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Reapertura del IES María Carbonell de Benetússer, el pasado 18 de diciembre. Jesús Signes
La dana también congela las notas

La dana también congela las notas

Centros afectados posponen exámenes y retrasan la evaluación del primer trimestre: «Tenemos el resto del curso para regular y completar las calificaciones»

Joaquín Batista

Valencia

Lunes, 3 de febrero 2025, 00:33

«En esta evaluación no es posible ponerle a su hija una nota real», reza el boletín del primer trimestre de una alumna de la ESO del instituto de Benetússer. La observación, acompañada de una calificación orientativa, un 5 «que ni le perjudicará ni favorecerá» -aplicado en realidad a toda la clase-, resume muy bien una de las muchas consecuencias de las inundaciones en los centros de la zona cero. Porque la pérdida de días lectivos, de aulas, de material, los traslados y la incorporación progresiva (en algunos casos, a días de la Navidad) ha provocado que el trimestre haya sido inocuo en términos de evaluación. A esto hay que sumar el necesario acompañamiento emocional de los alumnos cuando llegó la reanudación, dado que viven en un entorno que quedó devastado, en el mejor de los casos. Y en el peor, sufrieron daños materiales o personales.

La instrucción de Educación a los centros, de ser flexibles en la valoración de los estudiantes, ha supuesto, en la práctica, una especie de congelación de las notas. Del muestreo realizado por LAS PROVINCIAS entre diferentes centros de l'Horta Sud se desprende ese nexo común. Cuando se han podido realizar pruebas de evaluación (no sólo exámenes, también trabajos o actividades de aula), los resultados se guardan para las siguientes. O su peso se minora respecto a la segunda y la tercera evaluación. O directamente la nota resultante se limita a lo realizado hasta el día 29. También ha sido necesario reprogramar pruebas, cambiar estrategias de preparación para la selectividad o directamente dejar todas las materias como no evaluadas, a la espera de lo que suceda el resto del curso.

Fuentes del equipo directivo del IES María Carbonell, el de la estudiante citada, explican que ha sido necesario tener en cuenta «mucha casuística». Y es que no todos los alumnos estaban en disposición de realizar las tareas encomendadas mientras duró la educación a distancia -por afectación personal o falta de medios- y aunque cada docente tenía autonomía para proceder, se optó, de manera general, por «flexibilizar, estableciendo una evaluación provisional». «Hay docentes que tenían referentes previos, exámenes, trabajos o por observación en el aula, y eso incluyeron, y hay otros que optaron por guardar esas calificaciones. Se ha visto hasta dónde se podía llegar, desde la premisa de no perjudicar a nadie, pues al tratarse de una evaluación continua tenemos el resto del curso para regularla y completarla», resumen.

En el colegio Nuestra Señora del Socorro, también de Benetússer, no ha habido boletín. En la ESO, una semana después de reanudarse las clases el 18 de noviembre, se empezaron a programar pruebas de evaluación y trabajos evaluables, cuyo resultado se reflejará en las notas del segundo trimestre. Una manera de disponer de más tiempo para valorar el desempeño de los alumnos. En cuanto a 2º de Bachillerato, los exámenes se habían programado para la semana en que se retomó la actividad, pero no se pudieron concentrar en varios días, siguiendo el modelo de selectividad -el temario se había retrasado-, por lo que se espaciaron (varios por semana, hasta las vacaciones). Tampoco habrá boletín como tal, aunque las calificaciones sí se publicarán en la plataforma correspondiente.

En cuanto al IES 25 d'Abril de Alfafar, tampoco ha realizado evaluación -ni hay boletín- en sus diferentes etapas, según explican fuentes del centro. Si bien en algunas materias se llegaron a realizar pruebas antes de la dana, los resultados se guardarán aprovechando que la valoración debe ser continua en base a la ley.

El final es lo que cuenta

Misma estrategia ha seguido el IES Albal, que junto al de Benetússer y el de Alfafar fue de los últimos en recuperar la presencialidad total, en la semana previa a vacaciones. La primera nota oficial será la de la segunda evaluación -los exámenes se pospusieron a después de Navidad- aunque sí se han emitido boletines con un informe sobre la evolución a partir de las tareas realizadas antes de la fatídica jornada o durante la enseñanza online. Fuentes del centro recuerdan también que la evaluación es continua y que la calificación definitiva, la que importa a efectos de expediente, es la final.

Desde el colegio María Inmaculada de Alfafar, que oferta hasta la ESO, explican que los exámenes estaban previstos para los días 21, 22, 25 y 26 de noviembre, pero los departamentos y el equipo directivo consideraron que el parón -la vuelta de los primeros alumnos llegó el 19 de noviembre- había retrasado considerablemente la impartición del temario, por lo que también se optó por no evaluar. Los contenidos del primer trimestre se valorarán en la segunda evaluación. Y las pruebas de esta llegarán a finales de febrero, no en marzo, como se preveía inicialmente.

Desde el equipo directivo de Florida Secundaria, en Catarroja, destacan que se pudieron guiar por lo realizado antes del día 29, e inciden en la importancia de la evaluación continua. En cuanto a medidas de flexibilidad, se ha reducido el peso porcentual de los resultados del primer trimestre, compensándolo con los sucesivos de cara a la calificación final. Y tras la vuelta se han «realizado ejercicios calificables en clase, trabajos o procedimientos a aplicar en exámenes adaptados a la situación». Además, señalan que tener que trasladar una nota numérica «genera entre alumnos, familias y docentes una ansiedad añadida a la situación, que además no es representativa tras lo que ha sucedido».

En cuanto a Larrodé, también de Catarroja, desde el centro explican que la primera evaluación «fue cualitativa, a partir de los registros previos», y que los daños causados han supuesto «una reorganización pedagógica, pues lo previsto en el trimestre no se pudo llevar a cabo».

En el IES Andreu Alfaro de Paiporta los boletines no han incluido notas numéricas, pero sí observaciones cualitativas sobre la evolución de los estudiantes «para que las familias tuvieran información a modo de orientación», explican desde la plataforma Interampa. Como contrapunto, la organización critica que no se haya tenido «esa empatía» con algunos residentes que estudian en centros de otras localidades.

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