Donación entre andenes

«Podemos ayudar sin perder nada y hay gente que lo necesita». Nuria Anabel nunca había donado sangre y era algo que quería hacer desde hace tiempo. Este viernes ha sido su oportunidad. «Llegaba tarde a las prácticas, vi el panel y, como me venía de paso, pues aquí estoy», comenta a LAS PROVINCIAS en el punto de donación instalado por el Centro de Transfusiones de la Comunitat en el vestíbulo de la estación de Colón de Metrovalencia. También ha sido la primera vez para Lucía y Paula. Las tres coinciden en que ha sido una grata experiencia y en que repetirán. Buena parte de culpa de este éxito la tiene Andrea, una de las enfermeras que las han atendido, y la doctora Ludmila Allegues; dos de las profesionales que conforman el equipo de seis especialistas desplazado hasta la céntrica estación del suburbano.

Paula reconoce que lo había intentado varias veces, pero le causaba cierto respeto. «Vi la noticia en Metrovalencia y he venido a propósito. Me he mareado un poco», señala mientras se hidrata con un zumo de piña. Pero a pesar de ello «ha ido todo muy bien», asegura con una sonrisa. Lucía, por su parte, quería seguir el ejemplo de su madre, que esperaba paciente a que terminara. «Quería donar y desde pequeña lo tenía en la cabeza porque mi madre es donante de toda la vida. Pero fui al centro de salud y al tener las pulsaciones bajas no me dejaron. Aquí me han tomado la tensión y como la tenía bien he podido donar. Me quedé con el mal gusto de no poder y al verlo por las pantallas de metro he insistido a mi madre para que nos acercáramos», detalla. «Es algo que quería hacer y repetiré», concluye Nuria Isabel tras beber abundante agua.

El gesto de estas tres jóvenes, al igual que el de cientos de personas que a diario donan parte de su sangre, ayudará a salvar vidas. E iniciativas como la puesta en marcha gracias a la colaboración entre el Centro de Transfusión y Metrovalencia facilitan que cada vez sean más las personas que se deciden a echar una mano. «Esta iniciativa es genial, que el donante tenga acceso fácil es fundamental. Además, así nos damos a conocer, porque la gente, quizá, no tiene toda la información y nos hace falta para poder educar a la población en esta actividad», argumenta la doctora Allegues, que destaca la importancia de estas iniciativas para captar a nuevos donantes.

También insiste en esta idea Andrea Alaman. «Iniciativas como esta sirven para captar nuevos donantes, especialmente en zonas de paso donde llama la atención. Es un acto altruista, por lo que siempre hay que estar donde se nos pueda ver porque la sangre no se fabrica y necesitamos el factor humano», describe mientras vigila que los donantes se encuentren cómodos.

El proceso es sencillo. En el caso de la primera vez, la persona interesada en donar pasa primero por recepción, donde detalla sus datos y recibe una hoja informativa y un cuestionario que debe responder, formulario que se centra en si presenta una actividad sexual de riesgo, si toma alguna medicación o si, por ejemplo, se ha hecho algún tatuaje en los últimos tiempos, entre otras. Posteriormente, detalla esta enfermera, «pasa con el médico, que le toma la presión arterial, la hemoglobina... y si el facultativo da el visto bueno pasa a sala y se pincha». Normalmente, entre cinco y diez minutos son suficientes para aportar los 465 mililitros de sangre que se donan en cada ocasión. «Después hay que beber mucho líquido -al menos medio litro-, no fumar ni beber alcohol en las dos horas posteriores y no hacer ejercicio físico hasta pasado un día completo», añade Andrea, quien subraya que los hospitales de la Comunitat necesitan cerca de 700 unidades de sangre al día.

Los almacenes del Centro de Transfusiones, agrega, siempre deben contar con un stock óptimo, puesto que la sangre 'caduca'. Por ello, y una vez se encuentra en el centro, se fracciona en hematíes -que se almacenan en neveras a cuatro grados y tienen una fecha de caducidad de 45 días-, plaquetas -que a temperatura ambiente se conservan con agitación continua, pero sólo duran cinco días- y el plasma -que se congela a partir de 25 grados bajo cero y puede durar unos dos años-; de ahí que sean las plaquetas las que marquen el límite de durabilidad de la sangre y por lo que es necesario que, aproximadamente cada dos días, se cuente con nuevos aportes.

Fuentes de Metrovalencia, por su parte, señalan que esta iniciativa es una especie de prueba piloto y que se está estudiando poder hacerlo de forma continuada en la sala metro.

• Temas
• Centro de Transfusiones de la Comunitat Valenciana
• Metrovalencia