Uno de cada cuatro fallecidos por coronavirus en la Comunitat vivía en una residencia

«Las residencias de mayores son un punto crítico». Así de clara se mostró ayer Ana Barceló, consellera de Sanidad, durante la rueda de prensa diaria para informar sobre la situación del coronavirus, que afecta de forma especial a los asilos valencianos. Unos centros en los que el número de fallecimientos no deja de aumentar y en donde ya registran una de cada cuatro muertes por esta enfermedad, 98 de las 395.

Los ancianos son el colectivo con una mayor tasa de mortalidad ya que suelen contar con una serie de patologías previas que complica la recuperación y en muchos casos requieren cuidados intensivos. A esta situación se le suma el hecho de que en los asilos se concentra un número importante de personas mayores que tienen contacto entre ellos y, por tanto, la infección puede propagarse más fácil que en otros entornos. Por ello, desde el Consell y tras un acuerdo entre la conselleria de Sanidad que dirige la socialista Ana Barceló y la vicepresidencia de Mónica Oltra, que tiene las competencias de las residencias, se impulsó ayer una medida para dividir a los ancianos contagiados y los sanos en diferentes centros con el objetivo de «romper la cadena de contagio».

El protocolo, que se pondrá en marcha en los próximos días, prevé que se establezcan algunas residencias como puntos de referencia en las que solo estén presentes ancianos que padezcan el coronavirus. Según la conselleria de Sanidad, serán unas instalaciones que estarán dotadas con personal sanitario de la Generalitat y en la práctica funcionarán como pequeños hospitales aunque no contarán con todo el material y por ello, si es necesario, se transferirá a los usuarios más graves a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital de la que dependa la residencia. A falta de confirmación oficial, se espera que alguno de los geriátricos ya intervenidos, como la de Santa Elena de Torrent o la Domus Vi de Alcoy, sean las primera que solo cuenten con pacientes infectados. Desde estas dos instalaciones informaron que apenas cuentan con usuarios que no hayan contraído la enfermedad.

En las otras residencias se buscará que no haya ningún infectado y continuarán siendo gestionadas sin la intervención de la conselleria de Sanidad ya sean de titularidad pública o privada. Por ello, en los próximos días se espera que en los centros que cuenten con pocos usuarios con coronavirus se traslade a los enfermos a otros edificios. Esta decisión llega después de que se haya verificado que no es posible el aislamiento en muchos casos o que no funciona como debería.

Llama la atención que la Generalitat haya decidido poner en marcha esta medida pactada entre Barceló y Oltra después de que Compromís calificase de «guetos» esta propuesta hace diez días. La semana pasada, Elena Bastidas, diputada del PP, planteó a Oltra que dedicase un centro residencial por provincia a centralizar los casos de personas mayores afectadas y los nacionalistas le reclamaron «que dejase de plantear ocurrencias». En concreto, fue el diputado Carles Esteve el que señaló en un duro comunicado que tanto Bastidas como los populares tenían «un preocupante desconocimiento de la situación». Además, subrayó que el PP no tenía «mucho interés en los protocolos que se están aplicando, sino no hubiera hecho pública la ocurrencia de crear guetos provinciales para las personas mayores de las residencias con coronavirus, trasladando y confinando a los enfermos como si estuviéramos en siglos pasados».

En la rueda de prensa, Barceló también actualizó los datos relativos a los geriátricos valencianos. En la actualidad hay 80 centros en los que se ha detectado algún caso positivo, ocho más que en la jornada anterior, aunque matizó que de muy diferente índole ya que en determinadas instalaciones tan solo hay un infectado. Siete de estos geriátricos están intervenidos por Sanidad y la mayor parte de los asilos (52) se encuentran en la provincia de Valencia mientras que en Alicante hay una veintena y en Castellón ocho.

El número de casos positivos continúa su incremento y asciende a 459 mientras que hay 150 trabajadores que han dado positivo a las pruebas y decenas que se encuentran en cuarentena por presentar síntomas compatibles con la enfermedad a la espera de que se les realicen los test. En la comarca de la Ribera se confirmó el primer caso positivo en la residencia de Carlet, una de las mayores de la Comunitat. Además, según fuentes cercanas al centro, otros tres residentes permanecen aislados ante la sospecha de que también pudieran estar afectados. En Torrent, además de en Santa Elena otra de las residencias de la ciudad cuenta con dos personas contagiadas por el coronavirus, en Puçol un centro público cuenta con un usuario que ha dado positivo y en Catarroja se han registrado varios casos confirmados en diferentes geriátricos del municipio y un muerto. Por todos estos episodios, desde las diferentes residencias se sigue reclamando material de protección y piden estar abastecidos en todo momento para que los trabajadores no se expongan a la enfermedad ni sean portadores y puedan expandirla.

Barceló quiso recordar que la mayor parte de las muertes se producen en personas de edad avanzada y por ello se explican los datos de las residencias. En la Comunitat aún no ha habido ningún fallecido por coronavirus menor de 30 años y hasta los 60 años la enfermedad tiene poca incidencia. Es la franja de edad de entre 80 y 89 años la que registra más muertes, un 37,9% de las totales, y por ello se debe tener un especial control en las residencias.

La medida anunciada por Barceló contó con el visto bueno de la Asociación Empresarial de Residencias y Servicios de Atención a la Dependencia de la Comunitat Valenciana (Aerte). El presidente de la entidad, José María Toro, aseguró que agrupar a residentes afectados con Covid-19 en determinados centros es una manera «de poder atender las circunstancias sanitarias de estas personas de manera eficaz». Así lo indicó Toro en declaraciones a Europa Press, en las que quiso recalcar que si la administración tiene que mandar personal a todas las residencias con casos, como se estaba haciendo cuando se superaba un número de contagios, «es caótico». Para Aerte, esta opción de agrupar en centros concretos para medicalizarlos puede conseguir «que se atiendan en mejores circunstancias».