88 dosis por minuto para rematar la vacunación de los docentes

La vacunación del personal educativo está prácticamente terminada. Pese a las dudas y los sobresaltos que han rodeado al fármaco de AstraZeneca, que finalmente recibirán también los mayores de 65 años, la responsabilidad ha pesado más que la incertidumbre que se haya podido generar. Tras la jornada de ayer, cuando se retomó la campaña, sólo quedan las citaciones previstas para la mañana de hoy en la veintena de puntos habilitados a lo largo de la Comunitat.

El ritmo de vacunación demuestra que el principal hándicap para la ansiada inmunización masiva de la población, más allá de los colectivos prioritarios, está en la disponibilidad de las dosis. Sirven varios datos de la campaña de los profesionales de la educación. Siendo el colectivo esencial más grande de todos los convocados hasta la fecha, la administración de las dosis se ha realizado en apenas cuatro jornadas, con cerca de 150.000 profesionales convocados, de los que 29.048 (de 549 centros) pasaron por los espacios habilitados durante la tarde del miércoles, lo que implica una media de 88 inyecciones por minuto (5.280 por hora). Hoy, el último día, les tocará a otros 22.951. Teniendo en cuenta que sólo se pondrán dosis por la mañana, el ritmo llegará a 69 cada sesenta segundos.

La jornada se desarrolló con normalidad. En el hospital de campaña de La Fe la vacunación se reanudó a las 15 horas. Aunque el ambiente era festivo de los testimonios se desprendía cierta inquietud tras las últimas noticias llegadas de Alemania. Los centros fueron convocados cada media hora y el responsable de vacunación de cada uno se encargaba de reunir a sus compañeros antes de enfilar la rampa de entrada al recinto habilitado.

«Está todo bien organizado. Estábamos citados a las cuatro y en 15 o 20 minutos ya estábamos todos. Ahora mismo me encuentro bien, pero igual me lo tienes que preguntar dentro de unas horas», explicaba sonriente María Jesús, docente del IES Berenguer Dalmau de Catarroja. «Sí he tenido dudas. Ayer (por anteayer) volvieron a salir noticias sobre la paralización en Alemania y esta mañana he estado consultándolo con amigos sanitarios«, continuó, antes de señalar que se ha decidido »por una cuestión de responsabilidad y pensando también en mi entorno«. «O nos vacunamos todos o no salimos de esta», sentenció.

«Por responsabilidad, por nuestras familias, por la sociedad en general», respondió Ariadna, del mismo centro, a la pregunta de por qué se decidió. «Aunque estadísticamente la probabilidad es muy baja (de sufrir una reacción o una complicación)no dejas de tener cierta incertidumbre, pero si todos actuamos así esto no se acaba«, continuó. Joan, el docente con el que conversaban tras recibir el pinchazo, añadía otra clave. «También por los sanitarios. He vivido en casa lo que han sufrido con la pandemia. Deberíamos estar muy agradecidos a lo que han hecho, y a la sanidad pública. Al menos les debemos el vacunarnos«, ejemplificó.

Durante la espera las conversaciones pivotaban sobre la actualidad educativa: las vacaciones de Semana Santa, el durísimo año que está sacando adelante la comunidad educativa (con más o menos apoyo de la administración) e incluso se comentaban las últimas polémicas, como la que rodea al futuro de los Servicios Psicopedagógicos Escolares, que desaparecen con el nuevo modelo de orientación. Se podían ver bastantes camisetas reivindicativas entre los convocados, y también había niños, recién salidos del cole, esperando con sus padres, que acudieron a la zona directamente desde el centro.

Ana, del IES Enric Valor de Silla, también valoró la buena organización. «Han sido muy amables y han tenido mucho cuidado», señaló. «Es mucho peor no vacunarse», respondió a la pregunta de si tuvo recelos sobre dar el paso. Las dudas sí asaltaron a María José, del mismo instituto. «Venía dudando con las últimas noticias, pero valoras más el beneficio que el riesgo», afirmó, antes de justificar su decisión. «Hay algo de sentimiento de solidaridad, pensando por ejemplo en grupos de mayor riesgo, familiares o padres», añadió. «También lo hacemos por compromiso social», apuntó Gema, otra compañera del departamento de Sanidad del citado instituto. «Somos profesores y estamos comprometidos, como hemos demostrado durante este año», terció Manolo, otro docente del centro.