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El óxido nitroso se utiliza como anestéstico en Odontología y también en cocina, para crear espumas pasteleras o emulsiones. Vendido en pequeñas bombonas, se ... considera un producto químico legal y está al alcance de cualquiera. Sin embargo, mal utilizado es la esencia de una nueva droga conocida como el gas de la risa. Nacida la costumbre en Reino Unido y Países Bajos y extendida por Ibiza, Marbella o Barcelona, ya ha aterrizado en la Comunitat.
Hasta ahora la Policía ha detectado su consumo en botellones o fiestas ilegales. Los jóvenes inhalan y exhalan el gas 'servido' en globos que se venden a unos 5 euros, a veces mezclado con alcohol, y siempre en busca de uno de sus efectos psíquicos: la hilaridad. Una risa 'tonta' que también conlleva riesgos como la asfixia, daño cerebral, quemaduras y hasta la muerte.
Tres de la mañana del 22 de mayo. La música retumba en una nave del polígono industrial de la localidad alicantina de Rabasa. Agentes de la Policía Nacional y la Policía Local intervienen. «Se trataba de una discoteca encubierta», describen. «Había muchos jóvenes consumiendo alcohol sin distancia, sin mascarilla e incumpliendo el toque de queda» que imperaba en primavera.
El mapa de la droga en Valencia
En los cacheos y registros descubren las drogas ya conocidas: speed, metaanfetaminas, cristal... «Pero lo más significativo fue la intervención de 39 ampollas que contenían helio y óxido nitroso». Según la Policía, su consumo «estimula y potencia los síntomas del alcohol y las drogas». Pero sus peligros no dan risa: «desplaza el oxígeno de los pulmones y puede causarnos asfixia». En casos severos, también «daño cerebral por la falta de irrigación de oxígeno al cerebro». El gas también entraña riesgo de quemaduras.
Los globos de la risa se inhalan ya en los botellones de la ciudad de Valencia. Lo constata Juan Barcala, director de Controla Club, organización que informa y previene a jóvenes sobre los efectos de las drogas: «Se está implantando poco a poco en los encuentros callejeros». El mayor peligro llega «cuando se mezcla con alcohol u otras drogas».
Según la Fiscalía de Valencia, por el momento no existe ninguna actuación judicial contra la distribución de este producto como droga en la provincia. «Se trata de una sustancia química legal. Su uso con fines inadecuados es una posibilidad que pude entrañar riesgos a quien lo utilice», desgrana el Ministerio Público. La clave es esta: «Al no tener consideración de sustancia prohibida no integra un tipo penal». Es decir, no hay delito en su circulación o consumo. El Ministerio de Interior, confirma el departamento gubernamental, «no ha emitido ninguna instrucción a las fuerzas y cuerpos de seguridad» sobre el óxido nitroso.
Tampoco las unidades especializadas en drogas de la Jefatura de Policía tienen, por el momento, indicación de perseguir el gas de la risa. Salvo, como sucedió en Rabasa, en el contexto de intervenciones relacionadas con la seguridad ciudadana.
A pesar de la alegalidad, el Consejo General de Dentistas y el Colegio de Odontólogos de Alicante alertan sobre su consumo. Según explica el presidente del consejo, el doctor Óscar Castro, el óxido nitroso «es un gas incoloro que se utiliza para la sedación y el control del dolor». Algunos de sus efectos son «euforia, entumecimiento del cuerpo, sensación de sedación, mareos, risa incontrolada, descoordinación motora, visión borrosa, confusión y cansancio». Suelen desaparecer en unos cinco minutos.
Y, como con todos los fármacos, «su uso está restringido a prescripción facultativa, pues puede conllevar riesgos graves». En las clínicas, ahondan los odontólogos, «se utiliza fundamentalmente para intervenciones no demasiado largas en pacientes que no controlan o controlan mal su grado de ansiedad». Está clasificado dentro del grupo de anestésicos pero suele usarse en concentraciones menores mezclado con oxígeno. Así el paciente puede seguir colaborando sin sentir dolor ni recordar nada debido a su efecto amnésico.
La utilización del óxido nitroso, añaden, «debe ir precedida de un análisis del estado de salud de la persona que va a recibirlo, de su edad, de su peso o de la posible asociación a otros fármacos o drogas». En pacientes con problemas respiratorios o patologías cardiovasculares puede estar contraindicado.
Entre otros riesgos del gas de la risa, los profesionales apuntan «la bajada brusca de la presión arterial, infarto de miocardio, hipoxia (falta de oxígeno) o alucinaciones visuales». Si además se asocia su consumo con otras sustancias como el alcohol o drogas, el peligro crece. «Se produce una desinhibición y una pérdida del sentido del riesgo».
Para el doctor Castro, «el incremento de su autoconsumo por parte de jóvenes y adolescentes debe considerarse un serio problema de salud pública». En Reino Unido, por ejemplo, «ya llevan registradas 35 muertes debidas al mal uso del óxido nitroso. Es urgente, por lo tanto, tomar medidas sobre esta peligrosa moda». Mientras, los globos se siguen inflando en fiestas para alimentar subidones de risa que podrían acabar en llanto.
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