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En las horas más oscuras del 29 de octubre, el sonido del río en que se ha convertido el barranco del Poyo queda acallado por el terror a que Forata reviente, lo que amenaza con dejar en una anécdota la pantanada de Tous. Millones y millones de litros de agua se han acumulado sobre el barranco de Chiva y el de la Horteta, cerca de Turís, y el lodo comienza a fluir con fuerza hacia l'Horta Sud mientras nadie en la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) ni en el Cecopi se les ocurre revisar cómo va el Poyo. Cuando se quieren dar cuenta, el monstruo es una pared de agua que ruge y golpea las vidas de casi 700.000 personas, que nunca jamás podrán olvidar la peor tarde de sus vidas.
A lo largo de esa mañana, el barranco del Poyo recibe relativa vigilancia. Es el único en cuya cabecera hay un pluviómetro, en Chiva, y un aforo, en Riba-roja. Más tarde, CHJ y Generalitat pugnarán de forma poco edificante por decir quién tenía que vigilar el barranco del Poyo, pero lo cierto y verdad es que en esa mañana, en la mañana previa al horror, hay varios correos desde la CHJ que alertan de que el caudal del Poyo baja. A las 12.07 horas, llega un correo que dice que la rambla supera los 150 metros cúbicos por segundo. Hay dos más, después de ese, en los que el caudal baja. A las 16.13 horas llega el último correo antes de la tragedia: «El caudal es de 28,7 metros cúbicos por segundo, con tendencia descendente».
Medio centenar de barrancos
y ramblas desaguan en la
cuenca del Poyo
Cuenca del Poyo
Rambla de Chiva o del Poyo
Loriguilla
Cheste
Bco. dels Cavalls
Chiva
Bco. de Torrent
Godelleta
En la Rambla de Chiva o del Poyo,
el Bco. dels Cavalls y el Bco. de Torrent
desaguan una docena de ramblas y los
barrancos de:
Chulilla
Ballesteros
Brihuela
Cañadillas
Carcalín
Corralicos
Cutanda
Guarrach
Canaleja o Sechara
Cañada de la Arena
Contienda
Cueva Morica
Horteta
Parra
Cabezas
Calaveras
Canyes
Giles
Murtal
Pelos
Peña Mala
Perales
Rebo
Soterraña
Sto. Domingo
Trancas
Bobo
Gallego
Gayo
Gitano
Juncar
Moro
Tizón
Grande
Hondo
Urrea
Vallejo de
Covatillas
Fuente: Confederación Hidrográfica
del Júcar. GRÁFICO LP
Medio centenar de barrancos y ramblas
desaguan en la cuenca del Poyo
Cuenca del Poyo
Rambla de Chiva o del Poyo
Loriguilla
Cheste
Bco. dels Cavalls
Chiva
Bco. de Torrent
Godelleta
L’ALBUFERA
En la Rambla de Chiva o del Poyo,
el Bco. dels Cavalls y el Bco. de Torrent
desaguan una docena de ramblas y los
barrancos de:
Chulilla
Ballesteros
Brihuela
Cañadillas
Carcalín
Corralicos
Cutanda
Guarrach
Canaleja o Sechara
Cañada de la Arena
Contienda
Cueva Morica
Horteta
Parra
Cabezas
Calaveras
Canyes
Giles
Murtal
Pelos
Peña Mala
Perales
Rebo
Soterraña
Sto. Domingo
Trancas
Bobo
Gallego
Gayo
Gitano
Juncar
Moro
Tizón
Grande
Hondo
Urrea
Vallejo de
Covatillas
Fuente: Confederación Hidrográfica del Júcar. GRÁFICO LP
Medio centenar de barrancos y ramblas
desaguan en la cuenca del Poyo
L’Eliana
Riba-roja
Cuenca del Poyo
Burjassot
Cheste
Loriguilla
Manises
RAMBLA DE CHIVA O DEL POYO
Aldaia
Valencia
BCO. DELS CAVALLS
Alaquàs
BCO. DE TORRENT
Chiva
Torrent
Godelleta
Buñol
Catarroja
Turís
Beniparrell
Silla
Picassent
Monserrat
L’ALBUFERA
En la Rambla de Chiva o del Poyo, el Bco. dels Cavalls y el Bco. de Torrent
desaguan una docena de ramblas y los barrancos de:
Chulilla
Ballesteros
Brihuela
Cañadillas
Carcalín
Corralicos
Cutanda
Guarrach
Canaleja o Sechara
Cañada de la Arena
Contienda
Cueva Morica
Horteta
Parra
Cabezas
Calaveras
Canyes
Giles
Murtal
Pelos
Peña Mala
Perales
Rebo
Soterraña
Sto. Domingo
Trancas
Bobo
Gallego
Gayo
Gitano
Juncar
Moro
Tizón
Grande
Hondo
Urrea
Vallejo de Covatillas
