La mujer de 82 años, en el Arnau de Vilanova, en un momento de la espera de una ambulancia que no llegó. LP

«Cinco horas tirados y sin ambulancia» en Valencia

La familia de una mujer de 82 años impedida denuncia la falta de traslado hospitalario tras una revisión en el Arnau de Vilanova y Sanidad atribuye el problema a un posible malentendido que los afectados niegan

J. A. Marrahí

Lunes, 20 de marzo 2023, 01:56

Esperando, esperando y esperando… Sin poder comer ni medicarse. Sin la ambulancia que habían solicitado como en anteriores ocasiones para regresar a casa tras una ... visita hospitalaria. Así se las vio este jueves una mujer de 82 años y en delicado estado de salud después de esperar durante cinco horas en el Arnau de Vilanova una ambulancia que no llegaba. Al final, tuvo que movilizarse su familia para rescatarla ante la indefinida dilación del servicio. Sanidad, sin embargo, asegura que el servicio se presentó y vincula lo ocurrido a un malentendido que los afectados niegan.

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La mujer, residente en Paterna, fue operada hace unos meses tras una fractura de cadera y arrastra otras complicaciones de salud que motivan continuas revisiones hospitalarias para su seguimiento. Además, ha perdido movilidad y precisa de silla de ruedas en sus desplazamientos. «Hasta una decena de veces hemos necesitado ambulancia para estas visitas y ha llegado sin ningún problema», indica el hijo de la afectada, Toni Sáez.

Hasta este jueves. En esta ocasión, madre e hijo acompañante precisaban un traslado al Arnau de Vilanova, centro que les corresponde por zona de residencia, «para una visita en consultas externas a causa de unas úlceras en los talones», detalla el acompañante de la paciente.

Llegaron poco antes de la una de la tarde y «todo transcurrió con normalidad». Una vez finalizada la visita médica, «seguimos los mismos trámites que en anteriores ocasiones», describe el familiar de la afectada. «Completamos la solicitud de la ambulancia de regreso en el propio centro y aguardamos su llegada». Su propósito era volver a casa para comer, pero la situación se complicó cuando empezaron a pasar los minutos sin que apareciera el vehículo de traslado sanitario.

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Madre e hijo esperaron pacientemente en admisión de consultas externas «un buen rato». Después, al ver que no llegaba la ambulancia y sin ninguna explicación del personal sobre el estado de la solicitud, preguntaron. «Una trabajadora del centro nos dijo que el servicio ya estaba pedido», asegura Sáez. Pero nada. Más espera.

Les llamó la atención ver cómo las ambulancias «estaban llegando con cuentagotas pero sí recogían a pacientes procedentes de traslados desde planta hospitalaria». Sin embargo, ellos, usuarios de consultas externas, no recibían el servicio público solicitado.

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El reloj marcó las tres de la tarde. «Nos dijeron entonces que iban a cerrar consultas externas y que debíamos trasladarnos a la zona de urgencias para aguardar. La empleada que nos había atendido para solicitar la ambulancia se marchó al terminar su turno de trabajo y nos quedamos ya sin interlocutor» en el citado departamento del Arnau.

Sin comer ni poder medicarse

Siguió pasando el tiempo. Los afectados por la dilación seguían preguntando al personal de urgencias sobre el estado de la ambulancia que no llegaba. «Hay que entender que mi madre estaba sin comer y que, al ser diabética, necesita una medicación que tenemos en casa. Tampoco podíamos marcharnos de allí a pegar un bocado por si en nuestra ausencia llegaba la ambulancia y nos quedábamos sin el traslado», añade el hijo de la paciente.

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No quedaba otra que esperar y esperar. «Tampoco podían proporcionarle allí la insulina que necesita por su enfermedad», detallan los afectados. Así que siguieron aguardando, con sus mascarillas puestas, sin comer y esperanzados en que en algún momento, quizá, llegaría la ambulancia.

Pero cuando la tarde avanzaba y seguían exactamente igual a las 18 horas la situación se hizo ya insostenible. No hubo más solución que pedir ayuda a un familiar. «Tampoco podíamos utilizar mi coche porque como es tipo 'suv', más elevado, es mucho más complicado entrar».

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Finalmente, se desplazó al hospital la cuñada del acompañante, con un vehículo más bajo y de acceso más fácil. En torno a las seis y media de la tarde, introdujeron a la paciente en el coche «como pudimos», colocaron la silla de ruedas entre los asientos traseros y de ese modo pudieron regresar, a duras penas, a Paterna. «Casi no cabía», describe este familiar.

«Cuando abandonamos el hospital había cinco ambulancias paradas esperando», añaden. «Realmente, no sabemos si lo que ha sucedido se debe a un error del personal del centro en la gestión de la solicitud de la ambulancia o existe algún problema relacionado con Fallas, pero lo cierto es que nos hemos sentido abandonados. Nos han dejado tirados cinco horas sin ambulancia», lamentan.

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La Conselleria de Sanidad atribuye el problema a un posible malentendido. Según su versión, la solicitud de la ambulancia se cumplimentó correctamente desde consultas externas del Arnau, «pero se le dijo a la paciente que tenía que esperar en urgencias porque consultas externas iba a cerrar».

Tal y como mantiene el departamento autonómico, el vehículo «llegó sobre las 15 horas a urgencias», unas dos después de la solicitud. «El conductor preguntó por ella, estuvo un rato esperando y como nadie reclamó ya se marchó». Sanidad asegura que el servicio está funcionando con «plena normalidad, sin que los cortes de Fallas estén afectando en modo alguno».

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Ante estas explicaciones, los afectados constatan que, en efecto, cerró consultas externas y se trasladaron a urgencias a continuar la espera, como se les dijo. «Pero allí no se presentó ninguna ambulancia a las 15 horas para recogernos ni preguntó nadie por nosotros para el traslado de vuelta, ni del hospital ni de ningún vehículo sanitario». Es más, «incluso minutos antes de las tres, entregué la documentación de la solicitud de ambulancia a la ventanilla de urgencias para que supieran que estábamos allí y me dijeron que ya estaba todo gestionado», apostilla Sáez. «Y ya no nos movimos de este punto».

Esperas de «hasta seis horas»

Otra mujer, Mari, ya denunció a principios de año las tardanzas y dificultades con las que se estaba encontrando para los continuos traslados hospitalarios que precisaba su hija entre el Hospital Doctor Moliner, donde estaba ingresada, y La Fe y el Clínico.

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Y, como en el caso del Arnau, «siempre en el momento de regreso». La mujer llegó a presentar varias quejas en el servicio de Atención e Información al Paciente (SAIP) por las largas esperas en los traslados. «En una ocasión, tras una consulta en el Clínico, estuvimos unas seis horas esperando en el área de Maternidad hasta que llegó la ambulancia». Otras dilaciones «fueron de tres o cuatro horas».

El Consejo de Enfermería de la Comunitat Valenciana (Cecova) ya ha denunciado en varias ocasiones el problema, que afecta también a los pacientes que necesitan tratamiento de diálisis. «Cada día crecen las quejas de usuarios y profesionales que detectan una evidente disminución de la calidad en los servicios de transporte y de tratamiento que está menoscabando la salud de estas personas», lamentaba el colectivo a principios de año. Vinculaban la situación a una posible falta de ambulancias o planificación de las rutas.

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En esta ocasión, Sanidad apuntó que los responsables del departamento iban a mantener una reunión con la empresa concesionaria del servicio «para hacer una valoración de su actividad y establecer puntos de mejora».

 

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