A menos de un mes de que los profesores vuelvan a las aulas, todas las interrogantes del curso 2020-21 vienen marcadas por la espada de Damocles del Covid-19. La conselleria de Educación sostiene que ha sopesado todas las opciones, incluida la de que los centros educativos tengan que cerrar de nuevo sus puertas, como ocurrió el pasado mes de marzo.
Publicidad
Pero, en cualquier caso, en el armazón del ente autonómico se vislumbran algunas grietas que pueden quedarse, con el tiempo, en simples fisuras o desembocar en algo más grave. El primer curso completo bajo la amenaza del coronavirus llega con la vista de todos (administración, familiares y profesores) precisamente centrada en que todo se desarrolle con normalidad y que el curso concluya en junio sin que se haya tenido que cerrar centro alguno.
La principal duda que afecta a los profesores es saber cómo van a tener que actuar en las aulas y en los espacios comunes. A lo largo de esta semana también han surgido las primeras voces críticas contra la gestión de la conselleria al considerar que, con las instrucciones actuales, se les está cediendo una responsabilidad que no tienen. «No somos técnicos en riesgos laborales ni expertos sanitarios». La voz del grupo de colegios de la comarca de la Ribera Confluència 340 fue la primera que se alzó para, de una manera «constructiva», señalar que se les pone a los pies de los caballos y sin las instrucciones ni los conocimientos necesarios para, por ejemplo, detectar un positivo entre un alumno o un docente y actuar en consecuencia. Las dudas, planteadas en una dura carta contra el conseller y el secretario autonómico, ejemplifican lo que LAS PROVINCIAS ha venido exponiendo en las últimas semanas: las interrogantes existentes, que no son pocas ni mucho menos, ante una situación muy complicada para los centros, quienes desean sentirse respaldados por la conselleria y tener unas instrucciones concretas.
Todos han centrado sus preocupaciones en cómo comenzará un curso peculiar que, en el caso de algunos estudiantes de niveles intermedios de Secundaria, traerá consigo una experiencia novedosa. La alternancia de días en los que asistirán a clase. Algunos profesores y padres dudan de las bondades de este sistema que pone buena parte de la responsabilidad en los hombros de los chavales y que obligará a los docentes a una continua actualización del 'estado de la cuestión' para saber en qué punto del temario y con qué nivel de conocimiento del mismo se está. Un temario que ya se quedó a medias en muchos casos y que también corre el riesgo de no concluirse al tener que solucionarse también los daños causados por la enseñanza a distancia entre los meses de marzo y junio pasados.
También habrá que engrasar el funcionamiento de unos centros que, aunque son los mismos en apariencia, tendrán otra distribución que obligará a nuevos mecanismos con más grupos e instrucciones que los propios centros deberán transmitir en las primeras jornadas a partir del 7 de septiembre.
Publicidad
Éstas y otras cuestiones se darán en la opción A, la más amable, la que se producirá si el Covid-19 se mantiene en niveles sostenibles en los próximos meses. La opción B, la más negativa, la que obligará a cerrar las aulas, añade, a estas dudas, las relacionadas con la enseñanza ''online'', un método que ha demostrado tener, ésta sí, grietas bien visibles.
El tablero social en el que desarrollará la partida también tiene actores que necesitan atención por parte de las autoridades. Casi 130.000 hogares de la Comunitat Valenciana en los que hay (129.317 según los datos de familias que hay según la Encuesta Continua de Hogares del Instituto Nacional de Estadística) carecen de acceso a Internet para seguir las clases. Frente a esto, desde la conselleria se ha apuntado que en total se entregarán más de 30.000 tabletas, la cifra que se ha demandado desde los centros atendiendo a las necesidades individuales de cada uno.
