Urgente Un accidente múltiple provoca retenciones en la V-21 sentido Castellón
Acceso a un centro de salud valenciano. Toni Bartolomé.

Los deberes del nuevo conseller de Sanidad

El atasco de Atención Primaria, la falta de médicos en hospitales comarcales o las demoras en Urgencias, algunas de las asignaturas pendientes

Daniel Guindo

Miércoles, 26 de julio 2023, 00:32

Acaba de aterrizar en la Conselleria de Sanidad, pero Marciano Gómez, nuevo titular del departamento, no va a perder el tiempo. Tampoco puede, puesto que tiene una larga lista de retos que afrontar -y problemas que resolver- que sus antecesores en el cargo durante ... los últimos ocho años de Gobierno del Botánico (Carmen Montón, Ana Barceló y, en menor medida, Miguel Mínguez) no supieron, no quisieron o no pudieron solventar. Algunos de ellos, incluso, los propiciaron.

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Gómez ya ha anunciado que abordará inicialmente algunos de ellos, como el cierre de los Centros de Información y Coordinación de Urgencias (CICU) de Alicante y Castellón para centralizar la coordinación en Valencia, algo que ha traído más conflictos que soluciones. Cada provincia contará, de nuevo, con su órgano propio, lo que facilita la organización de los recursos más próximos a cada urgencia. Otro grave problema de la red pública es la falta de profesionales, especialmente médicos. Y aunque ya han comenzado a darse pasos para solventar esta carencia (progresivamente van incrementándose las plazas MIR y se ha solicitado al Ministerio de Sanidad que se agilice el proceso) aún no es suficiente. El nuevo conseller centrará sus esfuerzos donde más falta hace. Departamentos como Vinaròs, Requena o Elda, entre otros, requieren soluciones que no se dilaten en el tiempo. Este déficit de plantillas afecta más a zonas de interior y enclaves alejados de las grandes ciudades, aunque cada vez los hospitales más grandes (el General de Valencia, Castellón o Alicante; o incluso La Fe o el Clínico) sufren con más intensidad picos de saturación que es necesario aliviar.

Dignificar a los profesionales para evitar la fuga de talento es otra de las tareas pendientes. El acuerdo alcanzado entre Mínguez y buena parte de los sindicatos en marzo, casi a las puertas de elecciones, no se vio respaldado por ninguna publicación oficial, por lo que ni siquiera se ha puesto en marcha. Será necesario reevaluarlo y ajustarlo a la realidad del presupuesto de la conselleria y de las necesidades asistenciales de los pacientes. ¿Es necesario reducir la cantidad de pacientes que cada vía ven los médicos de familia? Por supuesto, pero llegar a un acuerdo de limitación de agendas sin el visto bueno del Sindicato Médico o la Sociedad Valenciana de Medicina Familiar o Comunitaria no parece muy lógico. «Es necesario detallar de forma muy clara y detallada cómo se va a implantar la medida», señalan fuentes expertas en la materia.

Gómez deberá hacer frente a los problemas que el Botánico no quiso, no pudo o no supo arreglar durante dos legislaturas

Reducir las listas de espera quirúrgicas, cuya demora media ya a alcanzado niveles similares a la prepandemia, pero hay unos 7.500 pacientes más en la bolsa esperando su intervención; mejorar la colaboración público-privada; destinar más recursos a atender la salud mental y la investigación; conseguir que Atención Primaria vuelva a ser ese primer escalón asistencial de calidad -que ahora ocupan unas urgencias cada vez más saturadas-; o reconducir el requisito lingüístico son sólo algunas de las tareas pendientes.

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Colaboración público-privada

Mejorar el 'feeling' con el sector en busca del beneficio del paciente

La cada vez mayor contratación de seguros de salud, especialmente durante los años del Gobierno del Botánico, y los conflictos que han originado las reversiones de los departamentos de concesión (tanto con el personal como con los pacientes, que sufren mayores esperas) invita a que el nuevo equipo de la Conselleria de Sanidad se aleje del sesgo ideológico de la anterior Administración y establezca una normalidad en la colaboración público-privada buscando siempre el beneficio del paciente. El departamento va a auditar todos los departamentos de salud (los de concesión, incluidos) para tener una visión de qué aspectos funcionan y cuáles sería necesario mejorar, por lo que no es descartable que alguna reversión se frene si la relación coste-beneficio para el paciente mejora al de las áreas de gestión pública, como ya apuntaba la Sindicatura de Comptes.

