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Una de las principales señas de identidad de las políticas educativas de los últimos años ha sido el aumento de las ayudas sociales, que a partir del próximo curso incluirán también desayunos gratuitos en los centros con un elevado volumen de alumnado vulnerable, tal y como anunció el miércoles la consellera Raquel Tamarit. La medida ha sido bien valorada por Save the Children a través de su director en la Comunitat, Rodrigo Hernández, que por otro lado insta a la administración a seguir aumentando las becas de comedor. Y es que según los datos recogidos en el último informe de la oenegé la mitad de los niños en situación de pobreza no disponen de ayudas para costear el menú diario.
"Por supuesto que estamos de acuerdo con el plan anunciado, pues contribuye a una alimentación saludable, pero no nos podemos olvidar de que muchos alumnos no tiene beca y la podrían necesitar", en palabras de Hernández.
El informe, conocido este mes y basado en datos del curso 2019-2020, los últimos publicados por el ministerio, establece que 130.801 alumnos reciben una ayuda (total o parcial) frente a los 273.960 que se encuentran en situación de pobreza. "Esto implica que más de 143.000 menores que viven en hogares vulnerables pagan el comedor o no tienen acceso al mismo", asegura la entidad, que plantea una serie de medidas paliativas: que la renta familiar anual para conseguir la gratuidad sea la que determina el umbral de la pobreza (19.127 euros frente al máximo de 12.768 que se requiere para disponer de la beca completa) y que la subveción se extienda también a la Educación Secundaria Obligatoria, con los mismos parámetros, donde la presencia de comedores y de becados es muy minoritaria.
"Son medidas fundamentales porque las familias, cuantos menos recursos tienen, aplican estrategias adaptativas. No pueden dejar de pagar la luz, la hipoteca o el alquiler, pero reducen la calidad, más que la cantidad, de los alimentos. Lo que vemos en nuestros programas de atención es que esto deriva en problemas de malnutrición", continúa Hernández.
Desde Educación explican que su intención es aumentar todavía más la cobertura de las becas de comedor tras incrementar la partida presupuestaria en 30 millones respecto al curso 2014-2015, aunque puntualizan que en la ESO, en la gran mayoría de los centros, la jornada acaba a las 14 horas, por lo que entienden "que no debería incluirse a este alumnado en la estadística de beneficiarios", algo que sí sucede en el cálculo que realiza la oenegé, que de hecho insiste en esta cobertura.
Así, contabilizando sólo al alumnado de Infantil y Primaria, la beca llega al 34,5% del total. Incluso si se toma como referencia el porcentaje de menores en situación de pobreza (30,7%), unos 124.000 escolares de 405.805 matriculados, supondría que disponen de ayuda pública varios miles más que los que se encontrarían por debajo del citado umbral, pues la reciben, en el curso actual, 140.000 estudiantes.
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