El coronavirus, fuera de control en la Comunitat: 27 municipios con más de 1.000 casos por 100.000 habitantes

La situación es muy preocupante en la Comunitat Valenciana a las puertas de la Nochevieja y ya hay 27 municipios, doce más que en la última actualización, con más de 1.000 positivos de coronavirus por cada 100.000 habitantes. El semáforo del Covid-19 marca un riesgo extremo cuando la incidencia de casos acumulados en las últimas dos semanas es superior a los 250 positivos por cada 100.000 habitantes. En la Comunitat hay ahora mismo 211 municipios con una incidencia superior a los 250 casos pero el foco está en las 27 localidades que superan un acumulado de más de 1.000 positivos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días.

La incidencia acumulada más alta está en Mata de Morella, con una tasa de 3.614,46 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días. La localidad del interior de Castellón, con 166 habitantes, ha confirmado seis casos en los últimos 14 días. La situación en El Verger, con 116 casos en las últimas dos semanas para una población de 4.640 personas, sigue preocupando ya que presenta una incidencia de 2.500 positivos por cada 100.000 habitantes. Multiplica por diez el máximo que marca el riesgo extremo. La práctica totalidad de los casos se han dado en la residencia de mayores, con un brote que ha arrasado entre residentes y personal sociosanitario. El otro municipio de la Comunitat que en estos momentos supera la incidencia de 2.000 es Fontanars dels Aforins (2.265), con 22 casos que han disparado su estadística.

Entre 1.000 y 2.000 casos por cada 100.000 habitantes hay otros 24 municipios de la Comunitat: Algimia de Alfara (1.879), Forcall (1.720), Albocàsser (1.450), Llosa de Ranes (1.426), Anna (1.369), Jarafuel (1.326), Guadasequies (1.282), Canals (1.273), La Romana (1.232), Rotglà i l'Enova (1.230), Montaverner (1.226), Alfarrasí (1.224), Sella (1.206), Vistabella del Maestrazgo (1.179), Real de Gandia (1.178), Soneja (1.174), El Toro (1.171), Rótova (1.159), Ayora (1.148), Pedralba (1.115), Titaguas (1.103), Genovés (1.090), Villargordo del Cabriel (1.018) y Caudete de las Fuentes (1.000).

La incidencia en el interior de la provincia de Castellón, en el Valle de Ayora y en el área del departamento de salud de Xàtiva se ha disparado y hay localidades que viven una segunda ola en una situación muy preocupante.

Aunque en este recuento ha quedado por debajo de los 1.000 casos por cada 100.000 habitantes, Cheste vive una situación angustiosa ya que los contagios no descienden. El alcalde de la localidad, José Morell, ha remitido una carta a la Conselleria de Sanidad en la que incluso plantea el confinamiento de la localidad si es necesario. Cheste pide ayuda a la Generalitat para controlar la situación, que se aporte todo el personal y el material necesario para tratar de controlar los contagios. Cheste asegura que ha llegado al límite de sus competencias en la adopción de medidas y afirma que pese a tener controlado el 85% de la trazabilidad de los positivos, no mejora la situación. Aunque la incidencia es de 953 positivos por cada 100.000 habitantes, una nota interna del centro de salud informa de 2.000 casos por cada 100.000 habitantes.

En Canals la situación tampoco mejora y la incidencia acumulada sigue aumentando con 1.273 positivos por cada 100.000 habitantes. En las últimas dos semanas contabiliza 173 positivos para una población de 13.587 personas. Benicarló y Utiel, sin llegar a una incidencia de 1.000, también están en el punto de mira por el alto número de contagiados en poblaciones tan grandes.

En la Comunitat hay 211 municipios en una situación de riesgo extremo, con una incidencia superior a los 250 positivos por cada 100.000 habitantes. El corte está en Albal, con 250 contagios en las últimas dos semanas.

Las fiestas navideñas han avivado los brotes, la mayoría de ellos de origen social, y ahora mismo dos de cada diez valencianos que se someten a una PCR o test de antígeno dan positivo. La tasa de positividad, de casi el 23% en la última valoración de la Comunitat publicada por el Ministerio de Sanidad, provoca que la vigilancia sea extrema de cara a la presión hospitalaria. Esta tasa es la más alta de España.