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Uno de cada cuatro valencianos tendrá más de 65 años en 2033

Uno de cada cuatro valencianos tendrá más de 65 años en 2033

La provincia de Alicante encabezará el crecimiento demográfico en la Comunitat seguida por la de Valencia, mientras que Castellón perderá habitantes

Juan Sanchis

Valencia

Miércoles, 19 de junio 2019, 14:32

El futuro no es muy alentador para el Rincón de Ademuz, Alt Maestrat o Els Ports. Estas, junto a la mayor parte de las comarcas del interior de la Comunitat, verán como el problema de la despoblación que vienen sufriendo desde hace años se recrudece en la próxima década. No sólo eso. Además, sus habitantes tendrán cada vez más edad.

Esta es la tendencia que seguirá la población valenciana en los próximos quince años según la proyección que ha realizado el Portal Estadística de la Generalitat Valenciana gestionado por la Conselleria de Economía Sostenible para los próximos tres lustros. La evolución hasta 2033 estará caracterizada por el envejecimiento, la despoblación del interior y la concentración en la costa, especialmente en el sur de la Comunitat donde se puede registrar un incremento demográfico medio anual sostenido de hasta el 1,25%, según el estudio.

Los municipios que presentarán mayor impulso demográfico se sitúan en la costa y son eminentemente turísticos. Según la proyección, siete de las diez poblaciones con más de 20.000 habitantes que mayor crecimiento experimentarán se encuentran en el litoral de Alicante: Pilar de la Horadada, Altea, Calp, Benidorm, Dénia, La Vila Joiosa y El Campello. Otros dos se localizan en la segunda línea de la costa alicantina (Almoradí y Mutxamel) y el décimo es La Pobla de Vallbona en Valencia.

Los municipios con más de 20.000 habitantes concentrarán el 85% del aumento de la población

Por el contrario, las localidades mayores de 20.000 habitantes con peor evolución demográfica según el estudio serán Requena, Orihuela, La Vall d'Uixó, Oliva, Borriana, Alaquàs, Alfafar, Ontinyent, Sueca y Quart de Poblet.

Por otro lado, el proceso de envejecimiento se agudizará en los próximos tres lustros de forma que en 2033 uno de cada cuatro valencianos tendrá más de 65 años (el 25,41% del total).

También se podrá observar en la evolución de los grupos quinquenales de población. Si en 2018 el más numeroso es el de la población entre los 45 y 49 años, en 2033 pasaría a ser el de 55-59. Es más, y según el estudio, se producirá una disminución del peso de la población comprendida entre los 30 y los 55 y entre 0 y 14 años.

Saldo positivo

El saldo demográfico será positivo en la Comunitat gracias a la inmigración. La población pasará de los 4.946.233 habitantes de 2018 a 5.212.537 en 2033, un 5,3% más. Tal y como está ocurriendo en los últimos años, el crecimiento vegetativo (la diferencia entre nacimientos y defunciones) será negativo en las tres provincias, pero las de Valencia y Alicante aumentarán en habitantes gracias a la inmigración. Por el contrario, la provincia de Castellón tendrá un saldo negativo.

El incremento poblacional se centrará en los municipios con más de 20.000 habitantes que concentrarán el 85% del crecimiento demográfico en la Comunitat (266.304 personas más).

La Marina Alta y Baixa son las comarcas que experimentarán mayor crecimiento demográfico

El estudio señala que 231 municipios de los 542 que hay en la Comunitat verán crecer su población, en los próximos cinco años si se mantiene las condiciones demográficas recientes. Por el contrario, de los 311 municipios que experimentarán una caída demográfica, 218 tienen una población de partida inferior a los 2.000 habitantes.

Solamente 88 localidades de las 306 con población de partida inferior a 2.000 habitantes no disminuiría su población en el año 2023. Los municipios que en términos relativos perderían más población se localizan en su mayoría en el interior de las provincias de Castellón y Valencia y los que más crecerían se concentran fundamentalmente en la costa de la provincia de Alicante.

Evolución demográfica

La provincia de Alicante, según la proyección, será la que experimente una evolución demográfica más positiva en los próximos años. En 2033 tendrá 2.037.171 habitantes, frente a los 1.845.470 de 2018. Es decir, aumentará en 191.701 vecinos, un 10,4% más. El crecimiento se producirá gracias a una mayor llegada de inmigrantes, ya que el saldo vegetativo será negativo en todos los años de la serie.

La evolución será similar en la provincia de Valencia, aunque la intensidad del crecimiento será mucho más baja por la menor llegada de inmigrantes. Según la proyección, la población pasará de 2.531.188 habitantes en 2018 a 2.605.981 en 2033, un 2,95% más. También el saldo vegetativo será negativo y el incremento poblacional estará provocado por la llegada de extranjeros.

En la de Castellón, la evolución será negativa por la escasa potencialidad del fenómeno inmigratorio, ya que el saldo vegetativo tampoco será positivo. La población pasará de los 569.576 habitantes de 2018 a 569.386 en 2033 con una pérdida de 190 vecinos (-0,05%).

La tendencia se mantiene en las capitales de provincia. Alicante será la que experimente mayor crecimiento. La proyección estima que crecerá un 0,75%, un porcentaje superior al de la media de los municipios con más de 20.000 habitantes de la Comunitat.

