Una colaboración que encuentra su origen en 1976

La relación de la Administración con el IVO se estableció en 1976. Hasta el 31 de diciembre de 2016 se mantuvo, con algunas prórrogas, el convenio anterior. En enero de este año comenzó una nueva etapa marcada por la apuesta de Sanidad por la acción concertada con entidades sin ánimo de lucro. Tras las tensas negociaciones se alcanzó el convenio en el que se fundamenta la derivación de pacientes. En enero se conoció que el convenio estaba vencido desde el 31 de diciembre anterior. La respuesta que ofreció la Conselleria de Sanidad fue la fórmula de la acción concertada con entidades sin ánimo de lucro. La iniciativa implicaba convocar un concurso.

Este llegó y poco después el IVO anunció su renuncia al concierto al considerar «irregular» la convocatoria. En su momento puntualizaron que la acción concertada «tiene que tratarse de una acción bilateral y el beneficio tiene que ser igual a cero». Además, explicaron que la bilateralidad supone que «no puede existir un filtro, no puede estar limitada la actividad por la Administración». Frente a las críticas del IVO el departamento autonómico que dirige Carmen Montón, defendió la convocatoria.

La tensión aumentó entre las partes hasta el punto de que la consellera de Sanidad dijo que no pensaba negociar el concierto para la atención a los enfermos de cáncer -se replanteaba, incluso, si aprobar la prórroga que ha solicitado la entidad-, que no va a sacar el servicio a concurso y que la sanidad pública está «perfectamente preparada» para asumir a todos los pacientes. Finalmente llegó el acuerdo, tras la intervención en las conversaciones del presidente del Consell.