Educación elimina la ayuda para la compra de material escolar tras un curso de vigencia

Desde el departamento alegan que la medida no ha tenido el alcance esperado y que ya existen iniciativas similares que impulsan otras administraciones, de ahí que los presupuestos de la Generalitat para 2024 no recojan partida alguna para este menester. En las cuentas de 2023 se reservaron 1,8 millones de euros, aunque una parte importante no se ha llegado a gastar.

La ayuda se anunció a finales de 2022 y la exconsellera Raquel Tamarit la enmarcó en el paquete de medidas diseñado para mitigar los efectos de la inflación, de la guerra en Ucrania y el alza de los costes de la energía. Otras iniciativas botánicas en este sentido fueron la extensión de la gratuidad de los libros de texto a los alumnos de Bachillerato, el incremento de la partida de las becas autonómicas de FP, de las cuantías del bono infantil y la mayor cobertura del transporte escolar. Estas sí se han mantenido, salvo una pequeña excepción relacionada con los ciclos formativos, tras la llegada de los nuevos gestores populares.

Los 30 euros para la compra del material escolar, aunque no siempre han permitido cubrir todas las necesidades, suponían un colchón adicional para las familias más vulnerables, pues estaban asociadas a las becas de comedor completas, que las reciben los núcleos con las rentas más bajas. Los interesados debían presentar una solicitud en el momento de pedir esta última ayuda y era el centro educativo el que se encargaba de su tramitación, comprobación y pago.

Desde la conselleria argumentan que no se han cumplido las expectativas iniciales teniendo en cuenta que de 65.821 beneficiarios de la beca de comedor completa pidieron el dinero para el material 50.137, por lo que 15.684 ni siquiera llegaron a solicitarla (casi uno de cada cuatro). Estos supone que hayan sobrado casi 300.000 euros de los que se habían presupuestado.

Otro motivo, siempre según el departamento, es que se producían duplicidades, pues muchos municipios impulsan convocatorias similares. Es el caso de Valencia, si bien se centra en alumnos de Infantil, mientras que la autonómica también llegaba a Primaria y a los alumnos de Educación Especial. Lo mismo sucede con las becas que concede el Ministerio de Educación, aunque la opción se limita a la convocatoria para alumnos con necesidades específicas de apoyo educativo, de hasta 204 euros anuales en función de la etapa.

El último argumento esgrimido tiene que ver con que su gestión ha implicado una mayor carga burocrática para los equipos directivos, pues la normativa establecía que los beneficiarios debían presentar las facturas de compra en los propios centros para su comprobación y posterior pago, que también se gestionaba desde las escuelas, pues estas recibían el dinero total por parte de la conselleria.

Por otro lado, salvo cambios en el trámite de enmiendas o modificaciones presupuestarias posteriores, tampoco tendrá continuidad la ayuda para alumnas que eligen ciclos formativos especialmente masculinizados, pues ha desaparecido del proyecto presentado hace unas semanas. Creada por el PP y potenciada por el Botánico, podía llegar hasta 600 euros y se daba sin mediar criterios académicos o de renta, pues bastaba con acreditar la matrícula en alguno de los 99 títulos en los que, en la última convocatoria, la administración acreditaba que la matrícula femenina era especialmente baja.

Por contra, sí se mantienen las cuantías destinadas a las becas para alumnos que tengan que desplazarse para estudiar o realizar sus prácticas, así como la dotación para impulsar ayudas para los que terminen sus estudios y presenten proyectos de emprendimiento, que se financian con el Fondo Social Europeo.