El valenciano que creó un icono mundial en 'La Casa de Papel'

El éxito de la serie 'La Casa de Papel' ha sido tan arrollador que en cualquier lugar del planeta no sólo la conocen, sino que se ven por todas partes reproducciones de la archiconocida careta. La vestimenta de los atracadores, con el rostro de Dalí y el mono rojo, se ha convertido en un icono mundial y eso fue una creación del valenciano Abdón Alcañiz. A los 32 años, este joven de Sueca, que apenas tenía experiencia, se convirtió en director de arte de la producción española e ideó una puesta en escena que ya forma parte de la historia de la televisión.

Toda la atmósfera de la serie la diseñó él. «Llevo la dirección de arte, todo el desarrollo visual, me dedico a hacer tangible el guion, diseñar decorados, hacer ese Banco de España ficticio, el color del vestuario, como el rojo del uniforme; las máscaras, que elegimos Dalí porque le da un punto de arte», explica.

Admite que su trabajo ha trascendido mundialmente, y le llena de orgullo: «Hemos creado un icono, cuando ves gente disfrazada por todo el mundo. Ahora hay botellines de cerveza con la máscara, tienes amigos que se visten así, es una pasada, algo que te alimenta el ego de forma espectacular. Lograr esto pasa muy pocas veces, es un símbolo». Incluso, otro éxito mundial como 'El juego del calamar' usa un vestuario casi calcado al mono rojo que él creó. «Empiezas a sentir que eres un referente visual, me parece divertido y muy bonito, no es una copia».

Ha tenido que trabajar en todas las circunstancias imaginables, como crear e improvisar un decorado que funcionara bajo el agua sin estropearse. «Lo que yo he vivido en cinco años en la serie, hay directores de arte que no lo viven en toda su carrera».

No obstante, Abdón prefiere hablar en plural para destacar el trabajo de su grupo, que en la primera temporada era de 12 personas y que ha terminado la serie (la última temporada se estrenará el 3 de diciembre) con casi medio centenar. En una reunión con su equipo decidieron que los atracadores se llamarían con nombre de ciudad, una escena que luego se convirtió en realidad al inicio de la serie.

Es consciente de que puede que no vuelva a vivir «este fenómeno mundial», por eso se siente afortunado. «Mi carrera tiene un antes y un después de 'La Casa de Papel', un proyecto que empieza de forma nacional con un presupuesto concreto, por eso entré como director de arte, ya que estaba en mis inicios. Pero el éxito internacional lo ha convertido en cinco años de experiencia impagable y un cambio de ciclo de ser profesional a triunfar, ser reconocido», asegura. A sus 37 años trabaja para Netflix y recibe ofertas de Arabia Saudí, Colombia, Inglaterra, Turquía...

Ahora mismo Abdón está inmerso en el rodaje de otro éxito de la plataforma, 'Sky rojo', en su tercera temporada. «Estoy entregadísimo, tiene mucha parte visual y plástica, los decorados, los espacios, cada vehículo que ves lo estoy diseñando como un personaje más, como si fuera un protagonista. He aprendido a construir un edificio por fuera, de un amasijo de hierros a montar el club e incluso una carretera», destaca.

Desde siempre tuvo clara su vena artística, y tras formarse en el Campus de Gandia de la UPV empezó a abrirse camino en cortos como 'La victoria de Úrsula'. «Fue muy duro, lloré pero descubrí que eso era a lo que yo quería dedicarme». Y es precisamente otro corto, 'Un millón', el que le cambia la vida. Los directores fueron Álex Rodrigo y Migue Amoedo, que eran compañeros en la serie 'Vis a vis' de Álex Pina, director de 'La Casa de Papel', que le hizo una entrevista y lo fichó para Vancouver Media como director de arte.

Ya en esa compañía ha desarrollado series como 'El Embarcadero' y 'El desentierro'. «Me siento orgulloso porque he podido llevarlos a cabo en mi tierra, en los campos de arroz, es como volver a descubrir tus orígenes», expresa.

Y aunque vive entre Madrid y Barcelona, vuelve a la Comunitat para ejercer como profesor. «Gracias a este éxito se me ha abierto la puerta de la docencia, en la Politécnica, en la revista AD de interiorismo, o en la escuela Barreira de diseño».