Pánico por un 'conjuro de amor'

Un caso de violencia machista, una piña con arcanos ingredientes y un alarmado vecino que decía haber visto a supuestos árabes colocando un paquete en las vías del tren. Elementos tan dispares confluyen en una investigación de la Policía Nacional en torno a un supuesto maltratador que, con intención de recuperar a su pareja, dispuso un 'conjuro de amor' en forma de piña rellena de extraños objetos sobre las vías del tren en Alicante.

La aparente tontería acabó en un buen lío y no pocas molestias. Las necesarias cautelas por si se trataba de una bomba provocaron un corte ferroviario durante dos horas, lo que afectó a un tren de larga distancia y siete de Cercanías. En total, 135 viajeros afectados.

Todo sucedió el día 15, justo uno después del de los enamorados. Un vecino alertó a la Policía Nacional. Sobre las 13.30 horas decía haber visto a dos individuos que parecían ser árabes y rezar junto a un paquete negro sobre la vía del tren cerca de la avenida de la Carretera de Ocaña. El susto estaba servido.

Cuando llegaron los primeros agentes comprobaron que, en efecto, algo raro había. Por precaución se acordó el corte ferroviario y el asunto paso a manos de los Técnicos en Desactivación de Artefactos Explosivos. Los TEDAX destaparon el objeto extraño y resultó ser una piña. Pero no cualquier piña. Estaba abierta, vaciada de su frutal e inofensiva sustancia y rellenada con clavos, alfileres, posos de café, uvas, dos papeles y semillas de color rojo y negro. Aparentemente, un ritual y sin elementos explosivos.

Pesquisas posteriores llevaron al arresto por presuntos desórdenes públicos de un español de 38 años. Dijo que era un 'conjuro de amor' para recuperar a su expareja, que le había dejado recientemente. Lo que no ha trascendido es quiénes eran las misteriosas figuras orantes que dijo ver el testigo en torno a la línea férrea durante el proceso de invocación de los supuestos poderes y energías de la piña rellena.

El sospechoso se confesó aficionado al esoterismo. La gran despensa de internet le había dado la receta esotérica de su compuesto a partir de la fruta. Las semillas de color rojo y negro provienen de la planta 'Abrus pecatorius', regaliz americano, y contiene la sustancia abrina, tóxica y prohibida. En el ritualismo se conoce como 'peonia'.

Además, la piña también escondía dos trozos de papel: en uno aparecía el nombre de la expareja deseada y en el segundo, con claros ánimos de maldición, el dibujo de una calavera junto a otros nombres, el de su exsuegra y el de un hombre. La policía sospecha que podría tratarse del nuevo novio de la mujer.

Lo que ha quedado bastante claro es que es que de amor, lo que realmente es amor, nada. El miércoles, su expareja presentó contra él una denuncia por un supuesto caso de violencia machista. Tras un juicio rápido, se le impuso al hombre un año de alejamiento sobre la víctima y a la prohibición de comunicarse con ella durante este periodo.