La suspensión de las clases en Cheste desde el pasado martes ha provocado que cerca de 300 alumnos internos del complejo educativo tengan que permanecer ... en las instalaciones sin apenas actividad. Prácticamente pasan el tiempo en las residencias, al cuidado de una decena de educadores, que son los profesionales que se encargan de atender sus necesidades durante los periodos no lectivos, y con el apoyo de un equipo de cocina.
Publicidad
Su situación se prolongará por lo menos un día más, pues el Ayuntamiento también ha cancelado la actividad para este jueves, por lo que tendrán que seguir a resguardo, ocupando su tiempo como puedan -por ejemplo siguiendo clases online, estudiando o realizando tareas programadas por sus docentes- mientras los educadores mantienen una organización especial para garantizar su atención. Son, básicamente, los únicos adultos que los acompañan las 24 horas del día.
El Centro de Residencias de Cheste presta servicio a los alumnos del IES Número 1 y del Centro Integrado de FP, ambos incluidos en el complejo. Los primeros cursan estudios de la ESO o Bachillerato y forman parte de Planes de Especialización Deportiva, mientras que los segundos se forman a través de ciclos formativos.
Según ha podido saber LAS PROVINCIAS, tras la suspensión de clases de cara al martes la mayoría de los profesionales -docentes, subalternos o vigilantes de seguridad- fueron conminados a no acudir a las instalaciones por una cuestión de seguridad. Además, desde la dirección de la residencia se informó a las familias de que «bajo ningún concepto» se desplazaran a las instalaciones a recoger a sus hijos por el mismo motivo. Y es que el complejo se encuentra en la zona de influencia de varios barrancos, con el consiguiente riesgo de inundación, que es lo que sucedió tras la catastrófica dana de octubre.
Publicidad
La petición a las familias se trasladó a través de una carta firmada por el director del Centro de Residencias, en la que también informaba de que las zonas elevadas de las instalaciones son seguras y que se había pedido a los educadores que ajustaran sus turnos y horarios para garantizar la atención. «Como no puede ser de otro modo, esta excepcional situación nos exige, una vez más durante este curso, una respuesta responsable y solidaria», se señalaba, antes de volver a trasladar un mensaje de tranquilidad a los padres y madres.
A la postre, estos profesionales, junto a los cocineros, son los únicos que se están desplazando a las instalaciones en plena alerta por riesgo de inundaciones. Algunas de las fuentes consultadas se preguntan por qué no se ha organizado un dispositivo para evacuar a los estudiantes aprovechando el servicio de transporte escolar, lo que evitaría que el personal que está acudiendo asuma riesgos, aunque la opción se ha desestimado desde los órganos directivos, según se desprende de uno de los mensajes trasladados por la Asociación de Madres y Padres de Alumnos Internos (AMPAI) a las familias. La razón, se argumenta, es que la lluvia acumulada en los últimos días ha provocado que los cauces que pasan por la zona bajen crecidos, por lo que se ha optado por minimizar los riesgos en cuanto a desplazamientos, atendiendo a la recomendación de los servicios de emergencias.
Publicidad
La AMPAI también pide tranquilidad a las familias, les informa de cómo están siendo atendidos y de que disponen de «todas las condiciones de confortabilidad» de la residencia. Y les insta a que trasladen a los hijos la importancia de seguir las clases online y de estudiar de cara a los exámenes, o que no se pueden realizar actividades deportivas ni entrenar en el exterior, «y menos sin supervisión», ante la situación de alerta. En sus mensajes la organización habla de 327 alumnos en las instalaciones, aunque fuentes de la Conselleria de Educación, preguntadas al respecto, rebajan la cifra a 280.
Desde la administración señalan, además, que ellos no gestionan las rutas de transporte (la web del centro señala que se encarga la AMPAI a través de convenios), y que tras la notificación de la suspensión de las clases «se contactó con las familias y muchas decidieron que por evitar desplazamientos, precaución y otras situaciones personales continuaran en las instalaciones». También insisten en que los estudiantes «están debidamente atendidos por docentes asignados a su residencia».
Publicidad
Como consecuencia de las riadas del 29 de octubre, los alumnos internos, en este caso alrededor de 400, tuvieron que permanecer un par de días aislados en las instalaciones, aunque en una situación mucho más precaria, con problemas de comunicación e incluso sin luz ni suministro de agua. Además, las inundaciones provocaron la muerte del director del IES Número 1 cuando volvía a su domicilio después de finalizar su jornada laboral.
Suscríbete a Las Provincias: 3 meses por 1€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.