AFP
Viernes, 25 de diciembre 2020, 23:41
Un árbol en miniatura colgado en la cabina de algunos camiones es lo único que recuerda a la Navidad en la pista del antiguo aeropuerto de Manston, donde miles de camioneros, varados lejos de sus familias, esperan a que les practiquen la prueba de Covid-19 para poder regresar a casa. «Es imposible», dice aliviado Pawel, un camionero polaco de 34 años, que tuvo la fortuna de poder realizar una prueba de coronavirus. «No tengo palabras para describir cómo nos sentimos. Todas nuestras familias nos están esperando, nos rompe el corazón», declaró. Ahora que ya pasó el test, tiene la intención de llegar a Folkestone, donde se encuentra la terminal que permite tomar el túnel del canal de la Mancha para «regresar a Polonia». Como él, miles de conductores se quedaron bloqueados cuando Francia, preocupada por una nueva cepa del coronavirus identificada en el sudeste de Inglaterra, cerró sus fronteras a los que provenían del Reino Unido. Incluyendo a Dover, el principal puerto que cruza el estrecho, y el túnel vecino, por donde circulan miles de camiones todos los días.
Publicidad
«Hemos estado bloqueados durante tres días», dice Valéri, un camionero ucraniano de 37 años, al que todavía no le han practicado la prueba. «Nos estacionaron allí y nos dijeron que esperáramos. Tenemos que irnos a casa ahora. Tal vez lleguemos a tiempo para Año Nuevo».
Suscríbete a Las Provincias al mejor precio: 3 meses por 1€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.