Listas de espera quirúrgicas

Reducir las demoras para pasar por quirófano

Cerca de 11.500 valencianos llevan esperando más de seis meses una operación que, aunque no sea urgente, sí haría su vida más fácil. En total, son cerca de 70.000 los residentes en la Comunitat que están a la espera de una intervención quirúrgica que, de media, se demora cerca de tres meses. No son, por tanto, cifras para enorgullecerse, por lo que uno de los principales retos del nuevo departamento autonómico será el de agilizar los procesos para evitar que los retrasos que sufren los enfermos se eternicen. Para ello, la conselleria viene contando, principalmente, con los autoconciertos (incentivar que los profesionales realicen operaciones fuera de su horario habitual con remuneraciones adicionales) y los planes de choque (derivación de pacientes a hospitales privados para ser intervenidos). Por ahora, estas herramientas han logrado contener unas listas de espera que se dispararon durante la pandemia, por lo que la demora ya es prácticamente la misma que antes de la irrupción del virus, aunque hay 7.500 valencianos más pendientes de una intervención. Será uno de los grandes retos de la nueva conselleria.

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69.297 pacientes se encuentran en lista de espera para pasar por quirófano, 7.504 más que antes de la irrupción del coronavirus.

Salud mental

Incrementar los recursos para atajar las dolencias mentales

Una de las consecuencias de la pandemia ha sido el importante incremento de problemas de salud mental como la ansiedad, el estrés o la depresión, especialmente entre los jóvenes. De hecho, se han disparado las consultas por estas dolencias y las esperas para ser atendido por psiquiatras y psicólogos llegan a los seis meses, de ahí que será necesario dotar de mayores y mejores recursos a la red pública para atender esta problemática. Otro gran reto para Sanidad.

Impulsar la investigación

El cáncer o las enfermedades raras requieren más recursos

La investigación ha hecho posible los extraordinarios avances que ha experimentado la medicina, de ahí que crear un entorno en el que los profesionales puedan encontrar nuevas vías para resolver dolencias resulta vital, sobre entre las enfermedades raras o en dolencias tan graves como el cáncer. Apoyan instituciones investigadoras debe ser otro importante foco de atención para el nuevo equipo autonómico sanitario.

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Atención Primaria

Los centros de salud urgen más médicos para reducir el atasco

Los centros de salud atienden al día a 113.000 pacientes, un 14% más que antes del Covid, por lo que las agendas de los médicos de familia y los pediatras están repletas, lo que hace que conseguir una cita pueda llegar a las dos semanas en algunos departamentos sanitarios. Los gestores de la nueva Conselleria de Sanidad ya han anunciado que centrarán buena parte de sus esfuerzos en tratar de solventar una problemática con una difícil solución, que pasa por contar con más medios y profesionales.

14% han aumentado las consultas en los centros de salud hasta las 113.000 al día.

Asistencia en emergencias

Faltan facultativos para el SAMU y volver a crear los Cicus provinciales

El Servicio de Atención Médica Urgente (SAMU) fue pionero en la Comunitat y su efectividad hizo que se extendiera por el resto de España. Sin embargo, ahora sufre grandes problemas que han hecho que, en parte, pierda su esencia. La falta de facultativos especializados en el servicio -el déficit de cursos de formación, y las peores condiciones laborales que presentan frente a sus compañeros tienen buena parte de culpa- hace que ambulancias SAMU (al menos con la rotulación) no cuenten con médico, de ahí que no sean capaces de cumplir su función. Además, cargan con una responsabilidad extra al personal de Enfermería que se hace cargo de los servicios, por lo que el conflicto ha llegado a los tribunales. Para más inri, Gobierno del Botánico decidió unificar el CICU (Centro de Información y Coordinación de Urgencias) en Valencia, eliminando el de Alicante y Castellón, algo que según denuncian los profesionales ha incrementado los problemas de descoordinación. El nuevo departamento autonómico ya ha anunciado la reapertura de los CICU provinciales, pero el reto será encontrar a médicos SAMU.

