Los cazadores comienzan la temporada con el temor a nuevas restricciones

Fuentes de la Federación de Caza de la Comunitat señalaron que "no se facilita la caza y son ya muchos años restringiendo la actividad cinegética con medida que responden a una política diseñada para acabar con ella".

En este sentido, las mismas fuentes pusieron como ejemplo la moratoria a la tórtola, las restricciones en cupos de la codorniz y la perdiz, la prohibición de la caza del lobo y la nueva ley de derecho animal.

Desde la Federación de Caza destacaron que la temporada viene marcada por la caída de las restricciones sanitarias impuestas por la pandemia y por la preocupación en el colectivo ante la imposición de estas medidas restrictivas a la actividad.

Se trata de un sector que en la Comunitat agrupa a más de 40.000 cazadores federados que destacan la labor que realizan en la preservación y cuidado del medio ambiente.

Como señalan desde la Federación se trata de distintas sociedades de cazadores que aportan agua y alimento a los animales, contribuyen a la limpieza de caminos con sus continuos desbroces y cooperan en el control de las especies en las que hay sobrepoblación como sucede con el jabalí, el conejo a las cabras.

Otra de las novedades de este año es que está previsto que en las próximas semanas se apruebe la nueva orden del jabalí ante la sobrepoblación que sufre esta especie en la Comunitat. El crecimiento exponencial en el número ha provocado las protestas de agricultores que ven como sus plantaciones están siendo atacadas por estos animales.

La excesiva población es visible también en algunas localidades ya que durante la noche aparecen en sus calles en busca de alimento y destrozan bolsas de basura y contenedores.

Los cazadores señalan que con el nuevo texto se impondrán "jornadas de caza que se equipararán a un trabajo". Todo esto supondrá un alto esfuerzo cinegético pero, en cambio, no implicará ninguna compensación económica para los clubes ni para los cazadores.

Además, consideraron que la nueva orden del jabalí implicará trámites administrativos más complejos, al exigírseles numerosos requisitos a los cazadores, lo que puede redundar en una merma de la actividad.

La Federación de Caza reclamó que se apoye a la actividad cinegética tanto con medidas jurídicas que aligeren los procedimientos y autorizaciones como con subvenciones por la función social que realizan controlando la densidad de numerosas especies animales.

La caza es, por otro lado, un importante motor de la economía rural ya que genera 187.000 puestos de trabajo y 6.475 millones de euros al año y, por ello, en la lucha contra la despoblación.

Subrayan también que esta actividad es fundamental para el control de las especies y evitar los daños que provocan en el campo y en infraestructuras. Subrayan que de esta forma se evitan accidentes de tráfico y se protege contra las afecciones a la agricultura y a las infraestructuras agrarias y viarias (gomas de goteo, taludes de autovías) y se evita la transmisión de enfermedades.