Fuente: Confederación Hidrográfica del Júcar. GRÁFICO LP
Medio centenar de barrancos y ramblas
desaguan en la cuenca del Poyo
L’Eliana
Riba-roja
Cuenca del Poyo
Bco. Urrea
Burjassot
Bco. de la Parra
Bco. Hondo
Bco. Grande
Bco. de
Peñarroya
Bco. de
Corralicos
Cheste
Manises
Loriguilla
Bco. de Ballesteros
Bco. de la Cueva Morica
Bco. de Cañadafría o Pozalet
Bco. de Brihuela
RAMBLA DE CHIVA O DEL POYO
Bco. de
Cutanda
Bco. de la Canaleja o Sechara
Bco. de la
Cañada de
la Arena
Bco. de las
Calaveras
Aldaia
Bco. de Trancas
Valencia
Bco. de
Carcalín
Bco. del Bobo
Bco. de
Cañadillas
Bco. deRebo
Bco. de
Guarrach
Bco. de Pelos
Bco. del Gallego
Bco. de
Peña Mala
BCO. DELS CAVALLS
Alaquàs
Bco. de la
Contienda
Bco. Chulilla
Bco. Vallejo
de Covatillas
Bco. de Sto. Domingo
BCO. DE TORRENT
Bco. de
Perales
Bco. de Soterraña
Chiva
Bco. del Gayo
Bco. del
Tizón
Bco. del Gitano
Bco. del Juncar
Torrent
Bco. de les Canyes
Bco. de Murtal
Bco. de la Horteta
Godelleta
Buñol
Bco. del Moro
Catarroja
Bco. de las Cabezas
Bco. de los Giles
Turís
Beniparrell
Silla
Picassent
Monserrat
L’ALBUFERA
Fuente: Confederación Hidrográfica del Júcar. GRÁFICO LP
A esa hora, Utiel lucha por sobrevivir. La delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, ya ha ofrecido a la entonces consellera de Interior, Salomé Pradas, a la UME, que finalmente llega a la localidad a las 15 horas. Ya hay personas fallecidas. La crecida del Magro preocupa tanto que los funcionarios de la CHJ insisten en que la presa de Forata puede no aguantar. Los focos entonces se desvían al embalse.
Mientras, nadie vigila el Poyo. Nadie se pregunta por qué, si en Chiva sigue lloviendo (el pluviómetro lanza datos cincominutales terroríficicos, con casi 60 litros por metro cuadrado en cinco minutos, desde primera hora de la tarde), el barranco del Poyo baja casi sin agua. Nadie se pregunta por el de la Horteta, que nace cerca de Turís, donde el cielo se ha abierto y ha dejado caer lo que después sabremos que son 800 litros por metro cuadrado. Nadie se cuestiona por el Gallego, por la Saleta, por Cueva Morica, por Gayo, por Grande. A nadie se le ocurre preguntarse cómo van las ramblas que bajan de las montañas donde una violenta dana lleva 24 horas estacionada.
Cuentan quienes estuvieron aquella tarde en Utiel que los efectivos de la Unidad Militar de Emergencias ni se podían creer lo que veían cuando llegaron a Utiel. La localidad estaba inundada y a las 15 horas, más o menos, fue reclamada su intervención. Entonces, Utiel ya era pasto del Magro, que se había desbocado y había anegado el pueblo, con tres metros de agua que llegaron en apenas 10 minutos. La UME comenzó a hacer rescates, en coordinación con el Ayunamiento que preside el 'popular' Ricardo Gabaldón y que hacía lo posible, teléfono en mano, para dirigir a los servicios de emergencia hacia las zonas del pueblo donde más falta hacían.
Conforme pasaron las horas, más de cara a la noche, se evidenció que la situación de l'Horta Sud también era dramática. Pero entonces llegó otro grave problema de esos días: las comunicaciones. En las primeras horas, decenas de carreteras estaban impracticables. Hablamos de la A-3 y de la A-7, así como de decenas de carreteras comarcales, por lo que recorrer los cerca de 80 kilómetros que hay entre la Plana de Utiel y l'Horta Sud se antojaba misión imposible. Con todo, los primeros efectivos de la UME que estaban en Bétera y salieron hacia el sur de Valencia llegaron a Paiporta, Catarroja y Sedaví en torno a la 1 de la madrugada. Acudieron también a La Torre, la pedanía de Valencia más afectada, que se vio sorprendida por un agua que nadie sabía de dónde venía, porque el barranco del Poyo queda ciertamente lejos.
