Salud mental: cuatro meses sin especialistas

La idea era crear nueve unidades en los municipios afectados, que contaran con un total de 42 profesionales, que habría que añadir a los que ya están trabajando en la zona.

Cada una unidad iba a estar integrada por cuatro profesionales sanitarios y no sanitarios, a los que se sumarían un psicólogo clínico y un psiquiatra por cada tres de estas unidades. No obstante, el número y el de sus profesionales también podrán ser ampliadas en función de la demanda y estarán operativas inicialmente durante un periodo mínimo de un año con posibilidad de extender su presencia hasta los 15 meses o el tiempo que sea necesario.

Estas unidades actuarán en diversas fases, desde dar una respuesta inmediata, unos primeros auxilios psicológicos, a niveles más avanzados como apoyo en la prevención de la salud mental, atención niños y adolescentes, asistencia más personalizada en los casos más vulnerables o que hayan vivido experiencias muy difíciles e incluso el grado más alto, las personas con cuadros clínicos traumáticos, que contarán con servicios asistenciales especializados

Por otro lado, la Conselleria de Sanidad ha movilizado un total de 120 profesionales de salud mental. Entre ellos, se han puesto en marcha cuatro Unidades de Atención al Trauma Psicológico, destinadas a proporcionar atención integral a los afectados. Estas unidades ya están en funcionamiento en los departamentos de salud de La Fe, Hospital General, Doctor Peset de Valencia y La Ribera. Tras la riada, Sanidad empezó a activar progresivamente y en función de la accesibilidad que se iba teniendo, los 17 puntos extraordinarios instalados en diferentes municipios de las zonas afectadas de l'Horta Sud y de La Ribera.

Quienes están actuando ya son los psicólogos. Desde el Colegio oficial de Valencia se ha organizado una plataforma de profesionales voluntarios que colaboran con los ayuntamientos atendiendo a personas afectadas por algún tipo de trastorno. Una de ellas es Pepa Fuster, psicóloga y miembro de la asociación EMDR España, que ya ha recorrido varios municipios afectados por la dana en los que ha mantenido distintas sesiones grupales.

Fuster señala que el objetivo de la intervención es evitar que los afectados desarrollen un trastorno de estrés postraumático que puede surgir con el tiempo.

La psicóloga ha precisado que las intervenciones que están realizando en estas localidades son de carácter grupal por lo que no es necesario que los intervinientes verbalicen los problemas. En las sesiones (se recomienda un programa integrado de tres aunque se puede ir a las que se quiera) se hacen ejercicios para tratar de afrontar las principales dolencias. «Estamos detectando problemas de ansiedad, en el estómago, de estrés, de sueño como insomnio o pesadillas», explica Fuster.