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La Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) tiene otra manera de saber cuánta agua llevó el barranco del Poyo la tarde de la dana y, ... sobre todo, cuándo llegó y cuánto tardó en hacerlo desde Riba-roja hasta Massanassa. El organismo de cuenca dispone de un caudalímetro «fantasma», cuyos datos «no son públicos», en Massanassa. Este marco de control, como la propia CHJ lo llama en el informe de adjudicación de los 45 sensores destruidos por el agua aquella tarde, se usa para saber si pasa agua desde la acequia de Favara hacia la Albufera. LAS PROVINCIAS pidió este miércoles los datos, pero fuentes del organismo descartaron facilitarlos y exhortaron a hacer una petición a través del Portal de Transparencia.
El marco de control de Massanassa se encuentra junto al barranco, cerca de la confluencia de las calles de Colom y Gregori Mayans de la localidad de l'Horta Sud. Se construyó cuando se instaló el Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH), precisamente para, entre otras cuestiones, saber cuánta agua va por el barranco del Poyo. No mide caudales de avenida, correcto, pero sí marca cuándo lleva agua la rambla. Disponer de sus datos cincominutales serviría para dictaminar la velocidad que llevaba el agua; si hubo más de una avenida provocada por barrancos como Horteta o Saleta, que vienen de la zona de Turís; o a qué hora se inundó l'Horta Sud. La CHJ dispone de estos datos, pero no los facilita porque, dice, «no son públicos».
Y no lo son, cierto. Se trata de un aforo 'fantasma', que no aparece en la página del SAIH. Este diario tiene conocimiento de la existencia del aforo desde el 19 de noviembre, cuando solicitó sus datos a la CHJ, que los negó argumentando que no existe «ningún pluviómetro» en Massanassa. Es verdad, dado que no es un pluviómetro, sino un «marco de control» como el de la A-3. Lo sabemos gracias al pliego de condiciones de las obras de emergencia para la reparación de daños en el SAIH ocasionados por la dana. En este documento se detallan todos los puntos de control destruidos por el agua. En el barranco del Poyo son tres: el de la rambla en la A-3, el ya famoso de Riba-roja; uno en la acequia de Favara y el «marco de control en la rambla del Poyo Massanassa», literalmente.
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La existencia de este aforo podría tener también interés para la jueza del juzgado de instrucción número 3 de Catarroja, toda vez que ha demandado información a la CHJ sobre la rambla en varias ocasiones. En el último documento remitido por el organismo que preside Miguel Polo, se apunta que era difícil que la CHJ supiera el agua que llegó a l'Horta Sud porque el único punto de control lo tienen aguas arriba de Torrent, donde el Poyo se junta con importantes ramblas que vienen de Turís, donde aquella tarde cayeron casi 800 litros por metro cuadrado.
«Únicamente la rambla del Poyo dispone de un punto de control automático de caudales en el cruce de la rambla con la carretera A-3 a efectos de comprobación de datos. Aguas abajo de dicho punto de control, confluyen importantes barrancos, capaces de aportar grandes caudales. Es el caso del barranco de la Horteta, del barranco de las Cabezas, del barranco de Gallego, del barranco de Pelos o del barranco de Santo Domingo entre otros, y que, por tanto, no se registran en el referido punto de control», indica la CHJ, que añade: «Únicamente pueden ser monitorizadores por el sensor SAIH los caudales que se generan en un 50% de la cuenca del Poyo, es decir, los caudales que se generan aguas arribas del sensor, pero no los que se generan aguas abajo».
Esto es, cuanto menos, una media verdad. El caudalímetro de Riba-roja permite saber cuánta agua venía de la zona de Chiva, cierto, y no la que vienen de Turís, también cierto. Es en Torrent donde el Poyo se une a los barrancos que vienen de las sierras del sur, que esa tarde aportaron casi 4.000 metros cúbicos por segundo, según los primeros cálculos. Así las cosas, si no hay ningún aforo aguas abajo, no hay manera de saber cuánta agua anegó Catarroja, Sedaví, Massanassa o las pedanías de Valencia. Pero se da la circunstancia de que sí hay. La CHJ, de hecho, llega hasta a mostrar una fotografía del dispositivo en el pliego de condiciones de la rehabilitación de los puntos de control.
El técnico de la CHJ Teodoro Estrela, que desempeñó el cargo de director general del Agua en el Ministerio de Transición Ecológica entre 2020 y 2023, declaró en una jornada informativa organizada por el Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de Valencia que, tras el paso de la riada, el SAIH «ha sufrido muchos daños» y cifró en 45 los puntos de control que se vieron afectados por el desastre. Estrela matizó que «en algunos casos han sido sensores, pero en otros ha sido obra civil que ha habido que reponer y todavía (cuatro meses después) no se han acabado todas las actuaciones». Cabe apuntar que la resolución de los contratos de emergencia para acometer dichas reparaciones, y a la que ha tenido acceso LAS PROVINCIAS, fue firmada por Polo el pasado 19 de noviembre.
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