Educación también desvía dinero de obras para pagar ayudas a ganaderos

El Consell también ha recurrido al presupuesto del programa Edificant, destinado a agilizar la construcción y mejora de centros públicos, para cubrir las ayudas impulsadas por la Conselleria de Agricultura para sostener explotaciones ganaderas relacionadas con el toro de lidia y de carácter ovino. Exactamente son 950.000 euros.

Tal y como señala la resolución publicada a mediados de agosto, la modificación de crédito se justifica en una petición de Les Corts del pasado febrero para crear una línea de subvenciones «para los sectores ganaderos afectados por las consecuencias de las medidas adoptadas en la pandemia y las restricciones, en especial, dirigidas a las ganaderías que no recibieron ayudas en 2020». Concretamente se destinan a explotaciones «de vacuno de raza de lidia y de ovino de raza guirra». Para su financiación se plantea «la transferencia de disponibilidades existentes» por el citado importe en la línea presupuestaria de Edificant referida a Primaria.

Los 950.000 euros suponen un importe discreto en comparación con otras modificaciones presupuestarias en el mismo sentido. Como informó LAS PROVINCIAS, la más cuantiosa en lo que va de año ascendió a 30,8 millones de euros y servirá para pagar salarios de docentes de refuerzo que entrarán en las aulas este curso para poder cumplir con los protocolos sanitarios y con la presencialidad total en Secundaria.

Para hacerse una idea, Educación anunció una inversión de 39 millones en este sentido, aunque sin concretar si también se incluyen los profesionales destinados a la red concertada.

La anterior transferencia se aprobó en diciembre de 2020 -cuatro millones de euros- para cubrir el incremento de los gastos de funcionamiento de los centros a raíz de la pandemia, como la compra de material y el refuerzo de limpieza y de comedor.

Las modificaciones implican que el dinero previsto al principio del ejercicio presupuestario no se llega a gastar, bien sea por la lentitud administrativa de Edificant o por retrasos en las actuaciones planificadas, que dependen de los ayuntamientos. Y han sido habituales, no sólo por la crisis sanitaria. El dinero de Edificant ha servido para gastos tan variados como la compra de dos edificios de uso administrativo, para el alquiler de barracones escolares instalados cuando se prevé iniciar una obra en un centro, para nutrir la Renta Valenciana de Inclusión -fue el importe más elevado, 50 millones -, para las ayudas autonómicas a trabajadores en ERTEs o para finiquitar un convenio firmado con la Diputación de Valencia. Estos cambios provocan que la inversión que anuncia la conselleria en Edificant no sea del todo real. En 2019 los fondos presupuestados se redujeron un tercio, y un año después un 40%. Este ejercicio, de momento, es el menos afectado por los cambios.

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