Descontento por el ejercicio de Latín y otros antecedentes

El Sindicato de Estudiantes informó ayer de que la prueba de Latín II, la asignatura de modalidad que hacen los estudiantes de Humanidades, «también ha provocado mucho descontento» entre los participantes, si bien la recogida de apoyos a través de internet, con un par de peticiones distintas, es mucho más discreta que en el caso de Matemáticas II, con algo más de un centenar de firmas.

El cuestionamiento de la dificultad de los exámenes, claves para el acceso a la universidad y a la carrera preferida, también se ha dado en otros puntos de España como en el País Vasco, en este caso en relación a Matemáticas Aplicadas a las Ciencias Sociales. Lo mismo sucedió el año pasado en Andalucía, con una petición que recogió más de 41.000 firmas contra el diseño de la prueba de esta materia, y en la Comunitat, con varios miles de indignados reclamando una repetición.

Precisamente, desde la administración se han referido a este caso en los últimos días para contrarrestar las críticas sobre Matemáticas II, en el sentido de que pese a las quejas trasladadas las calificaciones finalmente estuvieron en la línea de convocatorias anteriores. Ayer mismo Marzà dijo que los resultados «fueron más altos de lo que se esperaba», mientras que desde la comisión gestora de las PAU señalaron que el promotor de esta queja obtuvo un diez sobre diez. Eso sí, fue la asignatura con el menor porcentaje de aprobados de todas las de la fase general, y lo mismo sucedió con el promedio de la nota, si bien es cierto que quedó al nivel de la convocatoria de 2017.

En años anteriores las críticas -mucho más discretas- se han centrado en materias propias de la fase específica como Biología, Química o Dibujo Técnico.