La movilidad de los médicos crea un cisma entre Sanidad y los sindicatos

La clave está en si esa movilidad es voluntaria o no. Por un lado, Sanidad argumenta, como ya puntualizó en febrero, que para los médicos que ya estaban contratados será de carácter voluntario, mientras que para los profesionales que entren una vez está aprobado el decreto sí será forzosa y formará parte de su trabajo con un máximo de 90 días al año. Pero los sindicatos no lo ven igual. Se aferran a la literalidad del decreto, en el que al mencionar la movilidad no se incluye la palabra voluntariedad. Por tanto interpretan que puede ser obligatorio para todos los profesionales, no sólo para los nuevos, y lo consideran una amenaza. Le añaden, además, que el conseller apenas ha negociado ningún punto de este decreto con ellos.

Esa controversia entre las dos partes es uno de los motivos por el que haya enfrentamientos y movilizaciones previstas para este mes y el próximo en la sede de Sanidad y de la Generalitat. Según los representantes de los trabajadores, en la publicación oficial de la norma no especifica la voluntariedad. «La movilidad es voluntaria pero en la ley no lo pone, por tanto después la interpretación puede ser relativa. Es un acto discriminativo entre profesionales, porque son 90 días de movilidad forzosa y afecta a las condiciones de trabajo», expresa Eva Plana, secretaria del sector Salud de UGT. Además considera que «para su implantación definitiva aún falta, porque la ley no se ha negociado y puede haber un recurso, además tienen que nombrar gerentes y ver aún cómo organizan esos traslados de médicos», añade.

Tampoco María Ángeles Gómez, coordinadora de Negociación Colectiva de Sanidad de CCOO, ve claro este punto del decreto. «Con la excusa de la eficiencia que dice el conseller, la movilidad no sería sólo para las zonas de difícil cobertura, sino hacia otros centros que no sean difíciles, pero que tengan bajas por permisos, vacaciones, enfermedad. También para cubrir todos los motivos de absentismo laboral, la ley da opción a ello. Y eso ni es eficiente ni beneficioso para los pacientes», asegura. Y Omar Ruiz, delegado de CSIF en Valencia, añade: »Ha despertado muchas criticas por la incertidumbre de saber cómo se va a aplicar esa movilidad«.

Los profesionales no cobrarán ningún extra por esos desplazamientos (por ejemplo, del hospital Doctor Peset al de Xàtiva o del General a Requena), ya que forma parte de su trabajo y de su salario, y la representante de CCOO destaca que cuando un médico vaya en su coche de un hospital a otro, el kilometraje todavía se les pagará a 0,19 céntimos, un precio sin actualizar a las condiciones de 0,26 que se ha negociado. «No sale a cuenta con el actual precio de gasolina, el profesional pierde dinero porque pone el desgaste de su coche y el combustible. Si lo mandan a otro hospital entra dentro de su sueldo, van a estar obligados a hacerlo entre hospitales según la norma cuando lo decida el gerente de cada macro departamento», apunta Gómez.

Todavía no ha habido ninguna movilización entre hospitales y los sindicatos tienen la sospecha de que se va a utilizar como medida para reforzar las plantillas durante las vacaciones de verano. «Puntualmente pueden empezar antes, en mayo o junio, pero lo harán de forma más masiva en verano«, señala Gómez. Sanidad argumenta que es complicado poner en marcha las nuevas estructuras y coordinar los recursos, y de hecho aún falta por nombrar a algunos gerentes de las nuevas ASI.

Es precisamente en la época estival cuando las zonas que se han considerado de difícil cobertura multiplican su población y por tanto necesitan más médicos en sus centros, como es el caso de Torrevieja, Vinaroz, Requena, Elda y Orihuela, especialmente las dos primeras, al estar en la playa. Y además este año se da una circunstancia única, y es que los MIR, que siempre acaban su residencia en mayo, esta vez no terminarán hasta septiembre, ya que empezaron su formación en 2020 en plena pandemia y se retrasó unos meses el inicio. Al no ser especialistas aún, no podrán ser contratados, si no se establece una norma específica para este año, que se ha planteado sin concretarse aún. Por este motivo, los sindicatos consideran que la conselleria va a echar mano de este decreto en verano para reforzar las bajas con la movilidad entre hospitales, ya que Valencia ciudad se queda más vacía de habitantes en vacaciones y los facultativos pueden desplazarse a otros sitios que necesiten personal.

«Creemos que no se pondrá en marcha hasta que se acerque el verano, porque además ahora hay mucha incertidumbre, ya que es una medida que va a afectar a la conciliación, a la vida de los profesionales. Ya es aplicable pero no tenemos constancia de que se haya hecho», indica Omar Ruiz. Y es que se trata de una norma muy polémica, por la que los sindicatos van a realizar movilizaciones y protestas frente a Sanidad y en el Palau de la Generalitat.

Por su parte, Plana apunta que esta medida de la movilidad para el verano «va a esconder los verdaderos problemas estructurales de la sanidad, reducirá la contratación del verano si se pone en marcha antes». Y además, expresa que los «hospitales grandes se van a ver infradotados si envían médicos de allí a otros hospitales comarcales, porque no se va a cubrir la plaza de origen, y por tanto habrá un déficit de profesionales para dar la asistencia correcta. Se cubrirá la zona de difícil cobertura pero generará más lista de espera en la que no lo es», indica. O sea, que si un cardiólogo del General se va a Requena porque no hay, crea una falta de servicio en el General porque nadie repone su ausencia.

Para el representante de CSIF esta ley buscaba dar el mismo servicio en todos los hospitales, «pero no creemos que eso lo garantice, ese profesional lo estás quitando de un sitio y generas un problema donde se marcha, porque la plantilla sanitaria es deficitaria, y esto no contribuye a una mejora para el paciente», apunta Ruiz. Y desde CCOO critican «que no se haya puesto ninguna medida para aumentar la plantilla y contrarrestar esa necesidad. El conseller no se compromete a reforzar las plantillas», determina. «La asistencia sanitaria no es una fábrica de producción, de estar hoy aquí y mañana allí. Tiene que tener una continuidad asistencial cada usuario y una estabilidad de los profesionales. Lo que se maneja es la salud, no podemos tratar la sanidad como si estuviéramos en una producción en cadena, hay q cuidar a los profesionales, que es cuidar también a los pacientes», subraya Gómez.