Cientos de personas están disfrutando este sábado del Festival de cometas de Valencia que se está celebrando en la playa del Cabanyal. Se trata de una exhibición de vuelos acrobáticos individuales y por equipos, con cometas estáticas y figuras gigantes, tipo delta o 3D de diferentes tamaños y colores que están llenando el cielo en este tramo del paseo marítimo.
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Hay 30 cometas de exhibición preparadas, algunas de ellas gigantes, como una espectacular medusa de colores que está desde primera hora desplegada al viento. Llegan a medir hasta 30 metros y pueden costar unos 6.000 euros. Hay cinco de este tamaño que se están volando durante el día en la zona perimetrada de exhibición y otra treintena de diversas medidas. En total, entre pilotos de los cachirulos y resto de la organización del evento, hay más de 60 personas trabajando en este festival, que tiene el patrocinio de la Fundación Deportiva Municipal del Ayuntamiento de Valencia.
Para Pascual Pérez, presidente de Milotxes Club, la principal asociación de cometas de la Comunitat, "la gente está viniendo a disfrutar del espectáculo y de la playa, el objetivo es llenar el cielo de cometas. Esta es una de las mejores atracciones que hay en Valencia", destaca. "Es complicado saber volar estas cometas aeroestáticas, yo llevo ya diez años intentando aprender, hay muchas medidas de seguridad", apunta el experto.
Además, muchas personas han decidido también acercarse al evento para, fuera de la zona delimitada de la exhibición, volar sus propias cometas, lo que aporta más espectáculo visual al tener más unidades volando a la vez. Así, a lo largo de toda la playa se pueden observar en torno a un centenar de cachirulos que acompañan a los que realizan la demostración, y cientos de personas, aprovechando el excelente día de sol que ha salido en Valencia, se han acercado a la playa para disfrutar de este colorido espectáculo.
Desde la empresa que organiza el evento, grupo A Riure, se han mostrado "sorprendidos por la cantidad de gente que ha venido a ver el festival, no esperábamos tantas personas", indica Alba Rodríguez, coordinadora de la organización. "No sólo están alrededor de la zona acotada viendo la exhibición, sino que hay muchísimas personas que también están volando sus propias cometas, el ambiente es muy bonito", añade. "Es un arte volar la cometa, no es sencillo, tiene un trabajo y un entrenamiento detrás", explica la joven.
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Este evento cumple su 24ª edición en la ciudad y se realiza una vez al año. En esta ocasión el buen tiempo está atrayendo a mucha gente, valencianos, curiosos y turistas que se están acercando a ver las cometas. Incluso gente que ha llegado desde otros municipios de la provincia para disfrutar del festival. Además hay un taller para niños, donde los pequeños pueden crear sus propias cometas para después volarlas. También hay dos competiciones para las mejores cometas hechas manualmente y otra sobre el mejor manejo de estos cachirulos.
Por la mañana, desde el inicio de la demostración a las 11 horas el viento no soplaba demasiado fuerte, pero a partir del mediodía la intensidad ha crecido un poco y ha permitido que se puedan ver en torno a un centenar de cometas de todos los tamaños a la vez sobre el cielo. Se han podido desplegar las 30 cometas que había preparadas para la exhibición, y junto a ellas, todas las de la gente particular que se ha acercado con sus propios cachirulos para crear un ambiente visual extraordinario.
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