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La llegada de la Lomloe, la ley educativa del Gobierno, obligará a cambiar los libros de texto en las diferentes enseñanzas. La adaptación será progresiva, durando dos cursos: en el 2022-2023 les tocará a los niveles impares de Primaria, ESO, ... Bachillerato y FP Básica y en el 2023-2024 será el turno de los pares.
El principal motivo del cambio es la nueva configuración de los currículums, que recogen tanto los contenidos como los criterios de evaluación de las diferentes asignaturas. El ministerio trabaja actualmente en la normativa que los debe concretar y supondrá una variación sustancial, en el sentido de que se pretende reducir el peso de la metodología memorística para potenciar el aprendizaje por competencias que han de dominar los alumnos una vez finalicen su escolarización preuniversitaria: matemática, lingüística, digital, ciudadana o emprendedora.
Además, cabe recordar que la nueva ley modifica la distribución de los contenidos mínimos que trabajarán los estudiantes. Para la Comunitat (como en todas las regiones con dos lenguas oficiales) el Gobierno fijará el 50%, quedando el porcentaje restante en manos de las autonomías. Actualmente, como consecuencia de la Lomce del PP, el porcentaje es del 55%. El último rediseño de los libros de texto se produjo a partir de 2013, cuando entró en vigor la ley popular.
La Conselleria de Educación ha querido adelantarse a la situación para evitar renovaciones superfluas que supondrían incrementar el gasto de la administración y de las familias con la compra de ejemplares nuevos cuya vigencia sería de uno o dos cursos, en lugar de los cuatro que fija la normativa autonómica. Así, para el nuevo ejercicio se prohíben, por regla general, los cambios de libros, algo que ya se ha aplicado en el que termina aunque por motivos distintos: la incidencia de la pandemia. Dicho de otra forma, se seguirán usando los mismos materiales.
En las instrucciones remitidas a los centros el pasado mes de abril en relación a la gestión del programa Xarxallibres ya se advertía de la situación, que se refrenda en la resolución publicada este mismo mes sobre la dotación económica que recibirán las escuelas para reponer ejemplares de los bancos de libros.
«Será en las resoluciones del programa para los cursos 2022-2023 y 2023-2024 cuando desde esta conselleria se aumentarán los porcentajes de renovación con tal de que los centros puedan hacer la adecuación de los libros de texto y material a los nuevos currículums, lo que implica que con carácter general para el próximo curso 2021-2022 no se ha de proceder a la renovación del material, dado que este tendría una utilidad de uno o dos años», tal y como recoge la instrucción.
Anualmente los centros acogidos a Xarxallibres, que posibilita la reutilización de manuales sin coste para las familias participantes, reciben una asignación económica para renovar y reponer libros que se hayan deteriorado por el uso continuado, cumplan su vida útil o sea necesario cambiar por utilizarse una nueva editorial, estar descatalogados o tener que adaptarse a otras normativas, como ha sucedido con la Ley de Plurilingüismo.
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Para el nuevo ejercicio sólo se permitirán algunas excepciones: que el centro hubiera iniciado en años anteriores una renovación progresiva y deba completarla, en caso de desgaste, que el libro en cuestión ya no esté en el catálogo y sea imposible su compra o que el centro haya implantado los ámbitos en 2º de la ESO. También se permite hacerlo en escuelas de Secundaria donde sea preciso por la aplicación del nuevo programa lingüístico.
Para ello, los colegios acogidos a Xarxallibres dispondrán de una dotación máxima de 17,5 euros por alumno en Primaria y de 41,7 en Secundaria. En esta etapa la asignación es mayor por las excepciones citadas y por contar con un mayor número de asignaturas. Aún así, son cuantías sustancialmente más bajas que las aprobadas para los dos cursos previos, cuando se elevaron a 56 y 89 euros respectivamente.
Lo que no cambia es la dotación para 1º y 2º de Primaria, donde los materiales no son reutilizables, pues los alumnos trabajan sobre los mismos y deben ser comprados cada año. Las familias con hijos en estos niveles disponen de cheques canjeables en librerías y grandes centros comerciales por valor de 160 euros.
Según la conselleria, 430.471 alumnos participan en Xarxallibres (83% del total). El programa afecta a Primaria y la ESO y es de implantación obligatoria en los centros públicos pero voluntaria para los concertados.
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