La DANA amenaza con duplicar los casos de ansiedad y depresión y Sanidad lanza un plan de choque

En los próximos días se va a firmar un convenio en el que van a crear 9 unidades en los municipios afectados, que contarán con un total de 42 profesionales, que se sumarán a los que ya están trabajando en la zona. Se trata del proyecto de salud mental para las zonas afectadas por la DANA que se ha presentado este miércoles en la sede de la Delegación del Gobierno en Valencia tras la reunión a la que también han asistido la delegada del Ejecutivo, Pilar Bernabé, la comisionada de Salud Mental, Belén González, y la especialista de salud mental de la OMS Europa, Ana María Tijerino.

Cada una unidad estará integrada por cuatro profesionales sanitarios y no sanitarios, a los que se sumarán a un psicólogo clínico y un psiquiatra por cada tres unidades. No obstante, el número de unidades y de sus profesionales también podrán ser ampliadas en función de la demanda y estarán operativas inicialmente durante un periodo mínimo de un año con posibilidad de extender su presencia «hasta los 15 meses o el tiempo que sea necesario».

La ministra García ha asegurado que las catástrofes «generan daños humanos, materiales y en la salud mental de los afectados. La ansiedad y la depresión pueden duplicarse en estas crisis humanitarias», ha señalado. «Es responsabilidad del ministerio velar por la salud mental y que esté en el centro de las respuestas a estas emergencias. Con la creación de estas unidades de salud mental de emergencia, se trata de un modelo de intervención pionero clave en la salud mental en situaciones como la DANA», ha manifestado.

Por su parte, el conseller ha explicado en la reunión las medidas llevadas a cabo para garantizar la asistencia en las zonas afectadas, y ha destacado la rápida activación de la atención psicológica por parte de la Oficina Autonómica de Salud Mental, dirigida por Bartolomé Pérez, con diversos servicios de asistencia implantados y un total de 120 profesionales de salud mental. Entre ellos, se han puesto en marcha cuatro Unidades de Atención al Trauma Psicológico, destinadas a proporcionar atención integral a los afectados. Estas unidades ya están en funcionamiento en los departamentos de salud de La Fe, Hospital General, Doctor Peset y La Ribera, y próximamente se sumarán las de Requena y Manises.

Sobre la creación de estas USMES, la ministra ha indicado que actuarán en varias fases, desde dar «una respuesta inmediata, unos primeros auxilios psicológicos», a niveles más avanzados como apoyo en la prevención de la salud mental, atención niños y adolescentes, «asistencia más personalizada en los casos más vulnerables o que hayan vivido experiencias muy difíciles» e incluso el grado más alto, las personas con cuadros clínicos traumáticos, que contarán con servicios asistenciales especializados.

Este convenio entre el ministerio y la conselleria se firmará en las próximas semanas, y sus objetivos son «mitigar los problemas de salud mental y sentar las bases de un sistema de intervención psicosocial. Las USMES van a suponer un antes y un después en el abordaje de estas situaciones cuando haya catástrofes», ha explicado García. Aunque todavía no ha especificado dónde estarán esas 9 unidades: «Tenemos que hacer un mapeo del terreno, se pondrán en marcha en enero o febrero para tener un operativo para intervenir».

Los casos de trastornos más graves comienzan un tiempo después de haber ocurrido la tragedia «a los tres o cuatro meses», ha dicho la ministra, por eso quieren ampliar la red de trabajo en salud mental «para que no es escape nadie y se hagan intervenciones preventivas», ha explicado. «Queremos que el daño psicológico se pueda prevenir y en unos meses no nos encontremos con trastornos más agudizados. Esta intervención viene avalada por las que se han hecho en otros países y pretende que en los siguientes meses la población esté atendida y tener una vigilancia epidemiológica de la salud mental», indica García.

Hasta ahora, más de 1.000 personas han sido atendidas en las 17 unidades de salud mental que la conselleria puso en las localidades afectadas, por reacciones de estrés de diversa índole. Sanidad subraya que el impacto emocional de eventos como la DANA no se limita a las primeras semanas tras la emergencia. Según estudios internacionales, hasta un 25% de la población afectada podría desarrollar trastornos relacionados con el estrés meses después de la catástrofe.

Y otra de las asistentes a la reunión, la comisionada de Salud Mental, ha apuntado que después de una catástrofe «pueden producirse trastornos post traumáticos, y estas unidades de emergencia pueden detectar cuando ocurra, para evitar que aumenten esas patologías». Belén González ha añadido que hace falta «que en situaciones de un evento adverso tan masivo se necesitan infraestructuras sociales y recursos para abordar situaciones así. El apoyo en el territorio, adaptado a las circunstancias, es lo que se necesita para hacer un duelo en las mejores condiciones. Aunque sabemos que aquí va a ser más complicado», ha reconocido.