Un afortunado gana 128.370,85 euros con la Bonoloto de este lunes en un municipio de 1.500 habitantes
Un indigente pide limosna en el centro de Valencia. TSEMA RODRÍGUEZ
'SOMOS FUTURO'

Desafíos para toda la Comunitat

Una jornada debatirá sobre los retos que afronta la sociedad valenciana, como la despoblación y la ayuda a la infancia vulnerable

Jorge Alacid

Valencia

Domingo, 11 de diciembre 2022, 00:15

'Somos Futuro', la iniciativa que lanzó este año LAS PROVINCIAS para fortalecer el debate público en torno a los desafíos que afronta la Comunitat, ... se clausura este miércoles con un acto organizado en el Palacio de Congresos destinado a movilizar la conciencia colectiva en torno a los retos de orden social que asoman por el horizonte. Enumerar todos ellos equivale a describir la agenda completa para el corto plazo, pero una lista de prioridades apuntan hacia el año entrante porque exigen una respuesta inmediata. O al menos, sentar las bases para su solución.

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1.- Combatir la despoblación

Los pueblos en riesgo de despoblación representan el 31,8% de las 542 localidades de la Comunitat, un sombrío panorama que amenaza sobre todo a Castellón, donde se concentran 87 poblaciones que sufren ese riesgo (el 64,4% del total). Alicante, con 29 municipios en la misma situación representa el 20,6%. Y Valencia, con 56, supone el 21%. El llamado invierno demográfico es una enfermedad con múltiples derivadas: el abandono de los cultivos, por ejemplo, con severa repercusión en el descuido de montes, riberas de ríos y otros frentes de potencial peligro en caso de catástrofes, cada vez más comunes, con su propio impacto en el avance del cambio climático. En los últimos 20 años, las 172 poblaciones catalogadas como en riesgo de despoblación en la Comunitat han perdido unas 12.300 explotaciones, una cifra dramática: significa casi 47.000 hectáreas de cultivo. Una tragedia cotidiana cuyas consecuencias se observan en casos recientes como los incendios que este verano asolaron el territorio valenciano, de Vall d'Ebo a Bejís, cuya alcaldesa participará en la jornada del miércoles.

2.- Contra la tasa de pobreza

Para describir la preocupante tasa de pobreza severa que azota a la Comunitat puede valer con recurrir a los fríos datos: más de medio millón de personas viven en hogares con ingresos inferiores a 530 euros mensuales mientras que el 30 de la población sufre riesgo de pobreza y/o exclusión social del 33,2%. Otra posibilidad para completar el retrato de esta descorazonadora patología pasa por ofrece voz a quienes más saben de esta cuestión; por ejemplo, la catedrática de Filosofía Adela Cortina, que tomará la palabra en la sesión inaugural de la jornada del día 14. «La riqueza producida por el proceso globalizador debería permitir que todos los seres humanos tuvieran cubiertas sus necesidades básicas», ha señalado en un reciente artículo en El País. Parece obvio concluir que no sucede así: ni a nivel planetario ni en la escala valenciana. De ahí el interés que suscita su intervención, destinada a movilizar la conciencia ciudadana en la esperanza de que el próximo año el desafío de recortar esa desesperanzadora estadística sea una realidad.

3.- Cuidar a los que cuidan

Quienes sufren una enfermedad de larga duración, en especial aquellos pacientes de patologías cuya cura no se adivina en el horizonte próximo, saben que sus males suelen arrastrar consigo a sus seres queridos, quienes a menudo padecen también graves quebrantos en su salud. Cuidar a los que cuidan es una exigencia básica para atacarla en el corto plazo: según avanza entre nosotros la esperanza de vida, resulta más evidente la evidencia de mejorar la faceta asistencial de la sociedad valenciana, una inquietud que trasladará a nuestro auditorio la autorizada voz de una enfermera, Raquel Corbí. En España se calcula que harán falta 300.000 cuidadores para los próximos años. Un objetivo que debe conciliarse a nivel valenciano con la solución a otra escalofriante estadística: atender a una persona mayor en la Comunitat exige según la OCU sitúa un coste situado entre 1.469 y los 2.240 euros al mes, cifras que pueden incrementarse entre 210 y 400 euros más por comisiones y otros servicios.

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4.- Infancia vulnerable

El año pasado se registraron en la Comunitat 6.614 denuncias por actos violentos contra menores; de ellas, 1.036 fueron denuncias por malos tratos en el ámbito familiar y 1.135, por violencia sexual. Se trata de un sector de la población especialmente vulnerable: valgan otros datos como los 455 casos que tenían como víctima a un menor en delitos como el ciberacoso y otros supuestos que se valen de la tecnología. Un evidente problema que merece una solución inmediata.

