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La valenciana Elvira Roda, conocida como la chica burbuja. LP

La chica burbuja valenciana necesita ayuda

Elvira Roda, que padece Sensibilidad Química Múltiple, sigue luchando con ayuda de familiares y amigos

H. E.

Valencia

Viernes, 9 de diciembre 2022, 13:13

Hubo un tiempo, allá por 2008, que la valenciana Elvira Roda copaba titulares de prensa y tenía su espacio en los informativos de televisión de las cadenas nacionales. Nadie la llamaba por su nombre, Elvira era conocida como 'la chica burbuja', con una enfermedad llamada Sensibilidad Química Múltiple. En aquellos años, cuando España vivía el punto álgido de otra burbuja, aparecieron benefactores como Paco 'el Pocero', que puso todos sus medios a disposición de Elvira. La valenciana fue tratada en Estados Unidos y aterrizó de vuelta en Manises en el avión del constructor.

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La crisis económica sumió a España en un bache y los pisos de El Pocero en Seseña no se vendieron a la velocidad esperada. La pensión vitalicia que el empresario prometió para Elvira tan sólo duró unos meses y la batalla volvió a su punto de inicio. La chica burbuja vive hoy en una casita en La Patacona, aislada de cualquier elemento químico que ponga en riesgo su salud, y familiares y amigos tratan de hacerle la vida un poquito más fácil.

Como todos los años, llega el mercadillo solidario para ayudar a Elvira Roda. Este domingo, de diez de la mañana y hasta las ocho de la tarde, en la calle Músico Belando del barrio de Benimaclet se montará un puesto para vender desde peluches a productos de cosmética, bebidas, cerámica, libros y demás artículos para echar una mano a Elvira Roda y su familia para sufragar los gastos de su tratamiento. Habrá sorteos también de productos navideños y como gran novedad en esta edición se va a sortear también un vuelo en el ultraligero de Nacho Tamarit.

Casi tres lustros después de que Elvira Roda copara los informativos y los titulares de prensa, la chica burbuja sigue en su pelea, conviviendo con una enfermedad que le hace vivir entre cuatro paredes, lejos de cualquier elemento químico que perturbe su rutina. Y un año más, sus amigos y familia han arrimado el hombro para ayudar a Elvira.

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