Una joven voluntaria durante la acción de recogida de residuos en el puerto de Catarroja. ADOLFO BENETÓ

Cosechadores de residuos de la DANA de Valencia

Decenas de voluntarios acuden al puerto de Catarroja para retirar restos de la riada en el Parque Natural de la Albufera I Actúan en campos sembrados de plásticos, ruedas, latas y envases que todavía contienen productos de riesgo para el territorio protegido

Laura Garcés

Valencia

Domingo, 24 de noviembre 2024, 01:06

Las guerras, se sabe, se ganan batalla a batalla. Y la del barro que ahora se libra en Valencia lo demuestra. Primero hubo que rescatar a los afectados y retirar los lodos y cuanto estos arrancaron a los pueblos desde sus calles y sus casas. ... Había que devolver los hogares a quienes los perdieron. El paisaje de la riada ha ido cambiando semana a semana desde el fatídico 29 de octubre. Pero al paisaje de la riada todavía le quedan batallas por ganar. Aún no está, ni de lejos, como lo encontró la furiosa corriente.

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En el puerto de Catarroja, en el umbral del lago de la Albufera, dentro del Parque Natural, se han reunido este sábado medio centenar de personas dispuestas a limpiar un paraje de gran riqueza natural que siendo mucho, todavía es más si se asume como patrimonio cultural de los valencianos. Son voluntarios de la naturaleza que han llegado para retirar la embarrada basura que el desastre ha depositado en el paraje.

Han acudido a la cita llamados por distintas asociaciones. Eva Tudela, representante de Acció Ecologista Agró, explica que también se han sumado colectivos como Bioagradables, CoCircular, Ambient y la asociación de Educadores Ambientales de la Comunidad Valenciana hasta sumar «unas cincuenta personas».

Se han puesto las botas, han protegido sus manos con guantes y la boca con mascarilla. Han tomado las pinzas, los sacos y las bolsas indicadas y se han lanzado a una extensa superficie de arrozal. Los voluntarios esparcidos por el terreno señalado devuelven una imagen que se asemejaba a la de un grupo de cosechadores. Pero esta vez no buscaban el fruto de un campo. Estaban retirando los restos del barro de aquella noche tan oscura sin más intención que abrir el camino hacia frutos de futuro.

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Muchas macetas de plástico tal vez arrastradas desde un vivero cercano, o quizás no tan cercano. Una rueda de camión y balizas de plástico robadas a alguna carretera. También una bota de esquí, una zapatilla de deporte, el asiento del cochecito de un niño y algún juguete. Piezas metálicas que cuesta identificar, una pieza de 'pavés', botellas y garrafas de plástico, latas y hasta envases todavía llenos de algún producto químico... Todo eso, y muchos desechos más de la tragedia se encontraban enredados en cañas y barro.

«Recogemos los residuos no degradables. Hemos contactado con la asociación CoCircular, que a su vez está en contacto con gestoras de residuos que nos han dicho que si los seleccionamos se lo podrán llevar y así se podrá reciclar», advierte Eva Tudela.

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Los voluntarios de la naturaleza sacan los desechos del campo y los amontonan junto al camino. Los montones son distintos. Plástico duro, plástico blando, metales y también «hay alguna rueda, que dejaremos aparte porque los neumáticos se reciclan de otra manera». Las botellas de productos «que puedan ser peligrosos» y que la riada no vació no las recogen, sólo marcan dónde están para ponerlo en conocimiento de los gestores del Parque Natural. «Y si encontramos algún animal no doméstico muerto, también lo dejamos». Eso sí, con las coordenadas señaladas.

La acción está cargada de significado. «Al puerto de Catarroja lo queremos mucho porque se había recuperado, se le había dado un carácter muy ambiental y también se había recuperado turísticamente. Se había conseguido darle lustre y ahora se ha pedido con todo esto», apunta Eva Tudela.

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Elena Gómez, de la asociación Ambients, se suma a las declaraciones. Mientras recoge residuos con la pinza lamenta: «Dicen que esta es la catástrofe natural más grave que ha sufrido la Albufera desde hace cuatro décadas». Lo tuvieron claro desde el primer momento: «Cuando sucedió pensamos que iba a ser una catástrofe humanitaria y también medioambiental». Para aportar en favor de la recuperación se acercaron ayer hasta el puerto de Catarroja. Llegaron desde Carcaixent, Puçol, Vila-real, Valencia, Turís... De muchos destinos. El sábado 23 de noviembre sólo ha sido el primer día. Pero tienen previsto volver. Regresarán allí o donde algún enclave natural reclame su ayuda.

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