El dolor de muelas de Ami, la rinoceronta del Bioparc

Pese a quien pueda pensar lo contrario los animales salvajes de más de 1.300 kilos necesitan ir al dentista. Así se ha podido comprobar en el Bioparc de Valencia, donde los veterinarios del parque detectaron un problema en la boca de Ami, la rinoceronta blanca de cinco años de edad, y decidieron intervenirla. «Fue hace diez días cuando vimos que algo no iba bien. Tenía dificultades para masticar y observamos también que sangraba por la boca cuando masticaba la comida», señala Javier Martínez, veterinario del Bioparc. Junto a ello se dieron cuenta de que al comer el heno (es un herbívoro) formaba bolas, lo que es indicativo de que había algún problema en las muelas.

Se da la circunstancia añadida de que este animal ya había sufrido previamente problemas en las muelas, por lo que ya se le tuvo que realizar una operación similar a la efectuada este pasado lunes 5 de agosto.

Intervenir a un rinoceronte no es una tarea sencilla. No es como con los caballos donde ante un problema similar se puede actuar con una ligera sedación y no es necesaria una tan profunda. El primer paso es anestesiarlo para evitar riesgos tanto para el animal como para el equipo de cuidadores. Para ello es necesario una monitorización y seguimiento que realizaron los veterinarios del parque, según ha explicado Martínez. Una vez que estuvo dormida, estabilizada y monitorizada se comenzó el procedimiento en la boca. Para realizar esta intervención los veterinarios del Bioparc contaron con la colaboración de la facultad de Veterinaria de la Universidad Cardenal Herrera-CEU y con la de la Universidad Católica de Valencia. Tras anestesiarlo, el equipo del CEU realizó una endoscopia de las fosas nasales y se pudo comprobar que no había ninguna lesión.

A continuación se realizó otra endoscopia de la cavidad oral para investigar el problema de las muelas y el posible origen del sangrado. En este examen se descubrió que el animal tenía varios picos en la dentadura y, además, había una pequeña lesión en una de las piezas.

Los equipos de veterinarios colaboraron en solventar el problema. La solución fue una intervención con una lima eléctrica para reducir esos picos que tenía en las muelas. De esta forma, se procedió a limar estas protuberancias con el objetivo de evitar que continúen causando problemas en la masticación de este rinoceronte blanco.

Los dos equipos, tanto el del CEU como el de la Católica, trabajaron de forma conjunta para revisar toda la boca de la rinoceronta y comprobar que no había ninguna otra lesión que pudiera causar problemas al animal.

Una vez concluida la intervención, que duró aproximadamente una hora, se despertó al animal, que se incorporó a los pocos minutos de una manera suave y tranquila.

Según Javier Martínez, la intervención resultó un éxito ya que al día siguiente (ayer por la mañana) Ami mostraba una mejor actitud. Demostró también estar hambrienta y se comió todo el desayuno preparado por el equipo de cuidado animal del Bioparc. Ante tan buena predisposición, y tras la revisión por parte de los veterinarios del parque, se le dio acceso al recinto exterior donde se encuentran el resto de rinocerontes, las cebras y las avestruces y están a la vista del público que visita las instalaciones.

Martínez resaltó que este tipo de problemas en las muelas son típicos en caballos. Esta es la razón por la que buscan la colaboración de profesionales de medicina equina de estas universidades. Los rinocerontes tienen muchas similitudes anatómicas con los caballos. Por ejemplo, el sistema digestivo es muy similar. Además, el crecimiento de las muelas y su desgaste son también muy parecidos y por esa razón se encuentran muchas patologías similares en rinocerontes y caballos.

Ami llegó al Bioparc en octubre de 2023 procedente del Kolmarden Wildlife Park, en Suecia. El traslado se hizo en el marco del programa de conservación para esta especie de la Asociación Europea de Zoo y Acuarios con el objetivo de establecer un núcleo de cría controlada de esta especie en el Bioparc.

El rinoceronte blanco es una especie africana amenazada, con sus poblaciones en declive debido fundamentalmente a su caza furtiva. Se calcula que hay unos 10.000 ejemplares.

Las prácticas ilegales suponen un lucrativo negocio por la amputación de su cuerno, símbolo de estatus en algunas sociedades y al que se le atribuyen falsas propiedades medicinales.

El Bioparc alberga cuatro rinocerontes, un macho y tres hembras. La integración de este grupo está siendo excelente y la pasada primavera se observaron las primeras cópulas, un factor positivo porque su reproducción es dificultosa.

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