reparación de móviles.
Gracias a la colaboración de tres fundaciones (Vithas, Pedro Cavadas y Adra), el joven marroquí apareció en Valencia en octubre del año pasado. Doce meses, tres operaciones y el confinamiento de por medio le han hecho dar un giro de 360 grados.»Ahora puede hacer una vida normal», explicó el doctor Cavadas.
A Alí se le abren horizontes insospechados hasta hace apenas unos meses. Algo tan habitual como disfrutar de un sueño ininterrumpido era algo vedado para él. «Tenía muchas molestias al dormir y no podía ver bien», relató el joven marroquí. Eran los efectos secundarios de su enfermedad, una neurofibromatosis de tipo 1, «la más grande» que Cavadas reconoce haber tratado en sus 20 años de experiencia en África. «En una escala de cero a diez, esta es un once», detalló el facultativo.
Cavadas relató que al llegar Alí a la consulta observó que tenía la mitad de la cara más grande y entre las diferencias idiomáticas solo entendía que «no paraba de decir algo del cinturón«.
Se trata de una patología genética que favorece el desarrollo de tumores por el cuerpo. En el caso de Alí había generado uno de 13 kilos. Las tres intervenciones han permitido reducirlo de forma que sus posibilidades vitales se han multiplicado. «Puede volver a desarrollarse porque se trata de un paciente que todavía es joven, pero no hasta el extremo de antes. En cualquier caso, se podría volver a operar», apuntó Cavadas ya que no existe cura para esta dolencia. Únicamente se puede aplicar tratamiento quirúrgico.
Ali tiene todavía parte del tumor en la cara, pero el cirujano explicó que el aspecto físico «no se puede quedar perfecto» porque ya «no se puede quitar más» sin correr el riesgo de provocar una parálisis facial.
La principal complejidad de la operación se deriva de la gran deformidad esquelética y facial izquierda que sufre Alí como consecuencia de la enfermedad. Sus pulmones son más pequeños por lo que la sedación se presentaba como un problema especialmente complicado. «Hay que ajustar mucho hasta qué punto puede sangrar porque se puede complicar respiratoriamente» y es también «mucho más difícil la anestesia y la reanimación», indicó Cavadas.
Las dos primeras operaciones se realizaron entre octubre y diciembre del año pasado. La tercera y última se fijó para el 24 de abril de 2020. Pero llegó la pandemia y Alí quedó aislado en Marruecos. Hasta octubre no pudo regresar a Valencia para culminar el proceso. « Ahora es un paciente con una vida normal, que posa como una estrella de rock y hasta se ha echado un par de novias«, bromeó Cavadas.
El joven se mostró emocionado y agradeció en repetidas ocasiones los cuidados que han tenido con él. Destiló especial cariño con la Fundación Adra, la que facilitó su traslado a España. «Estoy muy contento, he tenido mucha suerte de haber contado con todas estas colaboraciones para seguir este tratamiento que me ha permitido estar una situación muchísimo mejor sin comparación con el pasado», relató.
Cavadas señaló, por otro lado, que lo más importante de todo es que «entre todos juntos se ha hecho el regalo más grande a un ser humano: una vida nueva«. »A una persona que no tenía vida entre todos se le ha dado y si eso no es un regalo que me expliquen qué es«, dijo. También precisó que la operación no ha ampliado su esperanza de vida, pero sí que le ha abierto posibilidades a las que hasta ahora no podía acceder. »Esta es la historia de gente sensata y bien intencionada que ha trabajado mucho y juntos con el único objetivo del calibre de dar una vida nueva a alguien que no conocíamos y que este regalo lo hemos hecho solo por placer«, sentenció.
Por otro lado, el cirujano se negó a hacer ninguna referencia al coronavirus. «A mí me han liado con ese tema. Pero como diría Umbral yo he venido aquí para hablar de mi libro», afirmó Cavadas.
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