Publicidad
Calidad
Todo el ruido generado alrededor del Covid-19 y cómo será el funcionamiento de las clases a partir del próximo mes de septiembre no debe ocultar lo que parece una obviedad y de lo que apenas se habla: la exigencia de una enseñanza lo mejor posible en todos los niveles. Los últimos meses del pasado curso estuvieron marcados por los problemas de la enseñanza 'online' y ahora la preocupación debería estar en tratar de recuperar a los alumnos que se quedaron atrás a partir de marzo. Los temarios que no se completaron el curso pasado deberán tratar de recuperarse de algún modo. Si a ello se le añade que Educación ha anunciado que los primeros días del curso será para formar en la enseñanza a distancia a alumnos y familias ante un posible segundo confinamiento que nadie quiere queda un escenario donde la calidad de la enseñanza no aparece ni mucho menos en el primer plano de lo que preocupa en la actualidad.
12Posición que ocupa la Comunitat Valenciana en lectura en el ránking de comunidades autónomas, más cerca de la cola que de la cabeza, según los resultados arrojados por el último informe PISA. Y aún se pueden considerar peor estas cifras si se considera que, a nivel nacional, los número de España en su conjunto quedan bastante lejos de la media europea.
Profesorado
Los meses de confinamiento y la enseñanza 'online' a la que se tuvo que recurrir en una situación excepcional dejó bien claro que una parte del profesorado no estaba preparada para asumir este nuevo reto, que llegó casi sin tiempo para abordarlo en profundidad. Este argumento se puede extraer en informes técnicos como el realizado por la propia Universitat de Valencia durante el periodo de confinamiento. En este estudio, en el que se preguntó a unos 1.700 docentes, se reconoce que más de la mitad de ellos carecía de la formación necesaria para desempeñar su nueva labor. Además, buena parte de ellos sufrió estrés ante una situación que les obligó a reinventarse en muchos de los casos para poder atender de la mejor manera posible a sus alumnos. Y es que los profesores reconocen que la situación previa, muy alejada a la de otros países, no era la adecuada para enfrentarse al nuevo escenario que se generó a partir de mediados de marzo con la declaración del estado de alarma.
Publicidad
9,3%Porcentaje de docentes que reconocieron, en este estudio de la Universitat de València, tener ninguna o poca formación en las plataformas educativas que se han convertido en las herramientas necesarias en esta situación excepcional y que podrían volver a serlo en caso de más rebrotes y encierro. El balance de la educación desde casa en el confinamiento ha sido muy cuestionada por padres y alumnos.
Carencias
Aunque desde organismos como Save the children reconocieron que en la Comunitat Valenciana se ha avanzado en materia de dotación tecnológica a las familias, queda trabajo por hacer. Rodrigo Hernández, responsable en la Comunitat Valenciana, destacó que aunque se va en la buena dirección, «se deben redoblar los esfuerzos» ante la situación de familias que se ven obligadas a compartir una habitación y donde la docencia a distancia es más complicada. «En el contexto de toda España aquí no se ha hecho mal, pero no se llegado a todos los niños. Esperemos que ahora, en el nuevo curso, sí se llegue y el reparto se haga poniendo el foco en los más vulnerables», explicó Hernández, quien quiso atenuar las manifestaciones del conseller Vicent Marzá en la presentación del nuevo curso el pasado martes, en las que dijo que entidades como Save the children les habían felicitado por su labor durante la última parte del curso. Otro aspecto que habrá que solventar es el analfabetismo digital unido muchas veces a la falta de tecnología.
12%Porcentaje de familias que no tiene acceso a Internet o una conectividad adecuada según una encuesta de Save the children. De este modo, casi una de cada diez familias valencianas está «en las circunstancias más difíciles», más de 130.000 en toda la Comunitat Valenciana.