«Es imposible evitar el éxodo rural sólo con la financiación pública»

A. CORTÉS.- «La pérdida de habitantes y el desempleo son las mayores preocupaciones de Teresa», afirma Ernesto Pérez, el alcalde de este municipio del Alto Palancia. Con menos de 300 habitantes, la localidad no se beneficia de las partidas de la Generalitat para combatir el despoblamiento rural, por lo que deben gestionar las medidas íntegramente con fondos propios

«Se necesitan fondos específicos para frenarlo», reclama Pérez, «estas ayudas obligarían en cierto modo a elaborar proyectos muy necesarios». La Brigada de Emergencias es la iniciativa creada para combatir la lacra y ha sido costeada con fondos europeos. «Ocho trabajadores limpian durante seis meses los bosques y se encargan del emplazamiento de cortafuegos», describe el alcalde, «el plan ha sacado del paro a ocho vecinos, cinco de los cuales son menores de 30 años». Este plan también conserva adecuadamente la zona forestal de Teresa, que quedó abrasada en un 65% por el incendio de Andilla en 2012.

El consistorio de Millares también financia las acciones contra el éxodo rural con sus recursos. Aunque este municipio sí recibe la subvención mencionada, su alcalde Ricardo Pérez las considera «insignificantes». Este pueblo industrial ha perdido en las dos últimas décadas el 48% de sus residentes y recibe 18.000 euros anuales, lejos de los 100.000 que pueden llegar a otorgarse.

«Hemos llevado a cabo planes para incentivar el turismo, el empleo y mantener los servicios básicos», explica Ricardo Pérez, «pero la mayoría con fondos propios porque las subvenciones son absurdamente bajas». Para este, la infrafinanciación «no puede asegurar servicios esenciales», lo que es clave para evitar quedarse aislados.

Una de sus iniciativas fue el cheque mensual de 100 euros para cada niño escolarizado, lo que ya ha atraído a tres nuevas familias.

Valencia experimentará un ligero cambio al alza con un crecimiento estimado del 0,25%, por debajo de la evolución calculada para los municipios de mayor tamaño. La población de Castellón se mantendrá prácticamente estable con un alza muy suave.

Según la proyección, en 16 de las 34 comarcas de la Comunitat se producirá un aumento en la población. El incremento estará encabezado por la Marina Baixa y la Marina Alta, seguida por el resto de comarcas litorales de la provincia de Alicante (l'Alacantí, Baix Vinalopó y Vega Baja).

Crecerán también con fuerza la Safor y las comarcas del área metropolitana de Valencia. También experimentarán un incremento demográfico en Castellón la Plana Alta y Baixa, las dos más turísticas de la provincia.

Las ayudas para frenar la caída en las comarcas interiores no terminan de llegar

El presidente de la Generalitat anunció en plena precampaña electoral un plan para invertir 240 millones de euros entre 2019 y 2023 para frenar la despoblación. Casi dos años antes, en abril de 2017, el Consell había prometido otro similar en 72 poblaciones.

Por el momento, la realidad es bien distinta y las ayudas no acaban de llegar. «Los fondos de la Generalitat para la lucha contra este fenómeno no son suficientes», afirmó Ricardo Pérez, alcalde de Millares. Este municipio solo recibe 18.000 euros anuales, «un importe absurdo e insuficiente para comenzar a trabajar». Pérez defendió que a los municipios con menos habitantes se les debería destinar proporcionalmente más recursos que a las grandes localidades, pues disponen de menos herramientas para paralizar el impacto.

Para Pérez, algunos planes del Gobierno autonómico consiguen justo lo contrario, como el Plan Remot que será próximamente aplicado. Este programa de la Conselleria de Sanitat busca mejorar el tratamiento de las urgencias en zonas rurales remotas hasta la llegada del SAMU. Este sólo se aplicará en el municipio vecino, Dos Aguas, por lo que Miralles queda todavía más aislado y carente de servicios básicos De hecho, ambos comparten al mismo personal sanitario, hace años que se suprimió un equipo para cada municipio.

En este sentido, el Consell aprobó en octubre del año pasado un decreto por el que se regulaba una línea específica del Fondo de Cooperación Municipal para la lucha contra la despoblación. En total la inversión era de tres millones de euros. La cantidad por localidad oscilaba entre los 10.000 y los 100.000 euros. Muchos municipios no quedaron muy contentos.

Hasta una veintena de localidades que han visto como su población caía en las dos últimas décadas no recibieron un solo euro de este fondo. Es el caso de Quatretondeta, Torrella, Bufalí o Sellent, con caídas demográficas superiores al 20%. Paradójicamente, el municipio que más ayudas recibio es Ayora, que sólo ha perdido un 3,5% de los habitantes en 20 años.

La penalización que sufren los municipios con menor número de habitantes y con mayor éxodo residencial es evidente, pese a tratarse de unos fondos que están destinados a combatir la despoblación que les afecta directamente.

En el lado contrario de la balanza se encuentra el Rincón de Ademuz y el Alt Maestrat. Una comarca del interior de la provincia de Valencia y otra de la de Castellón. Junto a ellas habrá una notable evolución negativa en Els Ports, l'Alt Maestrat, el Alto Mijares, Los Serranos, el Valle de Ayora y la Canal de Navarrés.

El porcentaje de población extranjera experimentará, según el estudio, un ligero aumento en las tres provincias, aunque Castellón será en la que habrá un menor aumento de la proporción. El mayor volumen se concentrará Los mayores porcentajes se seguirían localizando en la Marina Alta, la Marina Baixa y la Vega Baja.

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