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Estancia del colegio Pío XII de Valencia, con cartelería sanitaria y elementos de prevención. Iván Arlandis

Educación obliga a las familias a que tomen la temperatura de sus hijos antes de ir a clase

Los colegios escalonarán el inicio de curso entre el 7 y el 11 de septiembre para facilitar la organización y practicar las medidas sanitarias

Joaquín Batista

Valencia

Viernes, 28 de agosto 2020, 23:53

Las familias tendrán que tomar la temperatura a sus hijos todos los días antes de llevarlos a clase. Y lo mismo hará todo el personal del centro. El control de la misma, que será obligatorio, se desliza en el acuerdo alcanzado entre los ministerios de Sanidad, Educación y las autonomías de cara al inicio de curso, si bien deja que cada región regule cómo aplicarlo.

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En el protocolo de la Comunitat, de finales de julio, ya se había previsto la cautela de que los alumnos no podrían acudir a los colegios si presentaban síntomas compatibles con Covid-19, entre ellos fiebre de más de 37,5 grados, lo que daba a entender que habría que tomar la temperatura en casa. La concreción llegó ayer en la reunión del Foro Educativo Valenciano, donde está representada la comunidad educativa.

«Respecto al profesorado, el alumnado y el personal de los centros, las autoridades sanitarias han explicitado que es muy importante llevar el control antes de salir de casa, ya que es un indicativo de sintomatología», según señaló el secretario autonómico Miguel Soler. «Todos estamos para actuar con la máxima prudencia; si tienen fiebre no deben acudir y han de contactar con su centro de salud por el bien de todos», dijo. En el comunicado remitido por Educación se señalaba que en cualquier caso se van a enviar termómetros a todos los centros «por si hay necesidad de hacerlo en horario escolar y activar el protocolo de coordinación con el centro de salud en caso de que la persona tenga fiebre».

En este sentido, fuentes presenciales explicaron a LAS PROVINCIAS que habrá autonomía por parte de los colegios, por ejemplo, por si quieren que el control también se realice in situ, aunque los directores coincidieron en que organizarlo en el momento de la entrada puede resultar conflictivo ante el riesgo de retrasar el acceso o causar una aglomeración. De ahí que haya escuelas que se planteen un control adicional una vez en el aula, antes de empezar la clase. En cualquier caso, quedó claro que el peso de la medida recaerá en las familias, que además estarán obligadas a ello, al menos moralmente, pues tendrán que firmar una declaración responsable en la que se comprometen a que se respetarán todas las medidas de seguridad sanitaria establecidas en los centros.

Durante el foro también se confirmó el inicio escalonado del curso que ya había deslizado Marzà. Los colegios podrán fijar diferentes días para la llegada espaciada de los alumnos entre el lunes 7 y el viernes 11 de septiembre. La idea es facilitar la asimilación de las nuevas normas, de manera que los primeros que se incorporen las hayan interiorizado cuando empiecen los últimos. «Es una medida para que, donde se decida, tengan las condiciones óptimas para hacer pedagogía sobre dinámicas de protección e higiene», dijo el conseller.

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La organización, por niveles o etapas, dependerá de cada escuela, si bien la premisa básica es que el 7 empiecen a llegar los primeros estudiantes.

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