Presencial
Nadie duda de que a la hora de que los alumnos aprendan valores que van más allá del temario de Matemáticas o Inglés y a la hora de mantener una relación más fluida con el profesorado, la enseñanza presencial no tiene comparación con la onilne. Así se ha demostrado, por si alguien tenía alguna duda, durante los últimos meses. Nadie discute esta situación. Docentes de todos los niveles apuestan por este modo de enseñanza. Entre los alumnos más jóvenes, en Infantil, incluso es difícil que permanezcan físicamente frente a la pantalla, mientras que entre los adolescentes es más complicado que estén atentos al profesor y dejen otras distracciones a las que puedan acceder como el propio ordenador o un teléfono móvil que tengan junto a ellos. «Es mucho más complicado tenerlos controlados y que están en lo que han de estar», reconoce una docente, quien confía en que la presencialidad sea la máxima a lo largo de todo el curso para que la calidad de la enseñanza no se resienta si se tuviera que volver a este escenario.
Publicidad
220Profesores universitarios que han firmado ya un manifiesto que defiende la presencialidad en las aulas, con una relación más estrecha entre profesores y alumnos, frente a la enseñanza 'online'. «No somos una universidad a distancia. Un buen profesor te puede cambiar la vida», señalan.
Teletrabajo
Se trabaje en la oficina o desde casa, los meses de la enseñanza 'online' han mostrado varias lecciones que no se deberían olvidar si la situación empeora y todos, padres e hijos, deben volver a compartir ordenadores, tablets e incluso teléfonos móviles si todos ellos han de 'trabajar', cada uno en lo suyo, desde su propia casa. Ya no se trata únicamente de familias con problemas económicos. Incluso entre aquellas que no tienen problemas para llegar a fin de mes, puede haber situaciones que obliguen a dar un triple salto mortal para poder llegar a todo. En el caso de una familia media, con dos hijos ambos en edad escolar, puede darse el caso de que se necesiten, de manera simultánea, cuatro aparatos diferentes para que cada miembro de la familia desarrolle su labor. Sin hablar, por tanto, de la gran tensión a la que se vería sometida la capacidad de las transmisiones informáticas para mantenerse conectado en una reunión casi continua durante todo el día, ya sea en la clase de Matemáticas del hijo o en la reunión de la empresa de la madre.
22%Casi una cuarta parte de los empleados públicos de la Administración General del Estado en la Comunitat Valenciana están teletrabajando. Esto supone, en cifras redondas que 2.817 personas usan una opción que es más utilizada en otros países de Europa.
«En el primer confinamiento hicimos todo lo que nos pidieron». Pablo Brotons y María Pozo tienen cuatro hijos (de 8, 7, 5 y 1 año) y un quinto en camino previsto para octubre. Ambos trabajan en el ámbito educativo y reconocen que, en el primer confinamiento, les costó atender a sus hijos y trabajar a la vez. Defienden la puesta en marcha de rutinas para atender a unos menores «que son completamente dependientes a estas edades», explica Pablo.
Pero si superaron con nota el primer confinamiento, no quieren ni pensar lo que supondría un segundo confinamiento con el 'más díficil todavía' de cumplir un horario online total, como si estuvieran en clase.
«No sé cómo lo haríamos, tal vez con el permiso de paternidad, pero para las familias numerosas como la nuestra se hace imposible compaginarlo todo y más aún esa posibilidad», añade.
Uno de los problemas sería la falta de aparatos informáticos para toda la familia. Hasta cinco podrían necesitar en el caso de que sus tres hijos mayores en primaria e infantil necesitaran estar conectados.
Además, estaría la dificultad añadida de tener que controlar a sus hijos para que permanezcan atentos a la pantalla combinándolo con el propio trabajo de los adultos. «La enseñanza 'online' total no tiene sentido», concluyó.
