Los absurdos de la nueva ley de bienestar animal: lazarillos, perros policía y canes de rescate se consideran mascotas

Esto supone que si un perro lazarillo es atropellado, si uno de la Guardia Civil se lesiona una pata en una persecución o uno de caza sufre un percance en una batida los propietarios podrán ser multados por maltrato animal con un importe económico que oscila entre los 3.001 y 9.000 euros al ser falta grave.

Así lo contemplan las enmiendas presentadas por los partidos del Botánico a la ley del Consell. En estas correcciones al texto se pasa a considerar como animales de compañía a todos los perros sin tener en cuenta si ejercen alguna función determinada como servir de guía a un invidente; ser un perro de la policía o de los bomberos o ser un animal destinado a la caza.

Así en el artículo cinco de la ley, donde se define qué son los animales de compañía, se incluye, en la nueva redacción, todo tipo de perros sin tener en cuenta si tienen esa función determinada.

En este punto los tres partidos del Botánico siguen la redacción de la ley nacional de Bienestar Animal que se está debatiendo en el Congreso de los Diputados. En ella no se distingue entre los perros que son de compañía y los que desempeñan alguna función especial. En este punto el PSOE se ha desmarcado de Podemos y pedirá en sus enmiendas, tal y como ha avanzado su portavoz, Patxi López, que se establezca un reglamento específico para animales que se dedican a la caza, trabajan para las Fuerzas de Seguridad o Bomberos o tienen cualquier otra función social.

Este era también el espíritu inicial del proyecto cuando salió de la Conselleria de Agricultura. Contaba con un texto consensuado con todos los sectores implicados a través de reuniones que se prolongaron durante un año hasta que se alcanzó el acuerdo.

De ahí la sorpresa de los gestores de la Conselleria de Agricultura, entre los que se encuentra el secretario autonómico de Agricultura, Roger Llanes, que ha estado especialmente implicado en la redacción de este texto legal. Y es que los tres partidos que sustentan al Consell han procedido con su batería de enmiendas, que ocupan 133 páginas, a cambiar sustancialmente el texto que salió del departamento que dirige Mireia Mollà sin una consulta previa con ellos.

El malestar de los altos cargos autonómicos se centra especialmente en el papel jugado por David Calvo, el portavoz socialista que firma las enmiendas junto a Compromís y Podemos. Calvo se ha distanciado tanto de la posición esgrimida por la conselleria como del criterio del PSOE nacional que considera que los perros con alguna función específica no son animales de compañía y por lo tanto cualquier incidencia que sufran en ejercicio de sus cometidos no se trata de maltrato animal.

Lo habitual en un proyecto de ley tramitado por el ejecutivo es que cualquier cambio que se quiera introducir en el texto durante su periplo parlamentario sea consensuado mediante consultas previas. Pero no ha sido lo que ha pasado con la ley de Bienestar Animal donde los partidos que sustentan al Consell han procedido a modificar el texto sin tener en cuenta a la conselleria con el consiguiente malestar de los que han redactado el texto.

Entre los cambios introducidos se encuentra la propia definición de maltrato animal que en la enmienda no exige que la acción u omisión sea intencionada como sí aparecía en el texto original. También han endurecido el régimen de sanciones de forma algunas de las leves han pasado a ser consideradas como graves y estas a muy graves.

Desde la Federación de Caza, una de las asociaciones más afectadas por esta redacción, consideran que debe suprimirse la definición de animales de compañía pues se equipara a los perros con funciones específicas con las mascotas.

Fuentes de esta federación han señalado que esperan que durante el trámite parlamentario se respete el texto consensuado ya que en caso contrario están dispuestos a salir a la calle en defensa de la caza.

Por su lado, el PP ha presentado 81 enmiendas dirigidas a respetar "la función social de los perros de caza". Desde esta formación señalan que "esperamos que las enmiendas de los grupos del tripartito no se alineen a la ley nacional y mantengan un espíritu de acuerdo".