Sin embargo, los efectivos llegados de Madrid y de Castilla-La Mancha no pudieron pasar de Utiel hasta días después. No es que se quedaran de brazos cruzados: en esa localidad había mucho trabajo por hacer. Hubo, de hecho, 6 fallecidos. Más tarde llegaron a Chiva, donde la situación también era dramática por el desborde del barranco del Poyo, que en el pueblo se conoce como el barranco de Chiva, pero su despliegue fue lento en la zona cero por la situación de las comunicaciones y las carreteras.
Si lo hubieran hecho, por supuesto, habrían tenido complicado saber lo que pasaba. No hay aforos, ni pluviómetros, en toda la cuenca del Poyo. Una de las ramblas mediterráneas más peligrosas, con 99 inundaciones históricas hasta ese día, está claramente infravigilado. Podrían haber levantado el teléfono, por supuesto, o simplemente haber entrado en la web de LAS PROVINCIAS, donde este diario contaba desde primera hora de la tarde que en Chiva el Poyo ya era un rugido ensordecedor que hacía mucho que se había salido de su cauce.
Pero el caso es que no lo hicieron. Mientras, continúa la preocupación por Forata. Volvemos a esa tarde de apagones informativos y funcionarios que no se podían trasladar a l'Eliana, a esa tarde de presidentes de la Generalitat desaparecidos. A esa tarde, en definitiva, en la que el presidente de la CHJ, Miguel Polo, llega a trasladar al Cecopi que a las 21 horas, como siga lloviendo, Forata saltará por los aires. Lo dice a la misma hora, más o menos, en que Bernabé recibe la llamada de la alcaldesa de Paiporta en la que le dice que va a tener muchos muertos en su pueblo, donde el barranco se ha desbordado y se ha llevado por delante viviendas enteras.
Es a la misma hora, aproximadamente, en que en algún ordenador de alguien que estaba en esa reunión suena un pitido y entra un correo electrónico, tan lacónico como aterrador. «1º, 2º y 3º aviso de caudal en rambla de Poyo. Valor: 1.686 metros cúbicos por segundo con tendencia ascendete a las 18.40 horas. Para su conocimiento, la crecida está siendo muy rápida. Se continúa el seguimiento desde sala SAIH». Son las 18.43 horas. Dentro de 12 minutos el aforo será engullido por las aguas y la CHJ se quedará, ahora sí, ciega. Antes lo que estaba era poco pendiente.
Es, por supuesto, tremendamente tarde. La inundación ha empezado. El agua ya cubre las calles de Catarroja, Sedaví o Alfafar, y a las 18.15 horas la barrancada imparable se ha llevado uno de los puentes que cruzan la rambla en Picanya. Todos desaparecerán. Forata aguanta y, con terror, los técnicos se dan cuente de que el monstruo venía a su espalda. Nadie se había fijado en él, pero el Poyo había sido alimentado por medio centenar de escorrentías y barrancos de menor tamaño que se convirtieron en ríos que fueron a morir no a la mar, como el poema, sino a un caudal superior al del Ebro en una zona tremendamente poblada. Es ya demasiado tarde. El Magro se ha salido en Algemesí, sí, pero lo peor está en el Poyo, que los técnicos han pasado dos horas sin mirar o, al menos, sin avisar de que llevaba más o menos agua. La falta de sensores y de pluviómetros en la cuenca, y de diligencia en los técnicos, ha resultado fatal y un monstruo al que nadie ha mirado se lo ha llevado todo por delante.
Son cerca de las 19 horas. El secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, consigue hablar con la consellera Pradas tras varios intentos. En esa conversación, según varias fuentes presentes, el Gobierno plantea a las claras que hay riesgo de rotura inminente de la presa de Forata. El presidente de la CHJ, Miguel Polo, llegó a decir hasta la hora: 21 horas. Con buena parte de l'Horta Sud bajo el agua, es el anuncio de Morán lo que desata las alarmas: «No te puedo garantizar que la presa aguante». Es ahí cuando se decide mandar el mensaje ES-Alert, más o menos a la misma hora que la CHJ avisa de que el barranco del Poyo fluye ya muy crecido hacia la costa.
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