LUCHA CONTRA LA POBREZA

Adela Cortina, la conciencia crítica de las sociedades desarrolladas

Adela Cortina, en una conferencia reciente en Valencia. LP

P.S.A. | Pocas personas públicas concitan en España la unanimidad del reconocimiento. Incluso a los deportistas más exitosos, como Rafa Nadal, o a profesionales y artistas que triunfan allende nuestras fronteras se les acaban encontrando defectos, por injustos y partidistas que sean. Adela Cortina es una de ellas, una rara excepción en el convulso panorama nacional. La catedrática de Ética de la Universitat de València ha alcanzado un nivel de autoridad moral e intelectual que la convierten en una conciencia crítica de una sociedad avanzada e hiperconectada, que con frecuencia se aburre tanto de sí misma que se olvida de los problemas de los demás.

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Los más desfavorecidos -las personas pobres y los migrantes- son los colectivos a los que se ha dirigido el estudio de esta prestigiosa académica, que dirige la Fundación Etnor y ha sido Premio Nacional de Ensayo con su obra '¿Para qué sirve realmente la ética?'. Su popularidad en los círculos intelectuales ha llegado hasta el punto de introducir en el debate un concepto como 'aporofobia', el odio y rechazo hacia la pobreza y quienes la sufren. Su trabajo ha estado encaminado a llamar la atención acerca de la incoherencia moral en la que caen las sociedades de la opulencia al despreocuparse del destino de los menos favorecidos.

Esperanza

En enero de este año, Adela Cortina abrió los foros de 'Somos futuro' de LAS PROVINCIAS con una mensaje de esperanza y de compromiso. Que pasa, necesariamente, por construir sociedades inclusivas en las que nadie se quede desplazado. Este mismo discurso lo mantuvo en clave valenciana, destacando las potencialidades de la región. No obstante, el miércoles toca hablar sobre las emergencias sociales, los retos más inmediatos a los que nos enfrentamos, los sectores en los que la acción de los poderes públicos debería ser prioritaria.

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VALORES SOLIDARIOS

Los cocineros valencianos que se alían con José Andrés

José Andrés (d) en un acto con Lourenço y Carrizo. mikel ponce

ALMUDENA ORTUÑO | Carito Lourenço, Germán Carrizo y José Andrés se conocieron en las circunstancias más insólitas para la humanidad: la pandemia de la COVID-19. Dicen que en los momentos más difíciles se tejen las alianzas más profundas y esta no se ha descosido hasta la fecha. El chef asturiano había impulsado a escala mundial la World Central Kitchen para momentos de crisis humanitaria, una propuesta que Lourenço y Carrizo supieron aterrizar en Valencia para seguir haciendo lo que mejor saben: dar de comer. Esta vez, no a los comensales de un restaurante, sino a las personas más vulnerables. Llegaron a repartir hasta 2.300 raciones diarias. Cuando José Andrés recibió un homenaje en Mestalla por la acción de solidaridad, la pareja estuvo a su lado. Un poco antes, en la terraza de Doña Petrona, entre empanadas y anécdotas, les hizo entrega de una moneda como símbolo de colaboración. «Sabía lo que es ser inmigrante en Estados Unidos y nos dijo que no es común para personas que no son del lugar ayudar a quienes son del lugar. Ahí me rompí», recuerda Germán. El chef asturiano también tuvo una dedicatoria para ellos cuando recogió el Premio Princesa de Asturias de la Concordia. «Es cierto que fuimos la cara visible, pero detrás había más gente», precisan los Fierro. Porque la veta de cooperación que ya comparte esta pareja, y que la lleva a formar parte de los retos sociales de la Comunitat, parte siempre de una premisa: «Valencia es nuestra casa y si podemos colaborar, debemos hacerlo», concluyen.

ATENCIÓN A LOS ENFERMOS

Payasospital arranca más de 15.000 sonrisas al año

Integrante de Payasospital. LP

D. GUINDO | Llevan casi un cuarto de siglo cuidando a los más pequeños en algunos de los momentos más duros a los que, probablemente, tendrán que hacer frente. Se ocupan de esa parte emocional y psicológica con humor, con complicidad, con escucha y empatía. Van de la mano de los profesionales sanitarios para saber qué le ocurre a cada niño y cómo pueden arrancarle esa sonrisa que haga más llevadero su ingreso. Se trata, en definitiva, de los especialistas de la interpretación de Payasospital, una asociación sin ánimo de lucro que visita a los menores ingresados en una decena de hospitales valencianos donde, con su cercano espectáculo, reducen la ansiedad y el estrés que la hospitalización o una determinada intervención quirúrgica genera a los pequeños. «El personal sanitario nos comunica que nos hemos adaptado muy bien a los diferentes servicios, que quieren más nuestra presencia y, de forma informal, nos han dicho que baja el consumo de analgésicos y las quejas de los padres. Hemos pasado encuestas de satisfacción y tenemos puntuaciones muy altas del personal sanitario y de los familiares», detalla Sergio Claramunt, director artístico y fundador de Payasospital.