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280 pacientes atienden de media los servicios de Urgencias, un 20% más en un año.

Urgencias y pruebas

Esperas para tener cama en el hospital y ver al especialista

Tres, cuatro y hasta cinco días, en los casos más extremos, han tenido que esperar algunos pacientes para pasar a planta desde los servicios de Urgencias de hospitales como el General de Valencia o el Clínico, situaciones que están en las antípodas de una atención sanitaria de calidad. El intento por reducir las listas de espera quirúrgicas (a más operaciones, más camas ocupadas) ha sido un lastre para agilizar los ingresos desde las salas de Urgencias, que en algunos momentos se han visto desbordadas y han tenido que habilitar espacios adicionales (no siempre en las mejores condiciones) para acomodar a los enfermos hasta que ha sido posible trasladarlos a una habitación. Reducir estas situaciones, especialmente en momentos de mayor presión asistencial, es otro de los deberes que seguro están marcados en rojo en la agenda de Sanidad. Algo parecido ocurre en los centros de Especialidades y consultas externas de los hospitales, por los que pasan cerca de 25.000 pacientes al día. Los plazos para tener cita con el especialista (en ocasiones llegan a superar el año) resultan a todas luces demasiado amplios, cuestión que también requiere algún tipo de medida o reorganización.

9,07 millones de consultas atienden al año los médicos de Atención Especializada. La cifra crece alrededor de un 5% más al año.

Requisito lingüístico

Evitar ahuyentar a los especialistas por conocer la lengua valenciana

El respeto por los símbolos y la lengua valenciana está fuera de toda duda en el nuevo Consell pero el requisito lingüístico encubierto al que se ha sometido al personal sanitario ahuyenta a los profesionales. En otras comunidades autónomas que exigen el conocimiento de la lengua autóctona como Cataluña o Baleares se están registrando auténticos problemas para encontrar personal sanitario; situación que se reproducirá en la Comunitat si la nueva Conselleria de Sanidad no toma cartas en el asunto. El anterior Consell, especialmente a causa de la presión que ejercía Compromís, implantó la norma de que para ser funcionario de la red pública sanitaria puntuaría de igual forma conocer la lengua valenciana que, por ejemplo, la formación. Esto, como advierten desde colectivos médicos y de enfermería, perjudicaría a los profesionales que se han especializado en materias muy concretas, pero no han optado por conseguir ningún título oficial al respecto. Este requerimiento será poco compatible con el objetivo de poder captar personal sanitario de fuera de la Comunitat.

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Plantillas sanitarias

Frenar la fuga de talento y dignificar las condiciones laborales

Mejorar las condiciones laborales de las plantillas (no sólo salariales, sino de presión asistencial); renovar los equipos con nuevas incorporaciones ante las próximas jubilaciones de médicos, sobre todo en Atención Primaria; dignificar las condiciones en las que trabajan los MIR, que denuncian que en muchas ocasiones se sienten explotados... Muchas son las cuestiones relacionadas con las plantillas que debe abordar la nueva Sanidad.

369 de los 584 médicos que finalizaron el MIR en la Comunitat el pasado verano aceptaron seguir trabajando en la sanidad pública.

Obras y nuevos centros

Terminar los proyectos en marcha y renovar los consultorios

Las infraestructuras sanitarias (hospitales, centros de salud, de especialidades, etc.) requieren también mucho interés de la nueva Conselleria de Sanidad. La ampliación del Clínico, un centro obsoleto e infradimensionado para la población asignada, debe ser una de las prioridades, así como seguir avanzando en la remodelación del antiguo hospital militar de Mislata-Quart de Poblet o el futuro Complejo Sanitario Ernest Lluch en los terrenos que ocupaba la antigua Fe de Campanar. Pero no sólo de hospitales vive el paciente (el nuevo Arnau quedó por ahora en un simple anuncio preelectoral), sino que buena parte de los centros de salud, sobre todo los más antiguos, piden a gritos una importante remodelación y renovación. No será fácil y, sobre todo, no será barato, por lo que la eficiencia en la gestión será clave para poder asumir esa renovación necesaria de las infraestructuras.

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