efe
Lunes, 30 de septiembre 2019, 13:43
CEAR ha recurrido ante la Audiencia Nacional la denegación de asilo de un inmigrante del Aquarius y tramita las de otros dos jóvenes que llegaron a Valencia procedentes de Libia en el buque de SOS Mediterranée en junio de 2018, al considerar «una barbaridad» que se les deje en situación irregular pues tendrían riesgo de expulsión.
Publicidad
La Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) en la Comunitat Valenciana presta asistencia letrada a estos inmigrantes, tres jóvenes de El Chad y Costa de Marfil que residen en Valencia y Alicante, uno de ellos con trabajo pero que ha tenido que dejarlo y los otros dos en cursos de formación para el empleo, según ha relatado su coordinador, Jaume Durà.
En los próximos días se recurrirá la denegación de asilo de los otros dos inmigrantes, dentro del plazo marcado a partir de la notificación de la denegación del asilo, según ha confirmado.
Los inmigrantes que llegaron en el Aquarius tenían permiso de trabajo y residencia y estaban en procedimiento de inclusión, algunos están trabajando, otros en cursos de formación para el empleo y todos ellos en cursos del idioma español, y residen en pisos de acogida con pequeñas ayudas que concede el Ministerio del Interior.
Ahora, «todo este proceso de inclusión se quiebra y quedan en situación irregular, con el consiguiente peligro de que sean expulsados«, ha señalado Durà, que advierte de que también se ha denegado el asilo a otros inmigrantes.
Los inmigrantes son personas de diferentes nacionalidades que pasaron «por un infierno» en Libia de trato inhumano y degradante, violaciones o trata, que fueron rescatados en alta mar y trasladados a España por circunstancias excepcionales, y el Ministerio «debería darles algún tipo de protección».
Publicidad
Aunque va en función de cada caso, esa protección puede ser a través del Estatuto de Refugiado, o medidas de protección subsidiaria por la situación de su país de origen, razones humanitarias o circunstancias excepcionales.
Como ejemplo, Durà señala que en el caso de una mujer perseguida, maltratada, violada y vendida para trata, se le debería conceder el estatuto de refugiada, mientras que a otra persona procedente de un país de riesgo se le podría conceder la protección subsidiaria.
Publicidad
Los inmigrantes huyeron de su país de origen por persecución y después en Libia recibieron un trato inhumano y degradante, fueron víctimas de explotación laboral y eran golpeados. «Por eso huyeron y en esta huida casi mueren y fueron rescatados en el Aquarius», ha recordado. CEAR pide al Ministerio que revise los casos de denegación de asilo y, en los no resueltos, que conceda alguna protección.
El buque Aquarius llegó a Valencia el 17 de junio de 2018 con un total de 106 inmigrantes -51 mujeres, 45 hombres y diez menores de edad- a bordo, mientras que de otros dos buques de la Armada italiana (el Dattilo y el Orione) desembarcaron, respectivamente, 274 y 250 más en un enorme dispositivo de emergencia.
Suscríbete a Las Provincias al mejor precio: 3 meses por 1€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.