El circo de hacerle una PCR a tu hijo

Lo que aquí se narra pasó esta semana pasada en un colegio concertado de Valencia. Omitimos el nombre y la identidad de sus protagonistas para no señalar a ningún centro ni a ninguna persona por una realidad de colapso asistencial que en realidad afecta a toda la sanidad valenciana. Aula de un curso de Primaria. El positivo de un alumno obliga a confinar a todos los alumnos. Coordinación perfecta del centro escolar.

Una semana después llega el SMS de Sanidad para indicar qué día y en qué sitio se va a proceder a la realización de un test a todos los alumnos. En este caso toca en la carpa de PCR instalada en la parte trasera del Hospital General de Valencia. Los alumnos y los padres acuden allí con el SIP. Apenas hay cola a mediodía. «En 24 horas tendrá el resultado por SMS en el mismo teléfono en el que recibió el aviso de test», indica una de las sanitarias.

Tres días después hay algunos alumnos que no han recibido confirmación oficial del test. Es la consecuencia del colapso que sufren los centros de salud y los propios hospitales y que ha obligado incluso a Sanidad a contratar a empresas privadas para realizar los test. En el caso que narramos, el test se realizó el pasado lunes. Hoy, aunque la mayoría de los alumnos recibieron el resultado en el plazo marcado, hay casos de progenitores que hoy aún no lo saben por la vía oficial.

Algunos acuden a conocidos en hospitales para enterarse del resultado. En varios casos, el negativo constaba ya en los archivos del Hospital General, pero no había sido comunicado a los afectados, pese a tener el número de móvil, lo que constata la falta de coordinación entre servicios y la saturación de los centros de salud. En otros casos, los padres acuden directamente a su ambulatorio y preguntan el resultado a los pediatras, saliendo así de dudas. Mientras, Sánchez anunciaba ayer un refuerzo e impulso de la realización de test y rastreo. Del dicho al hecho...