![Juicio Marta Calvo | «Ahí no estaba el cuerpo de Marta»](https://s2.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/202206/30/media/cortadas/DAMBin%20(1)_20220630185451-RXzTDZxtueSEdxfRe6XFFZO-1248x770@Las%20Provincias.jpg)
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BELÉN HERNÁNDEZ
Viernes, 1 de julio 2022, 02:16
La versión que dio Jorge Ignacio cuando se entregó pende de un hilo. Todos los profesionales que han acudido a declarar ante el jurado están de acuerdo en que su relato de los hechos no se sostiene por ninguna parte. Cargados de informes del caso entre las manos, están dispuestos a desenmascarar al presunto asesino en serie con pruebas que niegan rotundamente que el cuerpo de Marta Calvo haya estado alguna vez en aquellos contenedores. Y mucho menos, que el acusado la descuartizara como declaró.
En un momento en el que el testimonio del acusado se tambalea, la decimotercera sesión del juicio ha comenzado con una noticia inesperada: la madre de Jorge ha renunciado a declarar. La acusación particular no se ha opuesto a que la mujer no comparezca como testigo. La jueza ha explicado al tribunal que los parientes cercanos al acusado no tienen la obligación de declarar si su testimonio puede perjudicar al encausado.
La acusación particular ha aprovechado el hueco que ha dejado la madre de Jorge Ignacio para llamar como testigo a la otra mujer que presenció el fallecimiento de Arliene, otra de las víctimas. Pese a que la defensa se ha opuesto, la última palabra la ha tenido el tribunal del jurado, que ha decidido que se acepte a esta nueva testigo. Hasta el momento, no había sido posible dar con ella porque se encontraba en Brasil.
Pasado el ecuador del juicio, hay un interrogante clave que se ha adueñado del caso: «¿Qué hizo Jorge Ignacio con el cuerpo de Marta?» El jefe de tratamiento de la planta de Guadassuar, donde se reciben los residuos procedentes de los contenedores de Alzira en los que el acusado dijo que se deshizo de partes del cadáver, ha explicado: «En todo momento hay profesionales observando los desechos que pasan por la cinta».
«Hubiera sido muy difícil que hubiera pasado un resto humano sin haber sido visto. Nuestra planta se caracteriza por reutilizar los residuos que han ido al flujo del rechazo«, ha mantenido el profesional. En la nave industrial de cinco hectáreas, los residuos se diferencian por tamaño y densidad. Al conocido »flujo de rechazo« va aproximadamente el 5% de los desechos. »Suelen ser aquellos que tienen un tamaño considerable, como una pata de jamón«, ha explicado el jefe de la planta.
Después, pasan por un segundo control. La planta de tratamiento de Guadassuar es estacionaria: «Noviembre es la fecha del año en la que recibimos menos basura. Unas cuatrocientas toneladas diarias. El control es mayor todavía». Evaluando todas las posibilidades de que el cuerpo de Marta hubiera estado entre los residuos, el experto ha afirmado con rotundidad: «Les dije a los agentes que estaba un 99,9% seguro de que por ahí no habían pasado restos humanos, y no digo al 100% porque de lo único que estoy tan seguro es de que me voy a morir».
Aún así, los operarios hicieron una búsqueda exhaustiva entre los deshechos que encontraron en el vertedero de Dos Aguas y que coincidían con el espacio temporal en el que Jorge podría haberse deshecho del cuerpo. Casi un año buceando entre residuos por una confesión a la que todas las pruebas han contradicho. La búsqueda se realizó del 2 de diciembre de 2019 al 6 de agosto de 2020.
«Cuando teníamos dudas, que al principio eran muchas por miedo a equivocarnos, se mandaban fotografías al instituto de Medicina Legal y si seguía habiendo dudas se mandaban a analizar. Todas fueron descartadas», ha destacado el testigo. Más de una docena de expertos ya han evidenciado: Marta nunca estuvo ahí.
Sin embargo, el acusado sí que hizo los desplazamientos que dijo haber realizado en los veintiún días en los que estuvo en paradero desconocido. ¿Si no estaba arrojando el cuerpo de la joven a la basura, qué estaba haciendo? Los agentes de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (UCO) de Madrid descifraron la geo-localización del teléfono de Jorge Ignacio.
Los datos confirman que a las tres de la mañana del 7 de noviembre el acusado se encontraba en Valencia, por lo que los agentes han mantenido que «es incompatible que ya hubieran llegado a Manuel» entre las cuatro y las cinco de la mañana. La siguiente conexión de su teléfono fue a las 06:42 del 8 de noviembre. No tocó el móvil en casi 24 horas.
«La geo-localización coincide con los contenedores de Alzira en los que Jorge Ignacio dijo que arrojó el cuerpo de Marta». han detallado los agentes. Mediante un mapa, los operarios de la UCO iban mostrando el recorrido que hizo el acusado. A las 08:42 del 8 de noviembre, se trasladó a Pobla Llarga. Pasada una media hora, se fue a Silla. «Estos movimientos también coinciden con los otros contenedores en los que dijo que tiró tres bolsas con el cuerpo de la víctima«.
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