Son cerca de las nueve y la sucesión de trenes de Cercanías siguen llegando a la Estación del Norte de Valencia. Uno de los convoyes ... es de la línea C-3 que une los pueblos de la Ribera y la Costera con Valencia. En él viaja Juanjo Tomás. «No te puedes fiar. A veces suprimen trenes sin avisar», explica este usuario que todos los días se sube a uno de ellos y que está un poco desconcertado por el funcionamiento del servicio.
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La ministra de Transportes y Movilidad, Raquel Sánchez, se reunió el miércoles con el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, para abordar el problema de las Cercanías de Valencia. Sánchez anunció un plan que no cuenta con consignación presupuestaria. Además, avanzó que el servicio normal prepandemia, según aseguró, no se recuperará hasta mediados de junio. Mientras en estos meses continuarán las deficiencias que denuncian los usuarios.
La ministra anunció también un refuerzo de los servicios de autobuses y una rebaja del 35% en los billetes de los distintos abonos y billetes recurrentes a partir del 20 de enero y durante el primer trimestre del año.
Chelo viaja a Valencia desde Aldaya. «A veces subo porque voy a trabajar y en el último momento te avisan que se suprime alguno de los trenes. No te puedes fiar para llegar a un sitio a una hora», explica. Chelo es usuaria de la línea C-3 que une la capital de la Comunitat con Utiel. «Está abandonada. Antes de que se construyera el AVE tenía un buen servicio, pero ahora ya no», destaca.
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Para Chelo podría haber mucho mejor servicio «porque la gente está ahora desmotivada. Han hecho que no se coja el tren porque no puedes saber si te va a dejara tiempo para hacer una gestión».
Juanjo lo suele coger en Carcaixent. «En esta parada todavía encuentro sitio para poder sentarme. Pero los que suben después lo tienen más complicado». Echa en falta más seriedad en el servicio que calificó como «deficiente». No es que se suela retrasar mucho pero lo que más le fastidia es que se eliminan trenes avisando con muy poco tiempo de antelación para poder reaccionar.
Marina y Raquel también usuarias de esta misma línea. Se quejan de que con la pandemia se han eliminado trenes «y todavía no los han recuperado». A veces el convoy sufre demoras pero las quejas son por la reducción del servicio y la supresión sin prácticamente tiempo para reaccionar.
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Veronique se apresura y anda deprisa para montarse en un tren que la deje en Silla. «Generalmente voy de pie. Hay mucha gente, especialmente en las horas punta», señala. Aunque también apunta que la calidad del servicio depende de las horas.
María Alejandra, una joven que se dirige a Castellón, señala que «todavía me toca esperar casi 55 minutos para que salga el próximo tren». Aún así se muestra contenta con el servicio. «Hay bastantes trenes y suelo viajar bastante cómoda, sin apreturas.
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Ana acaba de llegar de Cullera con un tren de la línea C1 que une Valencia con Gandía. Señala que había muchos pasajeros en el tren pero que aún cabía más gente. Ahora espera para trasbordar al convoy que se dirige a Zaragoza. «Por comparación las Cercanías de Valencia son mejores y funcionan mejor que las de Aragón», explica y añade que «aquí hay un buen servicio».
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