Crispación entre los universitarios por el elevado peso de los exámenes online

El alumnado universitario se enfrenta a un segundo cuatrimestre inédito que en el caso de la red pública implicará la realización de exámenes a distancia mediante herramientas informáticas, unas pruebas que en muchos casos tendrán un elevado peso en la calificación final de las asignaturas. No es el modelo preferido por los representantes estudiantiles, que abogan por primar la evaluación continua. Es decir, valorar el trabajo realizado durante todo el curso más que fiar el aprobado o el suspenso a una prueba concreta.

La diferencia entre el escenario planteado desde de las facultades y las preferencias de los alumnos ha provocado las críticas de diferentes entidades, que además lamentan que exista más preocupación por aplicar métodos para que los universitarios no copien que por adaptar y flexibilizar la evaluación.

«En casos puntuales se han escuchado los planteamientos de los estudiantes, pero de manera general han sido desoídos», explica Andrés Fernández, coordinador de la Asamblea General de Estudiantes, el órgano de participación del colectivo de la Universitat (UV). «Hay crispación y preocupación. Se han empezado a conocer las modificaciones de las guías docentes y en muchos casos hay alarma porque los porcentajes (el peso de los exámenes) apenas han cambiado o las variaciones van en contra de lo planteado», añade. Se refiere a las peticiones trasladadas por los representantes del alumnado en las Comisiones Académicas de Título (CAT), donde se aprueban los cambios en la evaluación debido a la situación excepcional.

Sobre el peso de las pruebas, Fernández señala que «cada facultad se ha adaptado, aunque hay una sobrerrepresentación, sobre todo en estudios de Ciencias Sociales y Jurídicas», si bien insiste en que hay más diversidad en las carreras científicas.

La presión también se da a nivel particular. Ayer, 24 horas antes de que el Consejo de Gobierno de la Universitat valide los cambios en los criterios de evaluación, trascendió una carta abierta firmada por más de 60 alumnos que incidía en la misma línea. «La mayoría de las CAT parecen haber decidido que el mayor peso de nuestra evaluación recaerá sobre un examen final online de todo el contenido de la materia, no teniendo en cuenta la opinión trasladada por los estudiantes pese a que el Ministro de Universidades recomendara flexibilidad y escucha», dice.

El jueves Manuel Castells insistió durante su comparecencia en la necesidad de consultar los cambios, si llegar a pedir que los alumnos decidan. «Hay que hablar y consultar rápidamente. Y hay que adaptarse a las condiciones de cada estudiante, tecnológicas y pedagógicas», dijo.

«La evaluación continua es una opción más flexible, y sería una gran ayuda motivacional saber que el trabajo y el esfuerzo que estamos realizando durante estas semanas se verá recompensado», continúa la carta abierta. «El método de un gran examen final no se adapta a la situación que estamos viviendo», añade.

Desde la Coordinadora de Representantes de Estudiantes de las Universidades Públicas, representativa a nivel estatal, coinciden con el diagnóstico. «Hay universidades con problemas porque no ha habido comunicación con el alumnado», explica Laura Alcaide, que también es portavoz del Consell de l'Estudiantat de la Jaume I. Además, lamenta que muchos docentes «se estén preocupando más por establecer mecanismos vigilancia para que el estudiantado no copie que en adaptar la docencia y la evaluación a la situación actual».

La coordinadora apuesta por la evaluación continua sin que «recaiga todo el peso sobre pruebas que no tienen todas las garantías de ser ejecutadas correctamente (por problemas de la plataforma) y en condiciones de igualdad», pues no todos los alumnos tiene el mismo acceso tecnológico. Respecto a la UJI, destaca que el Rectorado ha escuchado sus peticiones aunque reconoce que la concreción final depende de cada docente.

Andrea Paricio, vicepresidenta del Consejo Interuniversitario Valenciano de Estudiantes, también lamenta que se ponga el foco en el control por videoconferencia de los exámenes «más que en adaptar las guías docentes» y que aún haya alumnos que no sepan cómo se les evaluará. Además, mañana participará en una reunión entre la Conselleria de Universidades y representantes de todas las instituciones públicas donde pedirán que los suspensos de esta convocatoria no impliquen subir las tasas a la hora de volver a matricularse, manteniéndose los precios iniciales.