Velocidades
Por un lado está la enseñanza presencial, la de toda la vida, la de máxima calidad. Por otro la 'online' que nos ha puesto sobre la mesa de manera brusca el virus. Y existe una tercera opción que haría las cosas aún más complicadas para todos, sobre todo para los profesores. Aunque la causística es muy numerosa y pueden darse muchos ejemplos distintos, cabe preguntarse qué ocurriría si un alumno se ve obligado a abandonar las aulas por un prolongado espacio de tiempo, bien porque dé positivo por Covid-19 o por cualquier otra circunstancia. Si se determina que el resto de sus compañeros está bien y no hay problema en que continúen las clases desde la propia aula, podría darse un caso de docencia mixta en el cual el profesor tuviera alumnos tanto físicamente frente a ellos como algún otro a través de una pantalla de ordenador. Los docentes dudan de esta opción que plantearía numerosas dificultades para atender a ambas opciones de enseñanza. En este ámbito de las dos velocidades también se pueden nombrar las que se generarán en los grupos de enseñanza secundaria en la que parte de los alumnos estén en las aulas y otra en su casa, esperando su turno. ¿Cómo mantener un mismo ritmo de docencia si se da el caso de que una de las dos partes del grupo necesita una mayor atención? Los docentes dudan de la autonomía de la que dispondrían los alumnos en esos días alternos y del temor en que el ocio venza al trabajo.
Noticia Patrocinada
Material
«¿Qué menos que una carta de agradecimiento por todo lo que hemos hecho en este periodo?». Este profesor, que declara la falta de 'cariño' por parte de la Conselleria de Educación, también puso sobre la mesa una cuestión que se ha dado por supuesta y que ha permitido a la conselleria contar con miles de ordenadores privados para un uso diferente. «Nadie nos ha pagado ni por nuestra impresora ni por supuesto ni por los ordenadores o las líneas telefónicas. Sé de algún compañero que incluso tuvo que comprarse un ordenador porque no tenía. Algún otro tuvo que aumentar la capacidad de su línea. Y todo lo tuvieron que pagar de sus bolsillos», relató. «Y lo peor es que todos lo asumen como algo normal empezando por la propia conselleria de Educación, que no ha anunciado ningún tipo de compensación por lo hecho ni ayuda futura en el caso de que tuviéramos que volver a usar nuestro material en casa», destacó este docente de secundaria, quien lamentó la falta de sensibilidad de la conselleria para resolver cuestiones como ésta. Este docente también resaltó que, frente a la atención hacia el alumnado, «que me parece muy correcto, a los profesores nos han ninguneado y no nos han agradecido nuestra labor. Han demostrado una gran falta de sensibilidad. No se trata tanto de la cantidad de dinero que nos podamos haber gastado, que en general no habrá sido muy elevada, sino de la respuesta nula a nuestro esfuerzo».
Diferencias
Las diferentes circunstancias de espacio de cada centro hará que cada uno de ellos pueda ofrecer un servicio distinto según su tamaño. Apenas hay alguno que haya tenido que realizar obras de adaptación para crear nuevos espacios para la docencia, señalaron desde la conselleria de Educación, de lo que se deduce que todos han podido adaptar sus espacios a las nuevas necesidades de la mayor cantidad de grupos. Otra de las cuestiones que está en el debate, la relación entre la conselleria y la escuela concertada, parece haberse solucionado. Las aguas bajan mucho más tranquilas y ambas partes reconocen que existe una relación fluida, lejos de las tensiones de otros tiempos. Pero aún quedan flecos pendientes que se deberán ir resolviendo antes del inicio del curso. Por ejemplo con respecto al servicio de comedor. La conselleria incrementa los monitores en la pública pero en la concertada esto se deberá sufragar con el precio de este servicio. Si hay que contratar mayor cantidad de personal de apoyo, ¿significará esto un incremento del precio para las familias?
Publicidad
4.374Profesores extra contratados por la conselleria de Educación para reforzar los centros. Según el ente que dirige Vicent Marzá, se ha cubierto toda la demanda que llegaba desde colegios e institutos. Esta cantidad es sólo para este curso.
Suscríbete a Las Provincias: 3 meses por 1€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Los ríos Adaja y Cega, en nivel rojo a su paso por Valladolid
El Norte de Castilla
Publicidad
Te puede interesar
Los ríos Adaja y Cega, en nivel rojo a su paso por Valladolid
El Norte de Castilla
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.