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Aunque desde Salud Pública de la Generalitat se avisaba la semana pasada de que lo normal y esperable es que hubiera más casos de ... legionella en las zonas afectadas por la DANA, por el momento no se ha notificado ninguno más en los departamentos de salud. Es más, de los tres contagios que habían, dos personas ya han sido dadas de alta, una de ellas este jueves. Pero se mantiene ingresado en el hospital el otro hombre infectado por esta bacteria.
La causa más probable del contagio de estos enfermos, que provienen de municipios diferentes, según indican en Salud Pública, es que hayan respirado el vapor de agua estancada en una máquina hidrolimpiadora mientras trabajaban en sus plantas bajas, viviendas o garajes en la limpieza para quitar el barro y la suciedad provocada por la inundación.
La legionelosis provoca síntomas como fiebre alta, dificultad respiratoria, dolor en el pecho e incluso puede causar la muerte entre un 5 y un 20% de los casos. El uso de mascarillas para evitar respirar el agua pulverizada es fundamental, así como lavar bien grifos y filtros si han estado un tiempo sin usarse y se han ensuciado por el barro, que además ha obstruido las tuberías en muchas poblaciones.
El depósito de agua que tienen las máquinas de agua a presión hidrolimpiadoras, que utilizan la mayoría de vecinos desde el 29 de octubre para limpiar, son uno de los principales puntos donde se puede desarrollar la legionella. Si ese agua está contaminada y ha tenido tiempo de crecer la bacteria, tras unos días sin haberla gastado, al pulverizarla cuando se pone en marcha la máquina hay muchas opciones de contagiarse por respirar ese vapor.
Por eso los expertos, como indicaba la semana pasada a este diario Salvador Peiró, coordinador científico de Salud Pública, consideran que es muy probable que aparezcan más casos. Pero la realidad es que, como informan en Sanidad, por el momento no está siendo así y no se han notificado más enfermos graves que hayan requerido un ingreso hospitalario por problemas respiratorios o fiebre.
No obstante, el proceso de la legionella es que la bacteria tiene unos 10 días entre la aspiración del germen y el desarrollo de los síntomas, por eso los expertos están siguiendo de cerca los casos de pacientes que puedan llegar a los centros de salud de las poblaciones y a los hospitales con dificultades para respirar o fiebre, para estudiar si puede estar relacionado con esta bacteria.
Todo aquel aparato o mecanismo que contenga un depósito o pueda tener agua estancada conlleva peligro de provocar legionella en los municipios afectados. Como son los termos eléctricos o las tuberías y los grifos, que se deben limpiar adecuadamente de forma regular. Si aparece de forma leve supone una afectación muy similar a una gripe, pero la situación se complica cuando es grave y produce neumonía, como son los tres casos que acabaron en el hospital, aunque uno de ellos ya ha sido dado de alta. La legionella sólo se puede contraer por vía respiratoria, por inhalación de pequeñas gotas de agua que permiten que la bacteria llegue a los pulmones, produciendo un cuadro de neumonía. Pero no se contagia por beber agua contaminada o alimentos, ni tampoco entre personas.
Desde Sanidad recomiendan que se ajuste bien la mascarilla, sin dejar huecos por donde pueda pasar ese vapor de agua, y también limpiar adecuadamente esos depósitos de agua, grifos, duchas y filtros. La conselleria indica que si los depósitos tienen sedimento acumulado, debe ser vaciado, limpiado y desinfectado. Además, insisten en la utilización preferentemente de difusores y alcachofas de ducha de gota gruesa y no utilizar filtros pulverizadores en los grifos, así como sustituir grifos y duchas que estén muy deteriorados. Para limpiarlos, se debe hacer con productos anti cal o vinagre durante unas horas. Después, aclararlos y sumergirlos en una solución que contenga 10 ml de lejía por cada litro de agua durante 30 minutos. Por último, aclarar con agua abundante.
Además, los expertos apuntan que con los difusores retirados, hay que dejar correr el agua de todos los grifos durante cinco minutos primero en posición de agua fría, posteriormente de agua caliente a máxima temperatura, y finalmente otra vez agua fría. Se recomienda repetir este último paso (agua fría, caliente, fría) también si se regresa a casa después de un período de ausencia, así como descargar las cisternas del váter con la tapa cerrada al menos una vez a la semana para prevenir la aparición de esta bacteria.
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