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El personal sanitario, agrega Claramunt, «nos cuenta cómo está cada niño ingresado para que nosotros podamos hacer una actuación personalizada, habitación por habitación». «Los sanitarios nos llaman cuando tienen que hacer una intervención dolorosa al niño, y estamos presentes cuando les están pinchando, en una punción lumbar, o incluso en Urgencias cuando les ponen puntos de sutura. Se ponen a llorar pero poco a poco, con la música, con las marionetas, se centran más en nosotros y no tanto en el dolor, y al final acaban riéndose», describe el portavoz de una entidad que se financia con aportaciones públicas y privadas y venta de merchandising.

Este año llevan ya unas 15.000 atenciones a menores ingresados (tanto en los centros como en los casos de hospitalización a domicilio). «Siempre ha sido muy importante la formación y la calidad de las actuaciones, tanto a nivel musical, como médico y psicológico. Buscas tu espacio escénico y te adaptas a lo que quiere y necesita el menor», concluye.

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CUIDAR A LOS QUE CUIDAN

Renunciar a todo para atender a los demás

Raquel y Manuel, en Alborache, el pasado mes de diciembre. TXEMA RODRÍGUEZ

TXEMA RODRÍGUEZ | Existe un amplio grupo de enfermedades que causan dependencias que el sistema sanitario no puede cubrir. Emergencias vitales cuyos protagonistas no tienen tiempo de debatir con los responsables de las administraciones. En el caso que nos ocupa, por ejemplo, estaba Manuel Roca, enfermo de ELA (fallecido el pasado mes de agosto) y Raquel Corbí, auxiliar de enfermería. Su historia ocupó un reportaje publicado en este diario y en ella, centrada en la dureza de esta enfermedad mortal e incurable, acompañé a los dos en un camino que pone en evidencia muchas de las lagunas de nuestro sistema de atención a los enfermos. El caso de Manuel, como el de tantos otros, acarrea una serie de necesidades que van más allá de una dedicación a tiempo parcial. Él no podía estar nunca solo porque era incapaz ni tan siquiera de apretar un botón. Esa dependencia absoluta, agravada por su situación económica y personal (tampoco había familiares que se hicieran cargo de sus cuidados) obligó a Raquel a ocuparse a diario de él hasta el último momento de su vida y más allá de su horario de trabajo. Eso fueron horas y horas de sacrificio, de kilómetros de coche, de noches sin dormir, de llamadas de teléfono en busca de ayuda médica y de prescindir de su propia vida. Raquel vivió durante más de dos años pendiente de Manuel y él, gracias a su ayuda desinteresada, pudo gozar de unos cuidados que de otro modo nunca hubiera tenido. Sin su presencia estaba destinado a una situación de desamparo añadida a la ya cruel vida marcada por su enfermedad. Como él, cada día, muchos dependen de familiares, amigos o personas que asumen la responsabilidad sin pedir nada a cambio.

EL INVIERNO DEMOGRÁFICO

Las claves para atraer vecinos al interior

Bejís sufríó un incendio el pasado verano. damián torres

Ó. DE LA DUEÑA | La despoblación en el interior de la Comunitat es uno de los principales problemas de la sociedad valenciana. El decrecimiento del número de residentes va a más en comarcas de las tres provincias y esto afecta a la economía de centenares de localidades y al campo, ya que cada vez hay más superficie agraria que deja de cultivarse.

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Esta será uno de los temas que se abordarán este miércoles 14 de diciembre en el foro Somos Futuro Retos Sociales, que se celebra a partir de las 10 horas en el Palacio de Congresos de Valencia. Los datos no engañan y, según un estudio, en estos momentos más del 30% de las 542 localidades de la Comunitat están en riesgo de despoblación.

Pese a que el problema es generalizado, es en Castellón donde se concentran el mayor número de casos de poblaciones que ven como sus vecinos se van para no volver y no hay manera de atraer a nuevos residentes. En el foro estarán presentes tres personas que conocen muy bien cómo está siendo este proceso, que pude ser letal y acabar con la vida en alguna población.

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Hablarán de este tema la alcaldesa de Bejís, Josefa Madrid; el reverendo Ignasi López, párroco de varias poblaciones del Rincón de Ademuz y los cocineros Kiko Lázaro y Elisabeth Navarro, del restaurante Pinea, en Ayora. Estos profesionales de los fogones contarán su experiencia en una población del Valle de Ayora y cómo es la vida de los emprendedores en el interior. López hablará de los problemas que él ve que afectan a sus feligreses y como entienden que podrían tener solución.

Finalmente, la alcaldesa de Bejís abordará el problema desde el punto de vista más cercano a los vecinos. «Hace falta que la gente se mentalice de que hay más calidad de vida en los pueblos». Los servicios son los mismos, pero cambia el tipo de vida, hay que adaptarse, ha precisado. En esta población está el añadido del incendio del pasado verano, que calcinó el entorno. «Hay que pensar en los beneficios de estos pueblos de interior: paz, tranquilidad, naturaleza, deporte, y todos los servicios, aunque de otra forma. Sólo es cuestión de organización», ha concluido.

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